Puigdemont cree que Sánchez «no es consciente de que no tiene mayoría para gobernar»

Xavier Gual BARCELONA / E. LA VOZ

ESPAÑA

El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont.
El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont. PABLO GARRIGÓS | EFE

Insta a sus diputados en Madrid y el Parlamento catalán a «aprovechar la debilidad» de Illa y la del líder socialista

02 oct 2024 . Actualizado a las 21:54 h.

Carles Puigdemont no parece estar dispuesto a dejar la primera línea de la política, tal como se comprometió hace apenas unos meses. El líder de Junts convocó ayer en Waterloo (Bélgica) a sus diputados en el Congreso y en el Parlamento de Cataluña con el fin de preparar el debate de política general en la Cámara autonómica de la semana que viene, que dará inicio al curso político.

Consciente de que los suyos necesitan una fuerte inyección de moral, alejados como nunca antes del poder institucional, Puigdemont tiró de vocabulario bélico para recordar a sus siete representantes en el Congreso, que son «decisivos» para sostener la mayoría que dio la investidura a Pedro Sánchez. Al presidente del Gobierno le envió un mensaje directo en tono amenazador: que trate «directamente con Junts», en lugar de utilizar a los empresarios catalanes como intermediarios, en alusión al encuentro que el lunes mantuvo en Barcelona con miembros del Círculo de Economía.

A sus diputados, los emplazó a salir de los «cuarteles de invierno» y «pasar a la ofensiva» para «construir la alternativa» al Gobierno «débil» de Salvador Illa, que cuenta solo con los 42 escaños de su grupo parlamentario, fruto de un pacto «que no se creen ni los que lo han firmado», en alusión a Esquerra y los comunes.

«Junts hace en Madrid lo que Illa no hace: más dinero para los catalanes, ¿cómo se puede renunciar a esto?», señaló en referencia a las negociaciones sobre la senda de déficit que mantiene con el Gobierno del PSOE y Sumar, en las que los junteros exigen más dinero para la comunidad. «Hay que defender que la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, gobernadas por Illa y Collboni, tengan más dinero; el principal beneficiario de nuestro papel en Madrid es Illa, hagamos un papel que él no hace», remachó el expresidente catalán, fugado en Bélgica desde finales del mes de octubre del 2017, tras proclamar la independencia.

Erigidos como única alternativa

Ante este panorama, reivindicó el papel de su partido como única alternativa al Gobierno de Illa, convertido en el principal destino de sus críticas, al que acusó de pretender «desnacionalizar» Cataluña cuando el PSC habla de «normalizar» la comunidad, y de estar influenciado de forma «notable» por la entidad constitucionalista Sociedad Civil Catalana (SCC). También le lanzó otro dardo a cuenta del 1-O, al reprocharle que el martes no dedicara «ni un minuto» a los catalanes «que fueron agredidos» durante el referendo unilateral de independencia del 2017.

La prensa esperaba que en su comparecencia de este miércoles, Puigdemont desvelara su futuro inmediato, después de que en campaña electoral se comprometiera a dejar la primera línea de la política si no volvía a Cataluña como inquilino del palacio de la Generalitat. Pero sobre esta cuestión, ni una sola palabra.

A menos de un mes del congreso que su partido celebrará en Calella (Barcelona) el último fin de semana de octubre, nadie sabe a ciencia cierta si el líder del procés acabará ocupando su escaño como jefe de la oposición en la Cámara catalana (aunque sea de forma telemática mientras no consiga la amnistía), o si presentará su candidatura a la presidencia de Junts, cargo que ya ostentó hasta el año 2022, y que desde entonces está en manos de Laura Borràs. Condenada por corrupción, la actual presidenta se resiste a tener un papel secundario en el partido, mientras se da prácticamente por seguro que Jordi Turull continuará como secretario general.

Junts centrará su acción política en denunciar los «incumplimientos y falsas promesas» del PSOE y del PSC para «mantener en tensión a los Gobiernos del Estado y la Generalitat». Así se refleja en la ponencia política que debatirán los posconvergentes en el congreso de Calella. El documento, aprobado ya por la ejecutiva, todavía está abierto a enmiendas por parte de los afiliados. «JxCat no se siente parte de ninguna mayoría parlamentaria estable porque nuestra estrategia es de confrontación, y si el Gobierno del PSOE pierde nuestro apoyo porque incumple sus compromisos, la responsabilidad será suya», reza el texto congresual difundido ayer por el partido.