Sánchez exige respeto a Milei y le avisa de que habrá más medidas si no rectifica
ESPAÑA
El Gobierno pide al PP que defienda «las instituciones» frente a los insultos
22 may 2024 . Actualizado a las 08:11 h.Lejos de amainar, arrecia. El conflicto diplomático provocado por el presidente argentino, Javier Milei, que tachó de «corrupta» a la esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la reacción del Ejecutivo español, que llamó a consultas a su embajador en Buenos Aires, se agrava. Sánchez exigió este lunes una rectificación al político argentino y advirtió de que, si esta no se produce, «habrá una respuesta acorde a la dignidad de la democracia española y a los lazos de hermandad» entre ambos países. Sánchez no aclaró si esa respuesta puede ser la ruptura de relaciones diplomáticas, que sería la más grave.
«Soy consciente de que quien habló ayer no lo hizo en nombre del gran pueblo argentino», dijo el presidente durante su intervención en un foro económico. «España y Argentina son dos países hermanos cuyos pueblos se quieren y se respetan», afirmó, aunque aseguró también que «entre los gobiernos los afectos son libres, pero el respeto es irrenunciable». «No ha a estado a la altura con sus declaraciones», dijo sobre Milei.
A la llamada a consultas «sine die» a la embajadora española en Buenos Aires se sumó este lunes la llamada del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, al embajador argentino en España, Roberto Bosch, para pedir explicaciones y solicitar una rectificación. Tras media hora de reunión, Bosch abandonó la sede del ministerio sin hacer declaraciones.
Albares no descartó tampoco la toma de nuevas medidas en el caso de que no se rectifique, sin llegar a aclarar cuáles son esas medidas. Aunque el PP moderó su respuesta inicial y aclaró su rechazo a las palabras de Milei, esa respuesta no fue suficiente a ojos del Gobierno.
Exigencia al PP
«Defender las instituciones españolas de insultos y difamaciones que puedan hacer mandatarios extranjeros no entiende de peros, porque más allá de lo ideológico está la educación y el patriotismo», aseveró Sánchez
El vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, había modulado la reacción inicial del PP afirmando que «el discurso de Milei es, desde luego, una intromisión en política nacional». Pons calificó de «espectáculo chocante» las declaraciones de Milei, pero acusó al líder del PSOE de «exagerar». «Con todos mis respetos, la mujer de Sánchez no es un asunto de Estado» y «convertirla en la razón de una posible ruptura de relaciones diplomáticas es exagerar muchísimo», afirmó.
El ministro Albares insistió en que «en esa exigencia de disculpas, el que primero debe disculparse es [Santiago] Abascal y Vox», por haber «jaleado y reírse de esos insultos», pero también el PP «que una vez más se equivoca cuando escoge ser oposición cuando ayer (por el domingo) era un día para ser España».
«Aunque veo un inicio de rectificación, sobran peros y falta contundencia en defender nuestras instituciones», aseveró Albares sobre la actitud del PP.
A las puertas de la campaña de las elecciones europeas, Pedro Sánchez se refirió también al acto convocado por Vox en el que se produjeron las declaraciones de Milei y aseguró que «lo que vivimos ayer en Madrid habla del riesgo que representa esta internacional ultraderechista». Sánchez censuró también las palabras de Santiago Abascal en las que el líder de Vox se preguntó «cómo es posible que no hayamos sacado a patadas o corrido a gorrazos a un Gobierno ilegítimo». Una declaración que, según el presidente del Gobierno, llama a la «violencia política».
Tensión continua entre el líder del PSOE y el mandatario argentino
La tensión entre el presidente argentino, Javier Milei, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha mantenido desde la elección del primero como presidente de su país. Sánchez no acudió a la toma de posesión del mandatario argentino, aunque sí asistió el rey Felipe VI. El jefe del Gobierno español no felicitó tampoco a Milei por su triunfo en las elecciones, como es habitual entre los gobiernos de dos países aliados.
