Sánchez suple la falta de políticos con técnicos de marcado perfil económico
ESPAÑA
Arancha González, a Exteriores; Escrivá, a Seguridad Social; y Salvador Illa, a Sanidad
10 ene 2020 . Actualizado a las 18:27 h.El objetivo es el mismo: poner una sordina a Podemos, pero Pedro Sánchez ha tenido que cambiar de estrategia. El presidente del Gobierno suple la dificultosa búsqueda de ministros socialistas de marcado peso político con la elección de técnicos con un distinguido perfil económico.
El titular del Ejecutivo no dispone de una gran oferta en el partido para llevarse a la Moncloa. Desde su retorno a la secretaría general, los dos dirigentes con más galones en Ferraz, a pesar de lo que diga el organigrama, son el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, que repetirá en el Gabinete como «pilar fundamental del Ejecutivo», detallan fuentes de la Moncloa; y Adriana Lastra, a la que Sánchez no puede mover de la portavocía parlamentaria, en especial en esta legislatura en la que la interlocución con Podemos y ERC será fundamental para lograr mantenerse en el Gobierno.
Como Ábalos, también repetirá otra de las socialistas de carné y cuota, que compaginará su cartera de Hacienda con la portavocía del Ejecutivo. El presidente tanteó para que se pusiera al frente de un ministerio al alcalde de Valladolid, Óscar Puente, otro de los socialistas y sanchistas de pedigrí contrastado, pero rechazó la oferta. Sánchez no pescó en el Pisuerga, pero sí lo hizo en aguas catalanas. Salvador Illa será el nuevo ministro de Sanidad. Fue uno de los tres miembros de la delegación que negoció el acuerdo con ERC. Técnicamente no es del PSOE, pero se trata de una de las personas de máxima confianza del primer secretario del PSC, Miquel Iceta.
Además de Ábalos e Illa, fuentes autorizadas del Gobierno confirmaron otros nombres que formarán parte del Ejecutivo. Fernando Grande-Marlaska repetirá al frente del departamento del Interior; Margarita Robles, en Defensa; Reyes Maroto, en Industria; y Luis Planas, en Agricultura. Las caras nuevas corresponden a la tolosarra Arancha González Laya, que se hará cargo del Ministerio de Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Cuenta con un marcado perfil económico, al igual que José Luis Escrivá Belmonte, que dirigirá un nuevo departamento: Seguridad Social, Inclusión y Migraciones, confirmándose así que la gran bolsa de las pensiones sale del Ministerio de Trabajo.
Justicia y Cultura y Deporte
Estos nombres se unen a los ya confirmados este viernes: las vicepresidentas Calvo (Relaciones con Las Cortes), Calviño (Economía) y Ribera (Transición Ecológica y Reto Demográfico); la portavoz del Gobierno y titular de Hacienda, María Jesús Montero; Celaá (Educación) y Duque (Ciencia). También estaba ya confirmada la cuota de Unidas Podemos, consistente en la vicepresidencia social de Iglesias, el Ministerio de Igualdad para Irene Montero, el de Consumo para Alberto Garzón, y el de Universidades, para Manuel Castells.
Todavía falta por conocer a los responsables de al menos tres ministerios: Política Territorial, Justicia y Cultura y Deporte, una vez trascendió que ni Delgado ni Guirao seguirán.
Este domingo Sánchez comunicará al rey su propuesta para el Consejo de Ministros. Se espera que a continuación comparezca en la Moncloa para atender a la prensa. El lunes tendrá lugar el tradicional intercambio de carteras en las sedes ministeriales y el martes se celebrará el primer Consejo de Ministros y la foto de familia en la escalera.
Problemas de espacio en el banco azul por un Gobierno tan numeroso
Un presidente, cuatro vicepresidentes y al menos otros 17 ministros. Un total de 22 integrantes del Ejecutivo convertirán los Consejos de Ministros en los más numerosos de la historia. Empatado al tercer y último Gobierno de Adolfo Suárez, que a mayores contaba con un departamento destinado a las Relaciones con las Comunidades Europeas, aunque sin cartera. Uno más que el del último Ejecutivo de Zapatero, que contó hasta con 21 integrantes, contando sus tres vicepresidencias.
El nuevo Gobierno debutará trabajando junto este martes, cuando tendrá lugar el primer Consejo de Ministros, de carácter extraordinario, y en el que se prevé que impulsen alguna medida simbólica. A partir de ahí se celebrará periódicamente los viernes.
El salón en el que tradicionalmente se reúnen en Moncloa no tendrá problemas para dar cabida a todos, al tratarse de un espacio amplio con una gran mesa de madera. Sí habrá más problemas para ubicarlos en el Congreso. El conocido como banco azul, que en realidad hace referencia a la primera fila del hemiciclo en donde se sientan los integrantes del Ejecutivo durante las sesiones plenarias, en la actualidad solo cuenta con 20 asientos y sus correspondientes ordenadores para votar (aquellos que sean también diputados), por lo que el servicio de reformas de la Cámara Baja tiene trabajo por delante.