El Ejecutivo planea inyectar más de 3.500 millones de euros en gasto militar este año
18 mar 2025 . Actualizado a las 09:40 h.La negociación estaba complicada, pero la necesidad de aumentar el gasto en defensa ha echado por tierra cualquier esperanza del Gobierno de aprobar unos Presupuestos Generales del Estado para el 2025. El PSOE ni siquiera tiene el apoyo unánime de sus socios de Gobierno de Sumar a la idea de incrementar el gasto militar hasta alcanzar el 2 % del PIB antes del año 2029, que era la fecha comprometida en un principio. Y tampoco los partidos de izquierda que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez están por la labor de brindarle su apoyo al Ejecutivo para elevar sustancialmente el gasto militar.
Así las cosas, Sánchez ve crecer las dificultades para presentar unas cuentas del Estado para el 2025 en las que se contemple directamente un subida de las partidas dedicadas a defensa.
Transferencias directas
El Gobierno piensa ya más en trabajar con los Presupuestos del 2023, que son los que están vigentes, haciendo maniobras en diferentes partidas para trasladar gastos al presupuesto de defensa, que en negociar con Podemos, ERC, Junts, EH Bildu o el BNG. El Ejecutivo planea una reordenación de los Presupuestos para inyectar entre 3.500 y 5.000 millones de euros en las partidas de Defensa este mismo año con transferencias directas.
A pesar de que partidos integrados en Sumar como IU, Compromís o Chunta, han expresado ya su oposición radical a un aumento del gasto militar, en el Movimiento Sumar descartan que vaya a haber una división dentro del grupo parlamentario al votar esta semana en el pleno del Congreso dos iniciativas de PP y BNG sobre gasto de defensa. «Lo descarto totalmente», aseguró ayer la secretaria de organización de Sumar, Lara Hernández. El Congreso será escenario de dos votaciones completamente opuestas que obligarán a los diferentes partidos a tomar posición. Una proposición de ley presentada por el PP a favor del aumentar el gasto en defensa y una moción del BNG contraria a elevar ese gasto.
Tratando de superar la imagen de división, la portavoz de la formación magenta reivindicó que su espacio político ha conseguido que el PSOE «matice y reconsidere» sus posiciones sobre el gasto en defensa y garantizó que el grupo parlamentario votará unido las iniciativas en el Congreso sobre esta materia. Según Lara Hernández, gracias a la presión de Sumar se ha conseguido que quede claro que en ningún caso el gasto en defensa crezca a costa de «limitar las inversiones de la agenda social y del Estado del bienestar».
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, defendió este lunes las aportaciones de España al Ejército ucraniano recordando el anuncio de Pedro Sánchez de un nuevo paquete de ayuda militar para este año por valor de 1.000 millones de euros, igualando la partida que aportó en 2024. La propuesta de la alta representante de la UE para Política Exterior, Kaja Kallas, es una aportación de hasta 40.000 millones para reforzar el envío de material militar a Ucrania. El plan prevé que los Estados miembros de forma voluntaria movilicen un mínimo de 20.000 millones este año, con la vista puesta en llegar «potencialmente» a 40.000 millones. El montante total se repartiría según el peso económico de cada país participante, por lo que a España le correspondería en torno al 8,68 % del fondo o más de 3.000 millones.
«Deriva autoritaria»
Podemos, sin embargo, elevó este lunes el tono antibelicista y cargo tanto contra el PSOE como contra Sumar. Su secretario de organización, Pablo Fernández, acusó al Gobierno de caer en una «deriva autoritaria» al denunciar que pretenda aplicar una subida del gasto militar sin someter la medida a una votación vinculante en el Congreso. Y añadió que el PSOE y el PP están alineados en el incremento de la inversión en defensa, conformando lo que denominó como una «gran coalición de guerra» en la que también incluye a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. Fernández tachó a Sánchez de «señor de la guerra» y expresó su «indignación» con las «formas y los modos» a la hora de imponer el gasto militar, pues es propio de un «Gobierno autoritario» que se tome esta medida sin siquiera votarla en el Congreso.