La suerte está echada. Sólo queda esperar y ver qué dicen las urnas. Ni los más optimistas las tienen todas consigo: es muy difícil que el PP pueda revalidar el domingo los tres escaños que logró en el 2004 en Ourense. Pero Alberto Núñez Feijoo quiere luchar contra las encuestas y ayer volvió a Ourense, acompañado de un peso pesado de aquel Gobierno de Aznar que aprobó el Plan Galicia del que tanto se habla en esta campaña: Álvarez Cascos.
Pero Feijoo quiso transmitir optimismo a los simpatizantes reunidos en el Pabellón de Os Remedios: «La niña de Rajoy tiene nombre, se llama Victoria», aseguró en el arranque de su intervención. Además de prometer que el PP acelerará el AVE y que Ourense será entrada de ese tren en Galicia, el líder del PP no olvidó referirse, en una provincia con un alto porcentaje de población envejecida, que fue un Gobieno del PP el que garantizó la subida automática de las pensiones.
Cascos sorprendió al auditorio discrepando de Rajoy: «Zapatero no es un mentiroso. Lo entendí leyendo un tebeo de Zipi y Zape. Son dos personas, José y Luis, que no se ponen de acuerdo. José quiere talante, y Luis dramatizar; a José le gusta negociar con ETA, y Luis cortó las conversaciones de raíz; José dejó en la calle a De Juana, y Luis lo volvió a encarcelar».
Por un momento, Cascos retornó a la campaña del 96: «Ya decían que crispábamos hace 20 años, cuando ellos apoyaban al GAL, desviaban fondos reservados, había corrupción, el caso Filesa...».
Pero es escuchar la voz rota de Gladiator Baltar -como lo presentó Enrique Nóvoa- lo que da muestra del esfuerzo del PP en la provincia de Ourense: «Esta provincia vaise rebelar o domingo e vai votar ó PP».