Los tres conforman un equipo que busca un modelo sostenible basado en la NetZero que contribuya a la lucha contra el cambio climático
La Fórmula 1 es uno de los deportes más seguidos del mundo y siempre se ha caracterizado por ofrecer un espectáculo difícil de igualar por parte de otras disciplinas. Pero su impacto va más allá de lo que se ve cada fin de semana en el circuito. Hay un enorme trabajo invisible para mejorar en el día a día que durante 70 años ha convertido la F1 en un banco de pruebas que ha dado lugar a algunos de los avances tecnológicos más importantes en el sector automovilístico. Hoy, cuando el reto decisivo que afronta la industria -y el mundo en general- es la sostenibilidad y la lucha con el cambio climático, el compromiso sigue siendo total.
Es esa carrera la que quieren liderar también el Banco Santander y Ferrari, que han vuelto a unir sus fuerzas. La entidad comparte compromisos, objetivos y valores con la escudería italiana y Formula One Management (FOM) propietaria de la F1, para luchar contra el cambio climático. Para ello, además de patrocinar a la italiana, pone a su disposición diferentes soluciones y lidera todo tipo de iniciativas que contribuyen a impulsar el cambio hacia un modelo sostenible, reduciendo las emisiones en CO2.
De hecho, ya hay una parte del camino recorrido, pues la F1 ha conseguido que sus coches sean un 30 por ciento más eficientes en consumo de combustible o que se hayan producido grandes avances en el nuevo motor neutro en carbono que se espera llegará en 2025. En este sentido, George Bridges, asesor principal de Ana Botín, presidenta de Banco Santander, asegura que «si colocamos las prácticas empresariales sostenibles en el centro de nuestro modelo de negocio podemos marcar una verdadera diferencia, no solo en el mañana sino para las generaciones futuras».
Santander y Ferrari, dos líderes que buscan mejorar el día a día de las personas
El regreso de Santander a la F1 y su alianza con Ferrari supone la unión de dos líderes que marcarán el camino a seguir en el reto de convertir este deporte en un espectáculo más sostenible, sin perder un ápice de su espectáculo. Porque, como apunta Lauren Mekies, director de carrera de la escudería, ambas marcas se hacen mejores la una a la otra: «Buscamos los socios adecuados, que es exactamente lo que hemos encontrado con Santander. Llegan con una agenda de sostenibilidad increíble. Somos capaces de compartir nuestra visión, de compartir nuestros valores y de estimularnos a nosotros mismos para ir un paso más allá».
En este sentido, Santander se ha situado en el primer semestre del 2022 como líder mundial en financiación de proyectos de energías renovables, con un total financiado de más de 2.400 millones de euros y tiene equipos especializados en asesorar a grandes clientes en su transición verde. La entidad es también neutra en carbono en su actividad desde 2020 y tiene la ambición de alcanzar cero emisiones netas en las actividades de sus clientes, derivadas de cualquiera de los servicios de financiación, asesoramiento o inversión que ofrece antes de 2050.
Y es que se trata de un compromiso a todos los niveles, también por parte de los pilotos. Charles Leclerc, piloto de Ferrari, está encantado con el camino que se está recorriendo: «La eficiencia de los coches de F1 hoy en día es una locura absoluta, pero creo que en todo el deporte se está impulsando la sostenibilidad a un nivel superior». La misma apuesta mantiene Carlos Sainz, piloto español de la Scuderia, señalando que los que están al volante también contribuyen de manera importante a este reto: «Los pilotos somos parte íntegra de un coche de Fórmula 1. Somos los que la hacemos todavía más eficiente con nuestro pilotaje. Intentamos guardar neumáticos, intentamos guardar gasolina… estamos todo el rato en cómo hacer la carrera lo más eficiente y lo más corta posible».
Estos valores son los que han cristalizado en la alianza de Santander, Ferrari y FOM, que juntos forman un equipo dispuesto a teñir de verde a esta industria.