El Gobierno escenifica una tregua a la espera de decidir el alcance de la reforma laboral

ESPAÑA

Sánchez rechaza las comparaciones con la situación de Portugal y espera aprobar los Presupuestos y agotar la legislatura
28 oct 2021 . Actualizado a las 20:26 h.«Coordinación», «máximo diálogo» y «el mayor de los consensos». El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trató de borrar este jueves cualquier imagen de conflicto en el seno del Gobierno en torno a la reforma laboral tras la tormenta desatada en la última semana entre los socios de coalición. En rueda de prensa junto al primer ministro portugués, António Costa, al término de la cumbre bilateral celebrada en Trujillo (Cáceres), Sánchez minimizó las diferencias y destacó que el suyo es un Gobierno «que cumple y que va a cumplir con sus compromisos de investidura, de coalición y ante Bruselas». Puso como ejemplo la subida del salario mínimo, las leyes de educación y de eutanasia o los ERTE. Pero, una vez más, eludió el término «derogar» al hablar de la reforma laboral y utilizó en su lugar el de «modernizar».
Sánchez rechazó cualquier comparación con la situación de Portugal, que se encamina a unas elecciones tras el fracaso de Costa a la hora de aprobar unos Presupuestos, y destacó que en el país vecino el «botón electoral» no lo aprieta el primer ministro, sino el presidente de la República. «Espero que la legislatura dure hasta el año 2023», señaló para descartar un adelanto electoral, aunque no tiene asegurada todavía una mayoría para aprobar las cuentas públicas, que pasarán la próxima semana su primera prueba en el Congreso.
Las diferencias entre los socios de coalición en torno al contenido de la reforma laboral permanecen, pero, tras alcanzar un acuerdo sobre representación en las negociaciones, el Goberno trata de superar la crisis y ofrecer una imagen de coordinación.
Caricia de Díaz a Sánchez
Tanto Sánchez como las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz se esforzaron en transmitir sensación de cordialidad y evitar gestos que pudieran ser interpretados como de distanciamiento. Aunque un cambio en el protocolo de la cumbre con Portugal impidió que la prensa captara el momento del encuentro, en las imágenes difundidas por la Moncloa se aprecia como Díaz responde al saludo de Sánchez con una sonrisa y una caricia en la mejilla del presidente.
La escena refleja la tregua política impuesta en el Ejecutivo tras una semana de tensión interna sin precedentes, a la espera de la decisiva reunión que Sánchez mantendrá el próximo martes con las dos vicepresidentas para establecer la posición del Gobierno en la mesa de negociación.