La jueza creyó el testimonio del hijo pequeño de Juana Rivas y el «peligro extremo» que siente al lado de su padre: «Tiene mucho miedo»

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Juana Rivas, en una foto de archivo
Juana Rivas, en una foto de archivo ÁLEX CÁMARA | EUROPA PRESS

Este martes se suspendía in extremis y de forma cautelar la entrega de Daniel, de 10 años, a su padre Francesco Arcuri, con quien vive en Italia. Su progenitor está siendo investigado por malos tratos y tanto la madre como el hermano del pequeño agotaron las vías legales para que no regresase tras un permiso de vacaciones

08 ene 2025 . Actualizado a las 14:33 h.

Juana Rivas ha conseguido mantener en España a su hijo menor, Daniel, de 10 años.Tras un martes frenético en el que se agotaron todos los recursos legales para que el menor no regresase a Italia con su padre, la jueza de Granada suspendía en plena noche la entrega del niño de forma cautelar. Lo hacía a solo unos minutos de que empezase la jornada del miércoles, día en el que Daniel tendría que volver a Italia con su padre, Francesco Arcuri.  

Previo a esta decisión, la jueza consideró que el testimonio del pequeño era «serio y convincente» en relación al «temor» que siente por su seguridad y el «peligro extremo para su integridad física» que dijo padecer si regresaba con su progenitor a Italia, donde está siendo investigado por malos tratos. 

Así lo expresa la magistrada del Juzgado de Instrucción número 4 de Granada, Susana Álvarez Civantos, en el auto en el que anoche, en funciones de guardia, acordó la suspensión provisional de la entrega del menor acordada por la Corte de Apelación de Cagliari para este miércoles tras pasar las fiestas navideñas con su madre en España.

La jueza tomó esta decisión tras escuchar el testimonio del pequeño y en la línea de lo que habían solicitado tanto la Fiscalía de Granada como la representación legal de la madre, Juana Rivas, con el objetivo de proteger al menor, según se desprende del auto, consultado por Europa Press y contra el que cabe recurso.

La instructora expone en el escrito que el padre, el italiano Francesco Arcuri, consta como investigado en su país por presuntamente «haber maltratado a sus hijos (....) sometiéndoles habitualmente a violencia física, vejaciones, injurias y amenazas generando en ellos graves estados de ansia y temor». Así consta en la resolución dictada al efecto por la Fiscalía General de la República en el Tribunal de Apelación de Cagliari y que fue aportada al juzgado granadino.

El relato del hijo pequeño de Juana Rivas la instructora «lo reputa serio y convincente habiendo expresado la situación de temor por su seguridad y peligro extremo que siente padecer en caso de retorno con su padre», todo ello remitiéndose al contenido de la exploración efectuada al pequeño en la que expresó que «tiene mucho miedo y que no puede volver».

Así, a la vista de la documental aportada, de la exploración del menor y de lo interesado por la Fiscalía y, «dada la situación de urgencia» que concurre, la instructora acordó anoche mismo «la inmediata protección» del pequeño suspendiendo de forma provisional su entrega al padre en base al Convenio de La Haya y demás normativa existente a fin de primar el «interés superior del menor».

La decisión va en la línea de lo solicitado por los abogados de Juana Rivas. Esta parte presentó un escrito ante el juzgado pidiendo la permanencia en territorio español del pequeño y que continúe residiendo con su madre y su hermano en el domicilio en el que han pasado las fiestas navideñas o que fuera entregado cautelarmente a un centro de protección de menores ante la situación de «desesperación y riesgo» que, según expusieron, existe para él si regresa a Italia.

La jueza de guardia se ha inhibido en favor del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada que deberá ahora decidir si le corresponde asumir el procedimiento, dado que en el mismo ya constaba una denuncia por malos tratos presentada por la madre. Esa denuncia se encuentra actualmente archivada, pero la decisión de archivo no es firme dado que se encuentra recurrida en reforma ante el propio Juzgado de Violencia.

A pesar de que el menor seguirá por el momento en España, los abogados de la granadina lamentaron este miércoles haberse encontrado «con un muro» entre la justicia española e italiana, a pesar de que ambos países pertenecen a la Unión Europea. Además, la representación de Rivas ha censurado lo «muchísimo» que les ha «costado» que un juez haya escuchado por primera vez el testimonio de Daniel. 

Por el momento, señalan que el pequeño permanecerá en España «con la máxima normalidad, estar escolarizado, conviviendo con su madre y su hermano», que aseguran que están muy felices, contentos de estar por fin juntos y muy satisfechos por la decisión adoptada».

La defensa del padre

La representación legal de Francesco Arcuri ha calificado de insólito e irregular la paralización provisional de la vuelta a Italia del hijo menor con su padre, que tiene la custodia, y ha confiado en que la justicia italiana revierta la situación.

