La guerra de los impuestos marca el ritmo a la política española

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El presidente valenciano, Ximo Puig.
El presidente valenciano, Ximo Puig. Jorge Gil | EUROPAPRESS

El socialista valenciano Ximo Puig rompe el discurso del PSOE y bajará el IRPF, como han anunciado comunidades del PP como Galicia

28 sep 2022 . Actualizado a las 09:55 h.

La guerra de los impuestos se ha convertido en el caballo de batalla de la larga precampaña de los comicios autonómicas y municipales de mayo del 2023. Tanto el PP como el PSOE se encuentran cómodos en ese marco político y están convencidos de que el debate les favorece. La estrategia del PP implica una ofensiva desde las comunidades en las que gobierna para deflactar el IRPF y anular o moderar el impuesto de patrimonio. El objetivo es presionar al Gobierno para que tome la misma medida en el tramo estatal de los tributos y acusar a Pedro Sánchez de, tal y como dijo el líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, «querer quedarse» con lo que está recaudando de mas como consecuencia de la inflación para luego distribuir esos recursos como considere oportuno y de la forma más electoralista.

El argumento del Gobierno, en cambio, es situar a los populares como el partido amigo de los ricos al suprimir el tributo de patrimonio. El Ejecutivo niega además que sea el momento de tocar el IRPF porque es necesario mantener la recaudación para abordar las ayudas sociales necesarias como consecuencia de la guerra de Ucrania

Ayudas por debajo de 60.000

En esa estrategia del PSOE se ha cruzado de pronto, sin embargo, el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, que este martes anunció la rebaja del IRPF en su comunidad para todas las rentas inferiores a los 60.000 euros que se aplicará en la declaración del 2022. Una cantidad que se sitúa incluso por encima de la propuesta del PP al Gobierno, que fija el umbral en los 40.000 euros. Además, el socialista Puig anunció un aumento del 10 % la cuantía exenta de tributación y el incremento del 10 % en todas las deducciones y bonificaciones fiscales. Ofrece una deducción de 100 euros para familias que estén pagando una hipoteca y tengan un límite de 30.000 euros en renta individual y de 47.000 en conjunta. En total, se dejarán de recaudar 149 millones euros.

El anuncio de Ximo Puig rompe el discurso del PSOE sobre la necesidad de mantener el IRPF y de centrase en aumentar la presión fiscal sobre las grandes fortunas. Su decisión, que le alinea así con las comunidades del PP que ya han aplicado rebajas fiscales —como Madrid, Andalucía, Murcia y Galicia— ha provocado un fuerte malestar en el Gobierno, que este martes apeló a la «responsabilidad» de todas las autonomías en su política fiscal.

Además, el presidente socialista aragonés, Javier Lambán, admitió también la «posibilidad» bajar el IRPF si los cuatro partidos que forman su Gobierno se ponen de acuerdo. La decisión de Puig llega solo una semana después de que él mismo pidiera un castigo en el reparto de fondos a las comunidades que bajan los impuestos. Sin desautorizar a Puig, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, pidió «responsabilidad» porque que «cada vez que hablamos de rebajar impuestos está el debate de qué recortar».

El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, fue más explícito y se desmarcó abiertamente de Puig: «Las competiciones a la baja no me gustan mucho», aseguró en referencia a la pugna en la que ahora ha entrado su compañero de filas.