Un mes con miles de militares de la UME en Valencia: «Estaremos hasta que se nos necesite»

Carlos Peralta
C. peralta REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Profesionales de la Unidad Militar de Emergencias (UME) retiran vehículos averiados del barranco del Poyo.
Profesionales de la Unidad Militar de Emergencias (UME) retiran vehículos averiados del barranco del Poyo. Chema Moya | EFE

Los profesionales de la Unidad siguen con las labores de búsqueda de desaparecidos y han participado en mil operaciones de limpieza y apertura de viales

29 nov 2024 . Actualizado a las 08:53 h.

Los progresos en las zonas afectadas por la dana no podrían entenderse sin voluntarios, bomberos, personal de mantenimiento de carreteras, Protección Civil y un extenso etcétera. Tampoco sin la Unidad Militar de Emergencias (UME), que llegó, no sin dificultad, primero a la comarca de Uriel-Requena y, ni 24 horas después, al resto de las zonas inundadas. El miércoles 30 de octubre, la UME desplegó a cerca de mil profesionales del batallón tres. Los demás llegaron poco después, por lo que actualmente trabajan en la provincia de Valencia cerca de 2.100 miembros de la UME. El total, tras sumar el resto de militares de los tres Ejércitos, es de 8.000 desplegados.

«Somos militares y cumplimos órdenes. Estaremos hasta que se nos necesite», explica desde Valencia Alberto Vázquez, ferrolano y responsable de prensa de esta unidad militar. Algunos de sus compañeros, en coordinación con otros cuerpos del Ejército, Salvamento Marítimo y la Guardia Civil, prosiguen las labores de búsqueda de desaparecidos. Quedan aún, ya superado el mes desde el 29 de octubre, cuatro personas en paradero desconocido. «Utilizamos equipos especializados con drones, personal de tierra que va batiendo las orillas de los cauces de los ríos y perros especializados en búsqueda de restos», explica. Al principio, muchos de los 3.000 trabajos que han desarrollado se centraron en rescates. Durante todo este tiempo han realizado más de mil operaciones de limpieza y apertura de viales y 300 achiques de agua de garajes y sótanos. La UME es, incluso, el primer eslabón a la hora de intervenir en espacios subterráneos. «El Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales tomaba mediciones de gases en los colectores para que luego entraran empresas a limpiarlo», relata Vázquez. La limpieza de estos espacios sigue siendo prioritaria. «Es imposible llegar a todos a la vez, se va poco a poco. Después del achique de agua queda el lodo y hay que retirarlo de una manera segura y ordenada. Hay que quitar el lodo sin echarlo a las alcantarillas porque se vuelven a obstruir», añade.

La UME coincide con el Gali, el Brif, los bomberos de las distintas ciudades de Galicia y tantos y tantos cuerpos que trabajan sobre el extenso terreno afectado. El agradecimiento y el cariño de los vecinos son incalculables. «Sentir que somos necesarios es una gasolina tremenda para el motor de cada uno. Hay que destacar su gran resiliencia porque han vivido una situación de gran impacto», remarca Vázquez.

Las comunicaciones son esenciales. En ello centraron sus esfuerzos las primeras semanas desde el Cecopi. La UME forma parte de todo este proceso. «Se han instalado puentes para mejorar la vialidad y los accesos», remarca. La unidad militar ha habilitado cuatro puentes en Picaña, Ribarroja del Turia, Cheste y Buñol. «Todo eso mejora muchísimo lo que es el día a día de la gente», sentencia.