El protagonizado por el presidente argentino durante su visita a España no es el primer encontronazo entre el Gobierno español y Javier Milei. El ministro de Transportes, Óscar Puente, acusó el pasado 4 de mayo al mandatario argentino de consumir drogas. «¿Os acordáis cuando salió no sé en qué estado previo a la ingesta o después de la ingesta de no sé qué sustancias?», preguntó Puente durante una mesa redonda sobre comunicación y redes sociales celebrada por el PSOE en Salamanca.
En aquella ocasión, las palabras del ministro provocaron una dura reacción del Gobierno argentino, que en un comunicado repudió «las calumnias e injurias» formuladas por Puente y aseguro que Pedro Sánchez «tiene problemas más importantes de los que ocuparse, como las acusaciones de corrupción que caen sobre su esposa, asunto que lo llevó incluso a evaluar su renuncia».
Milei echa fuego a la crisis diplomática a su vuelta a Argentina
CECILIA VALDEZ
BUENOS AIRES / E. LA VOZ
Mientras el conflicto entre los Gobiernos de Argentina y España escala, y tiene un final aún incierto, el presidente Javier Milei aterrizó en Buenos Aires el lunes por la mañana (hora argentina), luego de su gira por Madrid, y siguió alimentando la polémica. Varios funcionarios de la Administración ultraderechista ya dejaron claro que Milei no pedirá disculpas, pero el tema colmó la agenda mediática y provocó un fuerte rechazo del arco opositor.
«Hola a todos...!!! Volvió el León, surfeando sobre una ola de lágrimas socialistas… Viva la libertad carajo», indicó el mandatario a través de las redes sociales, en clara alusión a los socialistas españoles. En su cuenta de X, Milei tuvo un ida y vuelta con varios usuarios de esa red, algunos más elogiosos que otros. En uno de ellos, le pidieron que «no se aleje de la gente común» y que no se olvide que entre las prioridades está «bajar la pobreza» y «después salir a dar conferencias», a lo que el libertario respondió que sus charlas son «un potente atractivo de inversiones».
Luego de que, durante el domingo, ya desatada la polémica, tanto el portavoz presidencial, Manuel Adorni, como el ministro del Interior, Guillermo Francos —dos de los hombres fuertes del Gobierno—, dejaran claro que Milei no pedirá disculpas al Ejecutivo de España, y recordaran que antes ellos «lo trataron [primero] de odiador, de negacionista, de ‘ingerir sustancias', de autoritario, de antidemocrático y de ser gente ‘muy mala'». Este lunes, durante su habitual rueda de prensa, y pese a la insistencia, y la preocupación, expresada por todos los medios presentes, Adorni trató de minimizar el conflicto y ratificó lo dicho.
En este sentido, calificó la reacción del Gobierno español —de llamar a consultas a su embajadora—, como «una decisión poco meditada», y dijo que fueron «llamativas e impulsivas» las «amenazas del ministro de relaciones exteriores español», al mismo tiempo que redobló la apuesta al reclamarle a los funcionarios españoles que pidan disculpas «por los agravios endilgados a Javier Milei». También sostuvo que en su discurso el presidente argentino habló de corrupción sin dar nombres y que aquí «no hay ningún problema diplomático».
México, Chile y Colombia
Milei sabe mucho de polémicas, y el enfrentamiento con Sánchez se inscribe en una saga más amplia. Desde que asumió el cargo, el argentino ya ha mantenido disputas con varios presidentes de centroizquierda como el presidente de México, Manuel López Obrador, Gabriel Boric (Chile) y Gustavo Petro (Colombia), quien también llamó a consultas a su embajador en Buenos Aires, después de que el libertario lo calificara de «comunista asesino». Pero ni Milei, ni (paradójicamente) su ministra de Asuntos Exteriores, Diana Mondino, se caracterizan por su diplomacia, y han afrontado disputas, incluso, con dos de sus principales socios comerciales: China y Brasil.
Hace algunas semanas, Mondino volvió a sorprender cuando en una entrevista en la que fue consultada por la presencia de una base militar china en la Patagonia sostuvo que, en su investigación, no identificaron personal militar porque «los chinos son todos iguales».
Varios dirigentes de la Unión Cívica Radical, y de gran parte del arco opositor, criticaron los dichos de Milei y mostraron su preocupación por el deterioro de los vínculos con España.