Ignacio Garriga, el ariete de la moción de Vox

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID | LA VOZ

ESPAÑA

E. Parra | Europa Press

Militó en el PP del 2005 al 2010, flirteó con movimientos de extrema derecha en Cataluña y entró en el partido de Abascal hace 5 años

19 oct 2020 . Actualizado a las 11:14 h.

«Yo soy mulato, porque mi padre es blanco como la leche y mi madre es negra. Y de ahí sale un descafeinado como yo». Ignacio Garriga Vaz de Concicao (San Cugat del Vallés, 1987) se toma con humor el hecho de ser popular exclusivamente por su color de piel. Pero se declara «harto» de que le llamen «el negro de Vox». Desearía ser conocido más bien por su actividad política. Y su deseo se va a cumplir pronto, porque este miércoles se convertirá en uno de los únicos cinco políticos españoles que haya defendido en el Congreso una moción de censura desde la llegada de la democracia. Sus predecesores fueron Alfonso Guerra, José Ramón Calero, Irene Montero y José Luis Ábalos. Será el momento cumbre en la carrera política de este odontólogo y profesor en la Facultad de Odontología de la Universidad Internacional de Cataluña.

Es hijo de Rafael Garriga Kuijpers, un catalán de origen belga, y de Clotilde Vaz de Concicao Morlay, una mujer originaria de Guinea Ecuatorial que llegó a Cataluña siendo muy joven junto a sus siete hermanos cuando su padre los mandó a España para labrarse un futuro. Fue ella, que llegó a ser candidata en las listas del PP al Ayuntamiento de San Cugat del Vallés, la que le introdujo en el mundo político. Aunque Vox obtuvo representación parlamentaria por primera vez en abril del 2019, el elegido por Santiago Abascal para defender su candidatura a la presidencia del Gobierno en sustitución de Pedro Sánchez no es un recién llegado a la política. Fue miembro del PP entre los años 2005 y 2010. Próximo a los movimientos de extrema derecha en Cataluña como el Club Empel, heredero del neofascista Casal Tramuntana, clausurado en el 2014, abandonó el PP por discrepancias políticas y en 2015 se afilió a Vox. Ese año fue candidato a la alcaldía de San Cugat, la única lista que el partido presentó en Cataluña, además de la de Barcelona. Hoy es diputado y portavoz del comité ejecutivo nacional de la formación. Será además candidato a la Generalitat en las elecciones del 14 de febrero.

Sus rivales consideran un contrasentido que una persona de color sea dirigente de un partido al que se acusa de xenófobo. Pero él niega que lo sea y asegura que donde más racismo ha visto es en Cataluña y el País Vasco. El antinacionalismo y la inmigración son dos pilares de su ideario. Considera que la política migratoria del Gobierno es una «caridad mal entendida». «Me da igual que sean chinos, amarillos, negros o blancos, siempre y cuando vengan a España de manera ordenada», afirma. La moción le servirá para exponer estas ideas, pero también para impulsar su candidatura. La última que presentó una, Irene Montero, salió de allí disparada al estrellato.

El reglamento concede a Garriga tiempo ilimitado en su intervención. Y, más que para presentar una propuesta política, lo aprovechará para hacer un discurso demoledor sobre la acción del Ejecutivo de Pedro Sánchez.