La prueba de la huella dactilar confirma que el cadáver rescatado a mil metros de profundidad en Tenerife es el de Olivia
ESPAÑA
La Guardia Civil sospecha que Tomás Gimeno drogó a sus dos hijas antes de asesinarlas. El buque gallego Ángeles Alvariño sigue rastreando el fondo del mar en busca de Anna y el padre. Las redes sociales están llenas de mensajes de solidaridad dirigidos a la madre de las niñas secuestradas, a la que se le ha roto en mil pedazos su sueño de que todo era «un teatro» del padre. El movimiento feminista convoca concentraciones hoy a las 22.00 horas ante los ayuntamientos de toda España
11 jun 2021 . Actualizado a las 19:22 h.Mientras España intenta digerir el horror de la noticia del hallazgo del cadáver de la pequeña Olivia en aguas de Tenerife, el buque oceanográfico gallego Ángeles Alvariño, con base en Vigo, continúa hoy rastreando la zona para tratar de encontrar a su hermana Anna, de tan solo un año, y a su padre, Tomás Gimeno.
El barco del Instituto Español de Oceanografía está equipado con un radar de barrido lateral y un robot marino que han sido vitales para hallar, primero, una botella de buceo y una funda nórdica propiedad del padre de las niñas y, finalmente, el cuerpo de Olivia. El buque se encuentra a unas tres millas náuticas del puerto de Santa Cruz de Tenerife, en la misma zona donde se produjo la última conexión con el teléfono móvil de Tomás y donde ha permanecido prácticamente desde su llegada a la isla.
La prueba de la huella dactilar confirma que el cadáver rescatado a mil metros de profundidad frente a las costas de Tenerife este jueves es el de la niña de seis años Olivia, ha informado esta tarde el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
La Guardia Civil sospecha que Tomás Gimeno drogó a sus hijas antes de asesinarlas. Los investigadores hallaron varios envases de medicamentos en el comedor de la casa donde creen que asesinó a Olivia y Anna, según publican hoy varios medios. Al parecer, son los fuertes calmantes que tomaba para recuperarse de una reciente lesión en la clavícula y las costillas.
Tras el hallazgo del cadáver de Olivia, de seis años, las redes sociales se han llenado hoy de nuevos mensajes de solidaridad dirigidos a Beatriz, la madre de las niñas secuestradas, y a su familia y allegados, a los que se les ha roto en mil pedazos su sueño de que todo era «un teatro» del padre. Asimismo, el Ayuntamiento de Santa Cruz ha convocado un minuto de silencio hoy al mediodía.
El Colegio Alemán Santa Cruz de Tenerife ha expresado su más sentido pésame tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Olivia Gimeno, alumna del centro. «Toda la comunidad escolar del Colegio está de luto por el fallecimiento de Olivia. Nuestros pensamientos están, de todo corazón, con la niña, su madre y sus seres queridos», señala el centro educativo en una nota.
La reina Letizia ha manifestado hoy el «dolor» y la «tristeza» por los últimos casos de violencia machista: «Es difícil esta mañana evitar la expresión de dolor y de tristeza por el asesinato de menores», ha asegurado.«No creo que haya nadie que no intente ponerse en la piel de todas las personas que aman a estas menores asesinadas», ha dicho.
Juan Carlos Quer -padre de Diana, la joven asesinada en A Pobra en el 2016-, ha lamentado el hallazgo del cuerpo de la pequeña de 6 años.«Olivia, descansa en Paz. Todo mi cariño y solidaridad para su madre. Es imposible comprender cómo padres y madres inhumanos pueden terminar con la vida de sus hijos, seres inocentes e indefensos de un modo tan cruel, por razones de venganza. El mal existe», ha publicado en las redes sociales.
La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha pedido «rotunda unanimidad» contra la violencia machista. «Estamos en una semana negra, absolutamente negra porque significa que, cuando decimos que hay una violencia contra la mujer por el hecho de serlo, desgraciadamente llevamos razón, terriblemente llevamos razon», ha afirmado Calvo.
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha asegurado que toda la sociedad del archipiélago ha hecho suyo el dolor de la madre de las dos niñas desaparecidas. «Lamentablemente, nos volvemos a encontrar con un nuevo caso de violencia machista. El asesinato de Olivia, de seis años, secuestrada junto a su hermana de un año por el padre de ambas constituye un duro golpe a nuestros valores como sociedad canaria», dijo.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, ha confesado estar «sin palabras ante tanta aberración». «Todo mi cariño y apoyo a la madre de las pequeñas», Beatriz, y a sus familiares, ha escrito el mandatario gallego en su cuenta oficial de Twitter.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha instado a toda la sociedad a trabajar para evitar todos los comportamientos «terribles» y de «crueldad» vinculados a la violencia machista. «Me parece de un nivel de crueldad, de ser un hijo de tal, me parece tan fuerte que se me encoge el alma», ha asegurado Moreno, quien ha asegurado que «a todos se nos encoge el corazón cuando vemos noticias como las de ayer». «No puedo entender la miseria humana, ver que la pareja asesina a su expareja, con un bebé de cuatro meses, y la descuartiza; y un padre que mata a sus dos hijas, no encuentro, porque no la tiene, explicación posible», ha incidido.
