Hallan restos óseos en la finca donde se busca a Manuela Chavero

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

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Un vecino de 28 años confesó haber asesinado a la desaparecida, después de que la hermana de Manuela entregase a los investigadores una carta anónima en la que se apuntaba al sospechoso

19 sep 2020 . Actualizado a las 16:05 h.

La confesión del detenido por la muerte de Manuela Chavero, la mujer desaparecida en Monesterio en julio del 2016, pone fin a 1.534 días de más desesperación que de esperanza, en los que ha habido varias líneas de investigación, numerosas batidas, varios sospechosos y «una angustia familiar» que ha conmovido a este pequeño pueblo pacense.

El «calvario», como así lo definió en su día la hermana de Manuela, Emilia Chavero, parece haber acabado finalmente con la aparición de restos óseos en la finca que fue propiedad del autor confeso de la muerte de la mujer desaparecida en julio del 2016, según ha confirmado la Guardia Civil. Ahora, solo falta determinar la identidad del cuerpo encontrado.

Para ello, según han explicado fuentes de la investigación, fue clave la declaración del detenido por la desaparición de Manuela, Manoli entre sus vecinos, un joven de 28 años, identificado como E.D.H., de nacionalidad española y que reside a escasos metros de la vivienda de la que en la madrugada del 5 de julio de 2016 desapareció esta vecina de Monesterio.

La Guardia Civil sospechaba que el detenido se deshizo del cadáver en una finca entonces de su propiedad a unos tres kilómetros del casco urbano de la localidad. Tras la muerte de su padre, el joven heredó al menos dos fincas, una de ellas la conocida como Las Eras, cerca de la ermita de San Isidro, donde, según fuentes de la investigación, pudo deshacerse del cadáver de Manuela Chavero, horas después de acabar con su vida el 5 de julio de 2016.

Hasta esta finca, llena de encinas, numerosos medios de comunicación se han trasladado para seguir este suceso a la espera de la llegada del detenido, que sigue en el cuartel de la Guardia Civil de Zafra, y de agentes del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) de la Guardia Civil y efectivos especialistas en la búsqueda de restos cadavéricos. Según las mismas fuentes, el actual propietario del terreno ha sido citado a declarar ante la Guardia Civil.

La carta anónima

Hace unos días, es decir más de cuatro años después, la hermana de Manuela entregó a los investigadores una carta anónima en la que se apuntaba al ahora arrestado como sospechoso de su desaparición. Los agentes dieron credibilidad a este escrito, lo que, unido a las pesquisas que llevaban realizando hace tiempo, motivó la detención de E.D.H. en la tarde de este jueves. Horas después, este joven confesaba ser el autor de la muerte de Manuela.

Desde aquel 5 de julio, la Guardia Civil no ha dejado de buscar a esta mujer por tierra, agua y aire, en el pantano de Tentudía, en el extenso término municipal de Monesterio e incluso en el de Calera de León, con batidas aéreas desde helicópteros y drones. También desde ese día y coincidiendo con el mes de julio de estos cuatro años, el pueblo ha venido celebrando un acto en recuerdo de Manuela ante la iglesia parroquial de San Pedro, en cuya fachada principal fue colocada una gran foto de ella con el lema «Todos con Manuela Chavero».

En el seno de este municipio ha habido dos vertientes: el apoyo inquebrantable a la familia y la colaboración de los vecinos en concentraciones y batidas, pero también comentarios de todo tipo sobre quién pudo llevarse a Manuela o acabar con su vida. Emilia Chavero siempre respondió lo mismo: «No se puede culpar a nadie hasta que alguien sea llevado preso». Frente a suposiciones de todo tipo, incluida la posible relación de este caso con la desaparición de Francisca Cadenas, una vecina de Hornachos (Badajoz), municipio situado a unos 75 kilómetros de Monesterio y de la que nada se sabe desde mayo de 2017, ha estado el trabajo de la Guardia Civil y, muy especialmente, de la Unidad Central Operativa (UCO).

