Este murciano, oculto en Bucarest desde hace años, tiene 33 requisitorias por más de 300 denuncias por todo el territorio nacional
04 jun 2024 . Actualizado a las 11:04 h.Daniel M.V. era una obsesión. Una pesadilla que ha durado casi tres años para los equipos de delitos tecnológicos de la Policía Nacional, Guardia Civil y las policías autonómicas. Pero finalmente, este murciano de 29 años de la Vega Alta del Segura refugiado desde hace años en Rumanía, el ciberdelincuente más buscado de la historia de España, ha sido detenido en Bucarest.
Su historial no tiene parangón en el mundo de las estafas en red en España: tiene 33 requisitorias por más de 300 denuncias de todo tipo imaginable de delitos online y por todo el territorio nacional. Y nadie descarta que tras su captura se le puedan imputar nuevos timos y estafas a través de internet.
La denominada operación Kalinka-Tirano que ha dado con el paradero de Daniel M.V. comenzó en agosto del 2021 cuando se personaron en dependencias de la Guardia Civil cinco personas denunciando haber sido estafados previo secuestro de sus cuentas de Whatsapp. Aquello fue solo el principio de una enorme cascada de denuncias por delitos idénticos. Solo ante la Policía Nacional por las mismas fechas se personaron otras ocho víctimas.
Los equipos conjuntos de ambos cuerpos en poco tiempo llegaron a contabilizar más de tres centenares de denuncias por todo tipo de fraudes, pero con origen en los mismos puntos: suplantación mediante secuestro de cuentas de WhatsApp y solicitud de dinero a contactos, estafa de alquileres vacacionales, contratación de micro préstamos fraudulentos a nombre de terceros, apertura de cuentas bancarias usurpando la identidad de terceros, phising (método para obtener claves bancarias y otra información confidencial haciéndose pasar por una institución de confianza en un mensaje de correo electrónico), o smishing (ataque de ingeniería social que utiliza mensajes de texto móviles falsos para engañar a las personas para que descarguen programas maliciosos, compartan información confidencial o envíen dinero a los cibercriminales).
En los últimos tiempos este ciberdelincuente se había volcado en el tristemente famoso cibertimo del hijo en apuros (remisión de mensajes por aplicaciones de mensajería en los que se hacen pasar por los hijos de las víctimas solicitando dinero de manera urgente para cubrir una supuesta emergencia). En un primer momento, los agentes llegaron a identificar en Murcia, Málaga, Alicante y Tenerife a cinco de los miembros de la organización y a raíz de ellos llegaron al líder del grupo, «autor principal y destinatario final del dinero» y que, buscado por decenas de delitos en España, se encontraba huido en Rumanía.
Más de diez millones de euros
Una vez localizado Daniel M.V. en el extrarradio de Bucarest gracias a la colaboración de la policía de aquel país, los funcionarios españoles descubrieron que este individuo había adquirido una impresora industrial para la impresión de documentos de identidad en soporte físico, «los cuales empleaba para la apertura telemática de cuentas bancarias con identidades usurpadas o falsas, utilizando las mismas para la obtención y el blanqueo del dinero obtenido fraudulentamente», según explican fuentes del caso.
Luego, el ciberdelincuente empleaba ese dinero en la compra de criptomonedas. Con esas 55 identidades robadas, y a través de cientos de cuentas abiertas, el detenido, según el Ministerio del Interior, habría realizado «movimientos» por valor de más de diez millones de euros.
En el registro practicado en su domicilio del Bucarest, se intervino una estación de minado de criptomonedas, dos ordenadores portátiles, discos duros de una CPU de sobremesa, varias tarjetas bancarias fraudulentas, una impresora industrial especial para la impresión de tarjetas, más de medio centenar de documentos nacionales de identidad españoles falsificados, así como cientos de soportes de tarjeta para su impresión.
La autoridades españolas ya han emitido una Orden Europea de Investigación (OEI) y una Orden Europea de Detención y entrega (OEDE) por lo que miembros de Policía Nacional y Guardia Civil, se desplazaron hasta la ciudad de Bucarest al objeto de dar apoyo a las autoridades rumanas en la cumplimentación de las órdenes cursadas por el Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona, que es el que ha coordinado la investigación, que ha corrido a cargo de agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Guardia Civil de Navarra y del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Brigada de Policía Judicial de Policía Nacional de la misma comunidad foral. Daniel M.V. ya se encuentra de vuelta en España e ingresó directamente en prisión para su puesta a disposición de la justicia.