22-M: poca lluvia y 20 gradosnorte interior rías baixas La paradoja electoralla casa Instalado en la vivienda del médico del pueblola familia Padre de cinco hijos y abuelo de dos nietosel anillolos zapatos«Le hice caso a mi madre y me integré»
ELECCIONES GALLEGAS 2009
El domingo solo se prevé algún chubasco aislado en el interior, y en las Rías Baixas hasta se podrá ir a la playaMédico, alcalde y viejo opositor al Gobierno sirio, aspira a la reelección
19 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.LDicen que el factor meteorológico puede sumar o restar votos, que el tiempo que haga el día de las elecciones condiciona el ánimo de parte de los votantes a la hora de salir de casa y que, de alguna manera, influye en el número final de papeletas que acaban dentro de las urnas. «Al parecer, existe la teoría de que si hace buen tiempo la gente se va a la playa o a pasar el día fuera y entonces van a votar menos», comentan desde MeteoGalicia. «Pero, claro, solo es una teoría», añaden.
A tres días del 22-M, este servicio autonómico ya ha lanzado un pronóstico fiable de lo que le depara la atmósfera a la comunidad durante la jornada electoral. «Esperamos un tiempo similar al de esta semana», señala el meteorólogo Juan Taboada. Es decir, este domingo los cielos gallegos estarán «bastante despejados» y las temperaturas, que bajarán ligeramente respecto a los registros de los últimos días, seguirán siendo agradables. «Lo que no habrá es tanta sensación de calor, y las posibilidades de lluvia serán bajas. Se podrá dejar el paraguas en casa en prácticamente toda Galicia», asegura Taboada. La playa, sin embargo, se podrá pisar como mucho en el sur, en las Rías Baixas.
De hecho, en otras zonas habrá menos claros y también podría caer algún que otro chubasco. El anticiclón de las Azores, que nos trae viento del norte, será el responsable de las nubes de estancamiento que el 22-M por la mañana cubrirán el norte de las provincias de Lugo y A Coruña, donde podrían registrarse lloviznas. Por su parte, una borrasca que el domingo se situará en el norte de África podría dejar también por la tarde algún chubasco ocasional, de carácter tormentoso, en zonas del interior. «Serán aislados y menos generalizados que los previstos de aquí al domingo», indica el meteorólogo.
Series históricas
La tónica general, por tanto, es que el tiempo sea seco dentro de tres días. No serán unas elecciones pasadas por agua en Galicia, aunque la estadística revela que, al menos en las grandes ciudades, la posibilidad de que llueva o no un 22 de mayo está muy próxima al 50%. Según los datos de MeteoGalicia relativos a este día en los últimos decenios (series climatológicas), la probabilidad de que llueva el 22 de mayo es mayor en Vigo (55,6% en una serie de 54 años), Pontevedra (51,1%) y Ourense (50%), y algo menor en Santiago (48,3%), A Coruña (43,8%, en 80 años) y Lugo (43,2%).
Nubes y claros y buena temperatura.
El sol y la nubosidad se alternarán en el norte de Lugo y A Coruña, con probabilidad de lloviznas. En cuanto a los termómetros, «de Santiago y Lugo hacia arriba se rondarán los 20 grados».
Chubascos tormentosos aislados.
Serán «ocasionales», por la tarde, y afectarán a zonas del sureste de la comunidad y a las zonas altas (montañosas). La temperatura en el sur de Lugo llegará a los 23°; en Ourense, a 27°.
Sol y temperaturas agradables.
Será la única zona de Galicia que podrá disfrutar «de un día de playa». Lucirá el sol, el tiempo se prevé seco (ayer la probabilidad de lluvia era de menos del 10%) y los termómetros alcanzarán los 25°.
a decisión última sobre quién ocupará el sillón de la alcaldía de A Coruña está en manos de los indecisos, cuentan las encuestas. Si quienes hace unos días no sabían qué hacer tomaran la decisión de organizarse como partido político serían, virtualmente, la segunda fuerza de la corporación municipal coruñesa. La primera estaría en manos de quienes el domingo no votarán. Pero en democracia, que es el mejor modelo político conocido (y malos-malísimos existen unos cuantos), hay unos plazos y unas reglas, y los escaños se reparten entre los votos válidos emitidos. Lo otro es solo literatura y no cuenta. La noche del domingo se sabrá si los candidatos, que andan al borde de un ataque de nervios en esta recta final de la campaña, han sabido leer el interlineado de los sondeos y el pulso de la calle, si han tomado nota de una indecisión y de un desencanto que provoca que muchos ciudadanos renuncien sin más a participar en la llamada fiesta de la democracia. Esa noche habrá vencedores y vencidos. Los primeros deberán aplicarse, y sin excusas, en cumplir la fenomenal lista de promesas (nunca hay crisis de promesas) con las que han regado esta campaña. A los segundos les quedará el consuelo de pensar que no serán los primeros que fracasan. Ahí tienen el ejemplo de Winston Churchill en 1945, un primer ministro que tras ganar la peor de las guerras fue dejado en evidencia por las urnas. Así de grande y contundente es la democracia. No se sabe si los indecisos tuvieron poco, mucho o nada que ver con que Churchill perdiera esa batalla. Si los indecisos, en fin, tuvieron esa paradójica pero emocionante capacidad de decisión, de decidir con el voto quién debe administrar sus impuestos.
