El secuestro del bebé en Bilbao: El Gobierno vasco reconoce fallos en la seguridad del hospital de Basurto

La Voz AGENCIAS

ESPAÑA

Vista del Hospital de Basurto, en Bilbao, donde un bebé recién nacido fue secuestrado por una mujer
Vista del Hospital de Basurto, en Bilbao, donde un bebé recién nacido fue secuestrado por una mujer Luis Tejido | EFE

«Es obvio que algo falla y, sobre todo, en los servicios de maternidad» afirma la consejera de Salud en el Parlamento vasco

28 oct 2022 . Actualizado a las 16:52 h.

La consejera de Salud vasca, Gotzone Sagardui, ha reconocido que «es evidente que, si se llegó a consumar el rapto de un bebé» en el Hospital bilbaíno de Basurto, es que «se dieron las circunstancias para ello» pero ha rechazado adelantarse a las conclusiones del grupo de trabajo de Osakidetza que investiga lo ocurrido, y ha recordado que se trabaja en «identificar esas circunstancias» y determinar «qué medidas se pueden incorporar a los protocolos para conciliar la seguridad del paciente con la cercanía y el calor humano que la atención sanitaria requiere».

En el pleno de control al Gobierno que celebra la Cámara vasca, la parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, ha preguntado a la consejera sobre la seguridad en los hospitales de la comunidad autónoma vasca después de que la semana pasada un bebé fuera secuestrado en el Hospital de Basurto por una mujer y después fuera recuperado en buen estado por la Ertzaintza.

 

Martínez cree que este suceso confirma que «es obvio que algo falla en los protocolos de Osakidetza para garantizar la seguridad en sus hospitales y, sobre todo, en los servicios de Maternidad». Además, ha criticado la «inacción» del Ejecutivo y ha pedido «depurar responsabilidades».

Sagardui ha señalado que al día siguiente del secuestro, el 20 de octubre, se reunió el equipo corporativo de Seguridad del Paciente de Osakidetza junto con los máximos responsables de la gestión del Hospital de Basurto y ha recordado que el Gobierno vasco dispone de una estrategia de seguridad del paciente que establece los pasos a seguir cuando se produce un evento o caso grave o se detecta un mal funcionamiento de los protocolos de seguridad.

Por ello, el viernes 21, el grupo de referentes de seguridad de Gestación, Parto y Puerperio mantuvo una reunión y «todavía no han elevado sus conclusiones definitivas».  «Más allá de la responsabilidad de la persona que robó al bebé, que corresponde al ámbito judicial, estamos analizando las tres circunstancias que han hecho posible, a nuestro entender, que ocurriera este suceso», ha explicado.

En este sentido, ha detallado que se analiza la «validez o adecuado cumplimiento» del protocolo No me dejéis solo, la identificación de personas que trabajan en el entorno hospitalario y cuya suplantación se produjo en el robo del bebé, y la accesibilidad a los centros hospitalarios. Sin embargo, ha señalado que lo hacen «desde la realidad y con lo que está establecido como procedimiento para hacerlo» porque «hay un seguimiento de las medidas de seguridad».

«La conjunción de esos tres elementos que he mencionado ha sido la que posibilitó efectivamente ese robo del bebé. Pero yo no me quiero adelantar a las conclusiones que nos facilita el grupo de trabajo, porque esa es su función y por eso hay establecido un procedimiento para cuando alguno de los protocolos que tenemos, sea de seguridad o sea asistenciales, no funciona adecuadamente», ha insistido.

Sagardui ha afirmado que «la identificación de los problemas parece un ejercicio sencillo, fácil de decir, pero la búsqueda de una alternativa, una medida no lo es tanto» y ha subrayado que «en eso también se está trabajando».

«La seguridad del paciente no es un mero control de accesos, tiene que ver con muchos factores como la adecuación del tratamiento a establecer, la calidad del cuidado, el trato humano; y el cierre a cal y canto de los hospitales va en contra de esos principios», ha subrayado.