El parricida de Elche que mató a sus padres y hermano es frío, tímido y estaba enganchado al «Fortnite»
ESPAÑA

El adolescente de 15 años, que asesinó a su familia a tiros en Elche porque le castigaron sin videoconsola y wifi, no tenía antecedentes psiquiátricos
23 feb 2022 . Actualizado a las 16:16 h.El menor que protagonizó el terrible triple homicidio en la vivienda familiar de Elche el pasado viernes estaba muy enganchado al videojuego Fortnite, muy popular entre los jóvenes. Las primeras investigaciones parecen confirmar que Santi, de 15 años, atacó a su familia después de que su madre decidiera privarle de la videoconsola y el wifi como castigo por bajar su rendimiento académico. En el instituto donde estudiaba Secundaria, compañeros, amigos y profesores están desolados y sorprendidos con la tragedia ya que definen al joven como un estudiante «normal» que jamás había protagonizado incidentes ni actos violentos.
Fuentes policiales revelaron la «consternación» que sienten los investigadores ante la «frialdad» con la que el parricida de Elche confesó los crímenes y la «falta de arrepentimiento» mostrada por el menor, del que no se tiene conocimiento sobre antecedentes psiquiátricos o algún tipo de alteración patológica. Han podido constatar que el menor era «muy activo» en este videojuego -que se juega online con amigos- y tenía una gran presencia en redes sociales, cuando en persona es un chico «tímido». En este curso las calificaciones del parricida habían caído en picado, un mal rendimiento académico que algunos allegados vinculaban al excesivo número de horas que dedicaba a la viodeoconsola.

En un centro de menores
En las últimas horas se han conocido algunos detalles más de las circunstancias que han rodeado al triple crimen. El menor utilizó la escopeta de caza de su padre para matar a tiros, primero a su madre -con la que acababa de tener una discusión por el castigo que le había impuesto- y luego a su hermano, cuando acudió a ver qué ocurría tras escuchar los disparos. El padre llegó dos horas más tarde a la casa familiar, ubicada en la pedanía de Algora. Santi le esperaba armado y le acribilló nada más salir del vehículo. Durante tres días convivió con los cadáveres, que escondió en un antiguo garaje. Santi explicó a sus compañeros de instituto que no iba a clase porque estaba «aislado por Covid».
Algunos vecinos de la zona llegaron a escuchar los disparos, pero pensaron que eran cohetes. Relataron que los cuatro miembros de la familia solían salir juntos a andar en bicicleta por la zona y que nunca fueron testigos de peleas o discusiones con el chico.
El juzgado de Menores de Alicante que estaba de guardia atendió la petición de la Fiscalía y acordó su internamiento en régimen cerrado. Al cabo de un rato, un furgón de la Policía Nacional lo trasladó a un centro de medidas socioeducativas especializado en adolescentes. El Ayuntamiento de Elche, del que depende la pedanía en la que residía el menor, ha declarado tres días de luto oficial. El alcalde, Carlos González, aseguró «sentirse consternado» por unos hechos incomprensibles» que «han conmocionado a toda la ciudad».
