
La mujer desapareció el pasado mes de febrero en extrañas circunstancias. Pese a que David Knezevich se ha declarado no culpable del cargo de secuestro, la fiscalía de Miami le mantiene en prisión preventiva sin fianza por riesgo de fuga
12 jun 2024 . Actualizado a las 15:26 h.La empresaria Ana María Henao desapareció el pasado 2 de febrero en Madrid, a donde se había mudado escapando de un divorcio complicado. Junto a su marido David Knezevich había emprendido varios negocios, con los que había obtenido beneficios millonarios. Y fue precisamente el reparto de este conglomerado de empresas lo que dificultó que el divorcio saliese adelante. Mientras Ana María Henao pretendía una división del 50 % del patrimonio, su marido, serbio naturalizado estadounidense, quería el 75 %. Este puede ser según el FBI el móvil de la desaparición.
David Knezevich fue detenido el 4 de mayo en el aeropuerto de Miami, como principal sospechoso de la desaparición de su mujer imputado por un delito de secuestro. Compareció el lunes 10 de junio ante el juez en el estado de Florida para la lectura formal del cargo y se declaró inocente. De acuerdo con la información de la agencia Efe, la autoridades estadounidenses, en consideración de la naturaleza del delito y el riesgo de fuga, ordenaron la «detención preventiva» sin derecho a fianza.
La hipótesis que baraja la policía es que David viajó desde Belgrado a Madrid en coche para asesinarla y deshacerse del cadáver. El FBI envió a siete agentes que viajaron a España para seguir con la investigación y tratar de localizar a Ana María.

Pistas que lo inculpan: un coche alquilado, espray para taparlas cámaras, una maleta y un mensaje en «perfecto colombiano»
El día de la desaparición de Ana María, David Knezevich supuestamente se encontraba en su Serbia natal. El mismo ha negado haber estado en España esos días, pero su coche de alquiler pasó por un peaje del aeropuerto de Madrid justo en esa fecha. Cuatro días antes había alquilado un automóvil marca Peugeot, y justo en esos días en España un hombre denunció que le habían robado su matrícula: la misma que luego fue vista sobre un Peugeot transitando por la calle donde estaba ubicado el apartamento de Ana María. Posteriormente, el sitio de alquiler de coches reportó a las autoridades que cuando Knezevich devolvió el coche le había tintado los cristales, el marco de la matrícula había sido cambiado y que dos etiquetas del vehículo habían sido retiradas.
La Policía española obtuvo una copia de una cámara de seguridad en una tienda local en la que aparece «un individuo que parecía ser Knezevich» comprando la misma marca de pintura y dos rollos de cinta adhesiva al mediodía de ese 2 de febrero. La descripción encaja con hombre que el día de la desaparición de Ana María llevaba un casco de motociclista y roció con espray de pintura en las cámaras de seguridad del edificio de apartamentos en Madrid en el que ella se alojaba, tal y como había alertado la vecina. Un hora después, las cámaras lograron registrar al mismo hombre abandonando el edificio llevando una maleta.
De acuerdo con la investigación del FBI, días antes de la desaparición de su esposa, David Knezevich le escribió a una mujer colombiana que había conocido unos meses antes a través de una aplicación de citas para que le hiciera el favor de transcribir en «perfecto colombiano» un mensaje. Le aseguró que era para una amiga suya guionista. Pero el mensaje traducido es el mismo que recibieron luego las dos amigas de Ana María el día 3 de febrero.

¿Qué es lo último que se sabe de Ana María?
El viernes 2 de febrero fue la última vez que se la vio. Entraba al piso después de ir a ver un piso con su amiga española. Se le acababa el contrato en marzo, por lo que estaba buscando otro lugar para vivir. Esa misma noche escribió un mensaje a su amiga diciéndole que no le había gustado el apartamento que habían visto. No contestó a ningún otro mensaje que su amiga le envió, lo que le resultó extraño, pues tenían un viaje el día 5 a Barcelona para acudir a un evento con el que Ana María estaba «muy ilusionada».
Al día siguiente, día 3 de febrero, mandó dos mensajes idénticos. Uno a esta amiga española. Y otro a una amiga que vive en Suecia, y que iba a venir a visitarla la semana siguiente. El primero en castellano y el otro en inglés. «Conocí a una persona muy chévere. Tiene una casa de recreo a unas dos horas de Madrid. Ahora nos vamos y pasaré unos días allí. Aunque apenas hay señal. Te marco cuando vuelva». Es exactamente el mismo texto que días atrás su marido había mandado traducir a «colombiano».
A sus amigas el mensaje les pareció raro: además del contenido, era como si no lo hubieran escrito ella. No era su manera de escribir ni de expresarse. Por lo que su amiga española se presentó en su casa. Al no abrirle la puerta decide llamar a los servicios de emergencias. Los bomberos entraron en la casa pero no encontraron nada fuera de lo normal. Denunciaron la desaparición.
David Knezevich, sigue en prisión a la espera de juicio en Miami, mientras sigue la investigación en Madrid para encontrar a Ana María Henao.