Casado, Abascal y Arrimadas parten a Colón desde los distintos extremos de la plaza para evitar la foto

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

ESPAÑA

El líder del PP teme que la izquierda instrumentalice una nueva imagen suya junto al presidente de Vox para movilizar a su electorado

13 jun 2021 . Actualizado a las 12:01 h.

Casi dos años y medio después de que Colón acogiera la multitudinaria manifestación contra Sánchez y su acuerdo para negociar con el presidente catalán en presencia de un relator, la céntrica plaza madrileña vuelve a albergar una protesta contra el Ejecutivo. En este caso la llamada se produce como rechazo a los indultos que ultima aprobar Moncloa sobre los líderes del procés condenados por el Supremo y que, según admiten fuentes gubernamentales, podrían estar listos en el Consejo de ministros de este mismo martes.

El escenario de la protesta es el mismo. También repiten los partidos políticos que secundan la convocatoria de la plataforma Unión 78, liderada por la expolítica Rosa Díez y el filósofo Fernando Savater. Como en febrero del 2016, PP, Vox y Ciudadanos han vuelto a secundar la marcha, aunque de manera muy dispar. Los de Santiago Abascal acuden con la intención de que se note su presencia y con el pretexto de erigirse como los auténticos arietes contra la coalición del Gobierno. Ciudadanos se encuentra en plena caída libre y sufre un desplome de apoyos electorales que se ha acentuado tras su apoyo parlamentario al Gobierno, tal y como se ha constatado en las recientes comicios de Madrid, en donde no solo ha salido del Ejecutivo regional, sino que también ha salido de la Asamblea al quedarse sin ninguno de los 26 diputados autonómicos con los que contaba. Los naranjas, que precipitaron el adelanto electoral de Ayuso tras destaparse su acuerdo con Ferraz para intentar desalojar al PP del poder en la Región de Murcia, buscan en la concentración de este domingo reorientarse en el tablero político, especialmente cuando se trata de una fuerza que nació en Cataluña bajo el pretexto de combatir el nacionalismo.

Sin embargo, en el PP no tienen las cosas tan claras. Todavía está muy reciente el daño que las fuerzas de izquierda les infligieron empleando la llamada foto de Colón para movilizar a su electorado, por lo que tratan de medir muy bien su presencia en la protesta. Los barones territoriales más moderados, como Alberto Núñez Feijoo, Alfonso Fernández Mañueco o Juanma Moreno Bonilla, no están presentes en Madrid. Los presidentes castellanoleonés y andaluz esgrimieron motivos personales para justificar su ausencia. El titular gallego se encuentra de viaje oficial en Roma para acudir mañana a un encuentro con el papa Francisco en el Vaticano, aunque apoyó la presencia en la protesta del presidente del PP, Pablo Casado, y, para intentar evitar suspicacias de cualquier enfrentamiento con la dirección nacional, envió a Madrid a una pequeña delegación de populares gallegos liderada por su secretario general, Miguel Tellado.

Lo cierto es que ni el propio Casado tiene claro que el partido que lidera vaya a sacar réditos de la protesta y en Génova lleva toda la semana instalada la psicosis de que una nueva foto junto a Abascal eche por tierra las buenas expectativas electorales de las que disfrutan desde el triunfo de Ayuso. Precisamente la presidenta madrileña fue una de las primeras en afirmar que secundaría la convocatoria, incluso antes de que la dirección nacional del partido se posicionase al respecto, siendo este uno de los motivos que obligaron a Casado a estar presente. Sin embargo, el temor a una nueva foto de Colón es evidente, tal y como ha quedado constatado en las numerosas conversaciones que han mantenido con los organizadores de la marcha a lo largo de todos estos días para evitar una encerrona que favorezca a los de Abascal. Además, la dirección nacional ha optado por repartir a sus caras más visibles entre todo el espacio de la protesta, tratando de diluir así un poco más su presencia, algo muy poco habitual en estos casos, en los que precisamente se suele pretender lo contrario: mostrar músculo.

Para evitar una nueva foto conjunta, el jefe de la oposición parte a la protesta desde la sede del PP, en el 13 de la calle Génova, a tan solo unos metros al oeste de la zona cero. Abascal convocó a los medios en la estatua de Blas de Lezo, ubicada en el extremo oriental de la misma. Por su parte, Arrimadas citó a la prensa a las puertas de la Biblioteca Nacional, en la salida sur. 

El presidente del PP publicó un tuit esta mañana confirmando su presencia en el que cita unas palabras de Sánchez de hace unos años, cuando el por entonces secretario general del PSOE exigía «acabar con los indultos políticos», afirmando sentir «vergüenza» y pidiendo «perdón» por los aplicados en su día por su partido. «Aún puedes recuperar esa vergüenza y la coherencia rechazando los indultos a los presos por sedición», aconseja Casado al presidente del Gobierno. 

Al poco entusiasmo del PP también ha contribuido a desinflar la protesta la carta publicada a principios de semana por el líder de ERC, Oriol Junqueras, en la que deslizaba una renuncia a la vía unilateral para conseguir la independencia, «gesto» muy celebrado en Moncloa. También, el calor. Pese a que en los últimos días las temperaturas han experimentado un ligero descenso, los termómetros en la capital española seguirán marcando este mediodía por encima de los 30 grados. Y por supuesto, la epidemia. La obligación del empleo de mascarillas sanitarias y la necesidad de mantener la distancia de seguridad para evitar contagios de covid-19 también han incidido de manera notable.