Domicilio del detenido relacionado con la desaparición de Manuela Chavero
Domicilio del detenido relacionado con la desaparición de Manuela Chavero

Varios registros en el domicilio de Manuela, el último el pasado 27 de agosto, la intervención de tres vehículos de vecinos del pueblo dirigida a descartar o determinar pruebas, y numerosas pesquisas centradas en «cuatro o cinco sospechosos» son algunas de las labores realizadas. Además, la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Zafra (Badajoz), que instruye el caso, llegó a tomar declaración a una persona en calidad de investigada, si bien esta quedó en libertad sin medidas cautelares sobre ella.

Batidas sin resultados

Cada batida sin resultados generaba una sensación de alivio para los familiares, en cuanto que Manuela no estaba muerta, pero, a la vez, de «desespero» por no saber nada de ella. Pozos, embalses, zonas escarpadas y amplias áreas de terreno fueron «registradas» palmo a palmo, metro a metro, por efectivos de diversas unidades especializadas de la Guardia Civil, Policía, Protección Civil, DIA, Cruz Roja, unidades caninas, buceadores y bomberos, así como por decenas de voluntarios particulares.

Manuela, en trámites de separación y con dos hijos de 14 y 6 años -en el momento de su desaparición- que se encontraban con el padre, «nunca se hubiera ido», han sostenido sus familiares todo este tiempo. De hecho, el marido de Emilia expuso en alguna ocasión que alguna persona «se pudo obsesionar con ella».

Manuela Chavero desapareció de su casa el 5 de julio del 2016. No se llevó llaves, ni documentación, ni el teléfono móvil, y la televisión y la luz de la casa estaban encendidas. Nada estaba forzado. Sobre su cama estaban los pantalones que había llevado el día anterior, la luz del salón y de la cocina estaban encendidas. Y una última conexión a su móvil a las 1:55 horas del 5 de julio.

«Por eso no me miraba a los ojos... madre mía»

«Los investigadores nos llamaron a las nueve de la noche de ayer para decirnos que habían detenido a una persona. Al principio no nos querían decir quién era, pero yo insistí y me lo dijeron. Aún no ha hablado, hablará a lo largo del día», explicaba Emilia, la hermana de Manuela Chavero, en una entrevista en la cadena COPE, recogida por Europa Press.

Emilia ha revelado que su familia sospechó «desde el primer momento» del detenido, que era «uno de los principales sospechosos». «Una persona violenta que estaba obsesionado con mi hermana», ha continuado, para después asegurar que le conoce «perfectamente». «Incluso hablé con él al mes de pasar lo de mi hermana, por eso no me miraba a los ojos... madre mía», ha lamentado la hermana de Manuela. «Ha dejado a toda una familia destrozada y a dos niños sin su madre», ha zanjado.

«Van a ser días muy duros», asegura el hermano de Manuela

José Carlos Chavero, el otro hermano de Manuela, ha manifestado este viernes a Efe que, hasta la detención y confesión del presunto autor de la muerte de su hermana, «había cierta esperanza» de encontrarla con vida. «Van a ser días muy duros», ha dicho José Carlos, cuya familia siempre tuvo un hilo de esperanza de encontrar a Manuela con vida, a pesar de que ya habían pasado más de cuatro años desde su desaparición. José Carlos considera que el siguiente paso debe ser la localización del cuerpo sin vida de su hermana, por lo que espera que el detenido «conduzca» a la Guardia Civil hasta el lugar donde estaría el cadáver.

«Yo siempre creí que era sospechoso, pero nunca imaginé que una persona con 24 años pudiese hacer esa barbaridad y estar cuatro años haciendo una vida normal y corriente», ha asegurado una amiga de Manuela, la última que la vio antes de su desaparición. «Tiene una mirada...muy fuerte. Era muy serio, con una mirada muy fría», ha dicho en declaraciones recogidas por Europa Press.