¿Cuánto dinero ha destinado España a frenar la crisis?

Desde el «dinero helicóptero», la política monetaria que el Nobel Milton Friedman diseñó en 1969 para reanimar el consumo en momentos de recesión -y con la que el expresidente norteamericano Donald Trump repartió cheques de 1.200 dólares a cada estadounidense-, hasta las ayudas directas (con Alemania y Francia a la cabeza), otorgadas a los sectores más perjudicados por la crisis sanitaria, pasando por la concesión de créditos con garantías públicas para mantener a flote a empresas y autónomos. Durante el año cero de la pandemia todos los Gobiernos dieron luz verde a una cascada de medidas con las que amortiguar el brutal golpe que confinamiento y restricciones de actividad provocaron, y aún provocan, en la economía. No en vano, el hundimiento del PIB europeo (del 6,4 %, y cuatro décimas más en la eurozona) alcanzó niveles desconocidos, aún más dramáticos en España: su desplome, del 11 %, fue el mayor de la historia en tiempos de paz.

Cuando se cumple un año del estallido de la crisis, en un momento en el que arrecian las críticas de empresarios y autónomos reclamando más recursos públicos -concretamente ayudas directas para los sectores más golpeados-, y después de que el presidente del Gobierno anunciase una nueva remesa de 11.000 millones de euros para hostelería, turismo y pequeño comercio (aún sin concretar su letra pequeña), la pregunta es cuántos recursos ha movilizado España y, sobre todo, cómo ha sido su despliegue en comparación con los países vecinos.

La respuesta oficial la dio hace pocos días Pedro Sánchez, asegurando que durante esta crisis se habían movilizado más de 200.000 millones de euros, «el 20 % del PIB». Así lo aseveró el mismo día que anunció la «próxima aprobación» de los ya referidos 11.000 millones, que «serán ayudas a los balances de las empresas y de los autónomos», dijo, sin más aclaraciones.

Sin embargo, ese 20 % del PIB que calcula el Ejecutivo difiere mucho del cómputo del Banco Central Europeo (BCE), que hace un mes publicaba un informe que dejaba a España a la cola de Europa por el volumen de recursos destinados a parar el contagio del virus a la economía. El supervisor situaba en el 1,3 % del PIB el alcance de las medidas fiscales desplegadas por España, a distancia de la media de los 19 países del euro, ligeramente por encima del 4 %, y casi cinco veces menos que Lituania o Austria, los Estados que más gastaron en dicho concepto: más del 6 % de su PIB, como muestra el gráfico anexo. Francia (3 %), Alemania (4,5 %) o Italia (5,5 %) también nos rebasaron.

 

A la cabeza en garantías públicas

Esta divergencia en la factura del gasto se explica por los conceptos que incluyen en el cómputo. Y es que el informe europeo excluye algunas de las medidas estrella del Ejecutivo. Es el caso de las líneas de crédito del ICO, que movilizaron más de 100.000 millones de euros de liquidez para las empresas, a través de préstamos con garantía pública. El BCE no las contabiliza, pese a que sitúa a nuestro país como cuarto del ránking por volumen de estos créditos garantizados, con casi un 15 % del PIB, por detrás de Italia, Alemania y Francia.

Lo mismo ocurre con los ERTE, que han absorbido 41.000 millones de euros y que Bruselas considera como un estabilizador automático (como las prestaciones por desempleo), mientras que Economía los defiende como una medida de mantenimiento de rentas de los hogares. A ellos se suman la exoneración extraordinaria de cotizaciones a la Seguridad Social o los 16.000 millones transferidos a las comunidades autónomas para reforzar sanidad y educación.

Suspenso en ayudas directas

Pero el verdadero talón de Aquiles de España está en las ayudas directas a los sectores más golpeados por el covid. Empresas y autónomos de turismo, hostelería o comercio reclaman insistentemente liquidez que les permita sobrevivir hasta que la actividad se normalice. Vuelven los ojos a Alemania, a la cabeza de Europa en ayudas directas: otorga el 75 % de la facturación del 2019 a los negocios afectados. De hecho, el plan activado por el Gobierno de Merkel desembolsa 11.000 millones mensuales para los sectores más castigados, idéntica cuantía total de la remesa anunciada por Sánchez. Falta concretar si serán solo ayudas directas o incluirán las quitas en los ICO que defiende la ministra Calviño.