Un eufórico Abascal exige la vicepresidencia y complica el panorama nacional a Casado
14 feb 2022 . Actualizado a las 12:50 h.El PP gana las elecciones de Castilla y León y todo apunta a que Mañueco podrá renovar al frente de la Junta, aunque Vox tendrá la última palabra, que es justo lo que Génova quería evitar en el momento de la convocatoria.
Con más del 99 % del voto escrutado, los populares lograron sumar 31 procuradores, lejos de la mayoría absoluta establecida en los 41 escaños, por lo que Santiago Abascal, uno de las grandes triunfadores de la noche con 13 representantes, tiene la llave del poder en su bolsillo.
Cualquier otra combinación parece extremadamente compleja. Con las fuerzas minoritarias la suma no alcanza, y aunque en los últimos días se especuló con la posibilidad de una abstención de los socialistas (28 procuradores) para establecer un cordón sanitario que alejara a Vox de la Junta, a estas alturas tampoco parece una senda transitable.
Santiago Abascal despejó cualquier duda sobre si exigirían al PP entrar en el Gobierno: «Qué cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan García-Gallardo», afirmó. «Vox tiene el derecho a formar gobierno en Castilla y León. El mandato es claro», reivindicó desde la sede del partido en Valladolid, hacia donde se desplazó, consciente de que le marcharían muy bien las cosas. Mañueco intentó esquivar el órdago de Abascal apelando «a un gobierno del PP para todos».
El PP recupera el primer puesto y obtiene dos procuradores más que en el 2019, sin embargo, la victoria viene cargada de amargura, ya que el escenario final es mucho más adverso que el trazado inicialmente en Génova, donde confiaban en gobernar sin depender de Vox. Incluso llegando a soñar con la absoluta. Casado perseguía dos objetivos en estos comicios. En primer lugar, dar un nuevo paso en su camino a la Moncloa. Y en clave interna, marcar terreno frente a Isabel Díaz Ayuso. Ninguno de ellos le ha salido como confiaba.
Tudanca, con los días contados
Tampoco pueden estar contentos en el PSOE. Dejan de ser la fuerza más votada y pierden siete procuradores. Las expectativas con las que afrontaron este proceso eran ya muy bajas, y solo al final de la campaña creyeron en una carambola que les pudiese dar el gobierno tras 35 años en manos de la centroderecha. El candidato socialista, Luis Tudanca, parece tener los días contados. «Otros vendrán», afirmó
Buena parte de los votos que el PSOE se dejó en el camino fueron a parar a la Unión del Pueblo Leonés (UPL), que pasa de un solo representante en las Cortes a tres, todos por esa provincia. Esta fuerza autonomista que no guarda ninguna relación con la España Vaciada reivindica una nueva autonomía para León, Zamora y Salamanca.
La que sí está integrada en la plataforma de la España Vaciada es Soria Ya, que se convirtió en otra de las grandes triunfadoras de la noche al obtener tres escaños en sus primeros comicios.
Finalmente, Por Ávila, una escisión del PP provincial que tampoco guarda relación con esta plataforma defiende el escaño con el que contó en la pasada legislatura. Los mismos que Unidas Podemos y que Ciudadanos.
Batacazo de Podemos y Cs
Morados y naranjas, los colores representativos de las dos fuerzas que hace apenas un par de años eran el paradigma de la nueva política, atraviesan horas difíciles. UP cede uno de los dos procuradores que tenían, pese a que en los anteriores comicios no se presentaron bajo la misma marca acuñada para la coalición, ya que Izquierda Unida decidió no concurrir. Es uno de los aspectos a los que se agarraban para cumplir su objetivo de crecer y lograr los tres representantes en las Cortes que les diera derecho a formar grupo propio, dando por seguro que rebasarían un umbral del 5 % del voto en el conjunto del territorio que finalmente superaron por los pelos. Este nuevo revés, el primero tras las elecciones de Madrid que acabaron con la carrera política de Pablo Iglesias, provocará movimientos internos al llegar en un momento en el que Yolanda Díaz planifica un nuevo proyecto para las próximas generales, razón por la que tomó una prudencial distancia con los morados en este proceso, lo que le generó ciertas críticas desde el búnker.
Por último, Ciudadanos arruinó las encuestas que apuntaban a que se convertiría en una formación extraparlamentaria, cuando en el 2019 había obtenido 12 procuradores. Igea logró resistir, aunque no será determinante.
Génova pide calma e intenta transmitir una felicidad que no acaba de calar
Génova pide calma. En la dirección nacional del PP se agarran con fuerza a la posibilidad de que Mañueco, que abrirá una ronda con todas las formaciones, gobierne en solitario. «Cada uno tendrá que responsabilizarse de lo que vote», afirman en la dirección, deslizando que su candidato podría presentarse a una investidura, sin confirmar ni desmentir la posibilidad de montar una coalición con Vox que no acaba de convencerles. Pese al discurso oficial El mensaje oficial era de alegría, pero las caras tras las mascarillas reflejaban lo contrario.