Pablo Echenique le dice a la ministra que «sabe lo que tiene que hacer»
09 may 2022 . Actualizado a las 13:38 h.Los socios del PSOE exigen a Pedro Sánchez la cabeza de Margarita Robles. De forma clara y directa, ERC, uno de sus principales aliados parlamentarios: «Debería dimitir». Con el mismo objetivo, aunque de forma menos cristalina, sus compañeros de coalición, Unidas Podemos: «Sabe lo que tiene que hacer, por dignidad», dijo Pablo Echenique, portavoz de una formación que percibe en la salida de la ministra de Defensa la mejor senda para que el Ejecutivo recupere la confianza de sus socios parlamentarios y, de paso, desembarazarse de uno de sus principales contrapesos dentro del Consejo de Ministros. Los encontronazos entre Robles con distintos representantes de Podemos en el Ejecutivo han sido constantes y sonados.
Esta animadversión generada por Robles dentro del independentismo quedó este miércoles en evidencia en la comparecencia de la ministra de Defensa en la comisión del ramo. Montserrat Bassa, portavoz de Esquerra, afirmó que «en una democracia plena, debería dimitir o ser cesada por legitimar el espionaje. Y no solo debería dimitir usted, sino que debería haber una cascada de ceses y dimisiones», dijo, para dar continuidad a los ataques iniciados la pasada semana por la cúpula de su formación, con Oriol Junqueras mostrándole la puerta de salida, y alimentados por su portavoz parlamentario, Gabriel Rufián, que este miércoles puso en duda la continuidad de la legislatura si Sánchez no tomaba medidas para que se depurasen responsabilidades sobre los supuestos casos de espionaje a distintos dirigentes políticos.
EH Bildu, la formación que resultó decisiva la pasada semana para que el Gobierno pudiera convalidar en la Cámara Baja su decreto anticrisis, mantiene un tono más sosegado, pero también exige explicaciones sobre Pegasus: «Esto es un escándalo político de un tamaño descomunal», afirmó Jon Iñarritu. El apoyo de los aberzales en la votación coincidió con la modificación del reglamento forzado por la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, para constituir la comisión de secretos oficiales, un asunto que la oposición relaciona como parte del precio pagado por el Ejecutivo para sacar adelante la votación, y que permitirá por primera vez que un representante de Bildu tenga acceso a la sala en la que se tratan los asuntos de seguridad nacional.
Pablo Echenique asistió a la comisión de Defensa para trasladar a Robles que se «asuman responsabilidades políticas al máximo nivel». No mencionó la palabra dimisión, pero su mensaje apunta claramente a este camino: «Sabe lo que tiene que hacer, por dignidad».
Defensa del CNI
Margarita Robles, desde «el mayor cariño, respeto y aprecio» a los votantes morados, recordó a Echenique que «su partido forma parte del Gobierno», por lo que tenían acceso directo a los informes del CNI. De este modo, le trasladó que «si creen que algo no es adecuado, se puede proponer, pero como no lo han propuesto, entiendo que no tienen ninguna duda con la actuación del CNI». La ministra de Defensa descartó cualquier tipo de actuación ilegal por parte de la inteligencia española. «Me siento orgullosa de los funcionarios públicos de este país. Especialmente orgullosa de nuestro Estado de derecho. Los servidores públicos cumplen escrupulosamente la ley», dijo. Para las explicaciones sobre Pegasus remitió a la comparecencia de hoy de la directora del CNI, Paz Esteban, en el marco de la comisión de secretos oficiales.
El PP salió en defensa de Margarita Robles. Un día después de que los populares rechazasen con su voto la creación de una comisión parlamentaria sobre el espionaje a dirigentes políticos, la principal fuerza de la oposición volvió este miércoles a proteger al Ejecutivo al hilo del escándalo de Pegasus. La ministra de Defensa compareció esta mañana en la comisión del ramo, y el presidente de la misma, el popular Bermúdez de Castro, moderó el debate abortando parte de las peticiones de explicaciones por parte de los aliados políticos del Gobierno, como EH Bildu y ERC, y de otras formaciones como la Cup.
Bermúdez de Castro consideró que la intervención de la diputada de Mireia Vehí, de la Cup, no estaba «guardando relación» con el objeto de la comparecencia. «Una cosa es que se realice algún comentario sobre temas de actualidad, y otra es que su intervención se ciña a ello», argumentó el presidente de la comisión de Defensa. «El CNI compete a la comisión de secretos oficiales», que se celebra a puerta cerrada y que se reunirá mañana para asistir a las explicaciones de la directora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban.
Pegasus amenaza con salpicar también a Félix Bolaños y a Grande-Marlaska
La crisis a la que asiste el Gobierno a raíz del espionaje a dirigentes políticos empieza a salpicar a otros responsables más allá de la ministra de Defensa, Margarita Robles, y de la directora del CNI, Paz Esteban.
El PP y Ciudadanos cuestionaron ayer la gestión del caso Pegasus realizada por el ministro de la Presidencia y hombre fuerte de Pedro Sánchez dentro del Ejecutivo, Félix Bolaños. Los populares, a través de su diputado Carlos Rojas, consideran que tendría «una responsabilidad política clara» en el caso de que, como sospechan, las escuchas al presidente del Gobierno se hubieran hecho públicas «con fines políticos», en un intento de sofocar las críticas de los dirigentes independentistas supuestamente espiados.
Por su parte, desde la formación naranja cuestionaron que el Gobierno descargue toda la responsabilidad del pinchazo del móvil de Sánchez sobre el CNI cuando la seguridad del móvil presidencial es competencia de Bolaños, según denunció el portavoz de Cs, Edmundo Bal.
La propia Margarita Robles invitó ayer en su comparecencia en el Congreso a dedicar «un minuto de tiempo» a consultar de quién depende la seguridad de los móviles que utiliza el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
«Transparencia»
Por el momento el nombre del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no se ha visto involucrado de forma directa, pero ya son varias las voces que apuntan a que cuerpos policiales dependientes de su ministerio también están capacitados para trabajar con el programa Pegasus. Por su parte, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, defendió que el Gobierno está actuando con «transparencia».