La delegada del Gobierno contra la violencia de género, María Victoria Rosell, ha lamentado que Tomás Gimeno «no es un loco o un asesino en serie, es la cara del machismo de ese hombre que no tolera la libertad de la mujer o su igualdad». En una entrevista con Radio Nacional de España recogida por Europa Press, Rosell ha advertido de que «son ya muchos» menores asesinados por violencia de género, 41 desde el 2013 y 4 huérfanos este año «todos con el mismo patrón».
El movimiento feminista ha convocado concentraciones, este viernes, en diferentes ciudades de España en contra de los últimos asesinatos de violencia de género. Estas convocatorias, que circulan por las redes sociales, llaman a concentrarse a las 22.00 horas frente a las sedes de los ayuntamientos de toda España, aunque en el caso de Madrid se ha convocado ante la Puerta del Sol. «Ni una menos» o «si nos tocan a una, nos tocan a todas» son algunos de los lemas de esta convocatoria de urgencia.
En lo que va de 2021 son 19 las mujeres asesinadas por violencia machista y 1.097 desde el 2003, año en el que comenzaron a contabilizarse estos datos. Los menores asesinados por esta lacra en este año se elevan a 3, y son 41 los que se han contabilizado desde el 2013.
La cronología de los hechos
El 27 de abril, el padre de las niñas, Tomás Gimeno, de 37 años, recogió a Anna, de un año, y a Olivia, de seis, en la casa de la madre de estas, Beatriz Zimmerman, a las 17 horas para pasar la tarde con ellas. A las 19.30, se desplazó a la residencia de sus padres y se despidió de su progenitor con un inusual abrazo («Nunca me abrazaba», aseguró el abuelo de las niñas). Fue la última vez que se vio a las pequeñas.
Después, regresó a su casa con las niñas, donde estuvo cerca de dos horas y, a las 21.30, las cámaras del puerto de Santa Cruz de Tenerife lo captaron ya solo, llevando dos petates militares y bultos desde su coche hasta su embarcación de recreo. A las 21.50 hizo su primer viaje a alta mar.
Poco antes, había conversado con su exmujer, ya que esta había ido a buscar a sus niñas sobre las 21 horas y no las había encontrado en casa. Gimeno le aseguró en primer lugar que estaba cenando con ellas, aunque luego le dijo que no las volvería a ver, ni tampoco a él.
Tomás volvió a tierra a las 23.30 horas y compró tabaco y un cargador de móvil en una gasolinera y, poco después, le pidió al vigilante del puerto cargar su teléfono. Y volvió a hablar con su mujer. Le dijo a Beatriz y la tranquilizó diciéndole que ya había acostado a las niñas y que las llevaría al día siguiente de vuelta.
Gimeno regresó al mar y ahí es cuando se le perdió la pista. Esa misma madrugada le envió mensajes de despedida a su familia y amigos, que avisaron a Beatriz a primera hora del miércoles 28. Ella se apresuró a poner una denuncia en la Guardia Civil y ese mismo día se encontró la barca a la deriva en una zona de gran profundidad, donde también apareció una silla infantil propiedad de la familia.
El pasado 7 de junio, el buque oceanográfico gallego Ángeles Alvariño, equipado con un sónar y un robot submarino, consiguió localizar en la zona donde buscaban a las niñas una botella de aire comprimido perteneciente al padre, aficionado al submarinismo, y una funda nórdica también de su propiedad.
Las hipótesis y el móvil
Solo un día antes de la desaparición, Tomás Gimeno había movido miles de euros de sus cuentas antes de huir con sus hijas, y en su círculo íntimo había trasladado la idea «de cambiar de continente».
Según los investigadores, Tomás y Beatriz Zimmerman pasaron un proceso de separación complicado y con enfrentamientos, con amenazas que nunca se llegaron a denunciar y, en julio del 2020, él contrató una agencia de detectives para espiar a la que aún era su mujer. Nunca aceptó su separación y la relación con las niñas se volvió diferente.
Los investigadores barajaban varias hipótesis, y plantearon la posibilidad de que Gimeno pudiera haber sido ayudado en su huida por otro barco con dirección a Cabo Verde o atravesando el Atlántico a Latinoamérica, una teoría que cobra sentido por la aparición de un velero con una trayectoria errática que navegó por la zona la misma noche que la embarcación de Tomás Gimeno. Aunque el análisis de balizas y trayectos marinos durante la noche y la madrugada han determinado que ningún barco estuvo cerca o fondeó junto a la lancha del padre de las niñas.