Las claves del pacto: negociación y confrontación con Sánchez, internacionalización, referendo y sin tutela de Waterloo
ESPAÑA
El futuro Gobierno catalán, liderado por Pere Aragonès junto a Junts per Catalunya, insiste en mantener vivo el procés. Introduce algunos conceptos como «confrontación» o «embate democrático», que insinúa que ERC y Junts podrían optar por la senda unilateral, pero esta vía no aparece mencionada de manera explícita en el acuerdo que Pere Aragonès y Jordi Sànchez acabaron de pulir el pasado fin de semana.
Diálogo y referendo pactado. El Ejecutivo de Aragonès se conjura para avanzar hacia la independencia, pero el documento es ambiguo. Ambas formaciones apuestan por un «proceso de negociación» durante dos años y un referendo de autodeterminación acordado con el Estado. Junts recela de la mesa de diálogo y así queda recogido en el documento. Los miembros de la delegación catalana en la mesa serán elegidos por consenso en el Gobierno autonómico.
Vía unilateral. En paralelo a la mesa de diálogo, y si esta encalla y el Gobierno no da una respuesta sobre la autodeterminación y la amnistía, los independentistas amagan con celebrar un nuevo referendo. Es, según su lenguaje, una manera de incluir la vía unilateral en el pacto, pero sin llegar a citarlo.
Embate democrático. El documento habla también de «seguir trabajando con fortaleza para poder plantear un nuevo embate democrático que permita alcanzar la república catalana y la independencia». En el acuerdo que suscribieron ERC y la CUP apostaban por el embate democrático, en caso de que fracase la mesa de diálogo. Y el embate por el que se decantaban era un nuevo referendo unilateral, como el del 1-O. Una opción que a Junts no le acaba de convencer, aunque aparece en el pacto.
Consejo para la República. La estrategia independentista, si fracasa la mesa de diálogo, se decidirá en un espacio secesionista integrado entre ERC, Junts, la CUP, la ANC y Òmnium. «Apostamos por un espacio que actúe de forma discreta y que busque transitoriamente la coordinación con el Consejo para la República hasta que este finalice su reformulación y se pueda situar en su marco», remata.
Internacionalización. Una de las primeras tareas será impulsar una «acción internacional orientada a solicitar, llegado el caso, la intervención de los organismos europeos para alcanzar un referendo acordado y vinculante».
Plan de gobierno. Aragonès define a su Ejecutivo como la «nueva Generalitat republicana». Nacerá con cuatro ejes: agenda transformadora, lucha contra la crisis social y económica, combatir la desigualdad y avanzar hacia la independencia.
Acción parlamentaria en Madrid. Esquerra y Junts se conjuran por que haya unidad de acción de los grupos parlamentarios en Madrid, en especial en los asuntos de calado como los Presupuestos Generales. Pero están de acuerdo en que si no consiguen consensuar la posición, cada partido tendrá autonomía para actuar.