Issam Alnagm no tiene casa propia en Muras, vive en la vivienda del médico, comprada por el Ayuntamiento por un precio simbólico a la asociación que la construyó.
El alcalde se casó en 1972 con una chantadina a la que conoció en Santiago, donde estudiaba Medicina. La pareja tiene cinco hijos y dos nietos. Sus diez hermanos siguen en Siria.
«Lo usaron mi padre, mi hermano mayor y ahora yo -indica-. Tiene el escudo de Siria y, si Dios quiere, cuando me muera quiero que se lo ponga mi hijo».
«Soy de los que creen que catorce horas en un zapato son muchas horas. Por lo tanto, tienen que ser más cómodos que la cama», explica Issam.
Llegó a Galicia para estudiar Medicina en Santiago en 1968. Y se quedó. Issam Alnagm Azzam (Sweda, Siria, 1948) quiere repetir como alcalde de Muras (Lugo) por el Partido Popular. Lleva veinte años en el cargo, pero todavía tiene mucho que hacer.
-¿Cómo recibieron los de Muras a un médico sirio?
-Les parecía algo raro, pero pronto nos adaptamos, yo a ellos y ellos a mí. Tanto que, a los dos años, y habiendo un gobierno del PSOE, ya me habían elegido alcalde. Lo que más me chocó era ver un pueblo casi acabado, sin ninguna infraestructura, sin accesos, sin nada. Y empecé a trabajar para corregir eso. Hoy, todas las casas que lo quisieron tienen Internet pagado por el Ayuntamiento.
-Andan por los 800 vecinos, pero un día hubo más de 3.000...
-Para cambiar eso hay que crear puestos de trabajo, es la única solución. Vivimos gracias a los parques eólicos. Cuando llegué, el presupuesto del Concello era de veinticinco millones de pesetas, nada más, no llegaba ni para pagar los sueldos. Hoy tenemos cerca de un millón de euros al año. Mi gran propuesta es una aldea etnográfica, que le dará a Muras un futuro sostenible.
-¿Está preparado para, llegado el caso, repetir?
-En el pueblo huele a optimismo, pero será lo que diga la gente.
-¿Qué es lo que más le costó comprender en Muras?
-Cuando salí de Siria, mi madre me dijo: «Si en cuarenta días no te integras, vuelves a casa». Le hice caso a mi madre y me integré perfectamente.
-También se pudo traer a su madre con usted...
-No, murió sin venir. La última vez que la vi fue en el 82 y murió en el 93. Hace 35 años que no voy a Siria, soy un opositor viejo al Gobierno sirio; me invitan a café a un sitio que no quiero que me inviten. Lo que le está pasando al pueblo sirio es inexplicable. No dejan ver nada. No dejan entrar a las organizaciones de derechos humanos. No dejan entrar a un periodista... Allí tengo a mis diez hermanos, con los que hablo por teléfono de vez en cuando. Pero no se atreven a decir nada, la gente está muy asustada.
-¿Mantiene sus tradiciones o ya ni eso?
-Yo hago todo lo que hacen aquí; vivo las alegrías de la gente, las tristezas, voy a los entierros, como lo que comen, juego al tute, veo el fútbol... Soy uno más.
-No es muy religioso...
-No. Voy a misa en representación de la alcaldía en las fiestas patronales del pueblo. Soy druso de origen. Pero creo en Dios firmemente.
-Aparte de alcalde, sigue siendo el médico del pueblo. ¿Consulta a los de la oposición?
-Yo consulto de todo, las enfermedades, los problemas sociales, económicos... En la consulta todos son paisanos y vecinos. Como médico, creo que nadie puede decir nada de mí; como alcalde, cada uno tendrá su opinión.
-Todavía se recuerda que usted, siendo como es del PP, criticó públicamente a Aznar...
-Y seguiré criticando a cualquiera que provoque una guerra.
issam alnagm candidato del pp en muras