En declaraciones a Efe, el abogado de Arcuri, Enrique Zambrano, ha calificado de «absolutamente insólito e irregular» la decisión tomada este martes por la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Granada. Zambrano ha confiado además en que la Corte de Apelación de Cagliari, el equivalente a una audiencia provincial, revierta este miércoles la situación y exija la vuelta a Italia del menor, como ya reclamó este martes.

Una contrarreloj

Juana Rivas y su familia vivieron este martes una frenética contrarreloj para mantener a Daniel en España. En su contra jugaba la orden de la Corte de Apelación de la localidad italiana de Cagliari que exigiía a la madre de Maracena, Granada, que su pequeño regresase con su padre, Francesco Arcuri.

Al contrario que su hijo, Gabriel, que es mayor de edad, Daniel permanece en Italia con su padre, que ha sido denunciado de nuevo por Juana Rivas por presuntos delitos de coacción a testigo y de amenazas a dicho menor y procesado por ello.

Antes de agotar todas las posibilidades, ya que Daniel tenía que volver con su padre este miércoles 8 de enero, los abogados de Rivas solicitaban que se escuchase su testimonio por tratarse de un menor «en clara situación de riesgo». Así, pudieron para él  «protección internacional por amenazas contra su vida, insistiendo especialmente en la necesidad de que sea escuchado».

Para estos letrados, era «absolutamente inadmisible e impresentable que en un Estado Social y Democrático de Derecho un menor manifieste temor por perder su vida y ninguna autoridad judicial se moleste siquiera en escucharlo». Han hecho hincapié en que el niño, de «casi once años», «jamás ha sido oído en España por ningún juez, a pesar de los gravísimos hechos que refiere».

Apoyo del Gobierno

La ministra de Juventud e Infancia ha vuelto a pronunciarse este miércoles tras esta decisión judicial.  «Daniel ha sido escuchado. Ha podido explicar lo que vive y por qué siente miedo. Daniel por ahora se queda. El alivio que sentimos hoy no borra su sufrimiento, ni el de su madre Juana Rivas, ni el de su hermano Gabriel», ha señalado Sira Rego en un mensaje en redes sociales.

En parecidos términos se ha expresado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha calificado de «buena noticia tra un día en el que hemos estado con el corazón en un puño», ha escrito en un mensaje. «La justicia tiene que proteger la seguridad de un menor de un padre maltratador. Seguiremos a tu lado, Juana Rivas», ha añadido.

Un caso que comenzó en el 2017

Juana Rivas fue condenada a cinco años de prisión por dos delitos de sustracción de menores por desaparecer con sus hijos en el verano de 2017 para evitar que volvieran con su expareja, al que denunció por maltrato. Fue uno de los casos más mediáticos del momento y fueron muchas las voces que se posicionaron del lado de la madre de Maracena.

El Supremo estimó parcialmente el recurso de la grandina y le rebajó la pena a la mitad al considerar que, aunque fueron dos los menores sustraídos, cometió un único delito.

Rivas recibió un indulto parcial por el que el Supremo conmutó su condena firme por 180 días de trabajos en beneficio de la comunidad y un curso de parentalidad positiva, medida de gracia que no eliminaba sus antecedentes en la justicia italiana.

Esa medida de gracia a Juana Rivas se anularía ante la comisión de un delito como no entregar al menor de los hijos a su padre, que tiene la custodia.

Fue a principios de diciembre cuando este conflicto volvía a la actualidad. Gabriel Arcuri Rivas, hijo mayor de Juana Rivas y Francesco Arcuri, pedía ayuda para su hermano. «Se siente en riesgo de muerte. Yo me he sentido en riesgo de muerte y mi reflejo lo veo en él», decía en un vídeo. Él vivía ya en España con su madre, al ser mayor de edad. «Vengo a darle un mensaje directo a aquellas personas que sí pueden mover los hilos y que sí pueden hacer algo por nosotros. En el 2017 me arrancaron de mi casa, que es mi madre, a mis 11 años y a los tres años de mi hermano Daniel, el cual actualmente sigue viviendo en ese infierno que yo viví hasta los 16», recordaba poniendo el foco en su hermano, de 10 años. «Él vive con un maltratador a su lado. Él tiene miedo de expresar estas cosas porque sabe que su padre puede enterarse de estas cosas y puede amenazarlo. Se siente en riesgo de muerte. Yo me he sentido en riesgo de muerte y mi reflejo lo veo en él», sentenciaba en la grabación de minuto y medio. 

Además, en un escrito a la fiscalía italiana, Gabriel aseguraba tener «conocimiento directo» de lo que estaba pasando su hermano y volvía a recordar su experiencia cuando les separaron de su madre. «Fue el comienzo de nuestra pesadilla». Asegura que su infancia terminó aquel 2017 y que fue víctima de «continuos ataques físicos y verbales» por parte de su padre.