La pena se impone después de que el jurado popular lo declarase culpable
08 jul 2021 . Actualizado a las 13:32 h.La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 15 años de cárcel a César Román, el rey del cachopo, por un delito de homicidio cometido en agosto del 2018 sobre su pareja Heidi Paz. La condena se impone después de que el jurado popular que enjuició los hechos le declarase culpable de la muerte de la joven hondureña de 25 años. En una sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, los magistrados de la Sección 26 penan al rey del cachopo por homicidio, con las agravantes de parentesco y razón de género.
El torso de Heidi Paz se halló en el interior de una maleta que se localizó el 13 de agosto de 2018 en la nave que César alquiló poco antes para ubicar su sexta sidrería. La principal prueba de cargo en el juicio fueron las huellas con ADN del empresario localizadas en la maleta y en los botes de sosa cáustica empleados para rociar el cadáver.
El acusado defendió en la vista oral que la que fuera su pareja bien estaba viva en Honduras o bien habría acabado con ella una supuesta banda organizada de tráfico de drogas, una tesis negada por los investigadores del Grupo VI de Homicidios. La sentencia considera probado que el crimen se cometió en la madrugada del 5 de agosto del 20018 después de que la chica acudiera al piso de César en Vallecas tras celebrar un cumpleaños con unos amigos.
La letrada Ana Isabel Peña anunció ya que recurriría ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) la condena al considerar que el jurado popular deliberó sobre hechos que no eran objeto del procedimiento, lo que supondría una vulneración de los derechos de su cliente.
Quejas de los investigadores
En su última palabra en el juicio, el acusado se quejó de las deficiencias en la investigación llevada a cabo por los agentes del Grupo VI de Homicidios. Ya en prisión provisional, César llegó a pedir al juez que trasladara las actuaciones a la Guardia Civil.
Además, rogó a los miembros del jurado que impartieran justicia en su veredicto citando la frase de Luther King de «una injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia de cualquier lugar». En su informe, el fiscal Miguel Mínguez solicitó una condena de 15 años de cárcel por homicidio, con las agravantes de parentesco y razón de género, y profanación de cadáver, por el que le pedía 5 meses de prisión. La acusación particular se adhirió finalmente a la petición del fiscal.