Los riesgos de la obsesión por tener una piel morena, que conducen a una exposición intensa y discontinua al sol, son elevados y los expertos recuerdan que no hay falta de información, pero sí prácticas de riesgo en algunos grupos, como adolescentes y jóvenes.
03 may 2019 . Actualizado a las 20:55 h.El rojo camarón no puede seguir siendo el color de moda todos los inicios de verano. Los expertos llaman a tener una mayor conciencia de los riesgos del sol, más ahora que se conocen y se publicitan en múltiples campañas informativas, con el objetivo de que la población esquive exposiciones que puedan derivar, en un futuro, en patologías como el melanoma, que pueden ser mortales.
«Hay que evitar exposiciones intensas y discontinuas al sol», recomienda el dermatólogo Eduardo Fonseca, del Complejo Hospitalario A Coruña, quien reconoce que para no padecer riesgos deberían sortearse las quemaduras solares, que considera un punto crítico para la piel. Aunque cada vez se detectan más casos de melanomas y en estadíos más tempranos, siguen registrándose muchos «evolucionados y la mortalidad se ha modificado poco», comenta como señal de alerta ante malas prácticas que las campañas de concienciación no logran reducir.
Aunque no existe un registro de incidencias de melanomas totalmente riguroso, según reconoce este especialista en Dermatología y Venereología, se estima que en España se registran entre 7 y 14 casos por 100.000 habitantes y la mortalidad en los casos de melanoma invasor, para el que el tratamiento más eficaz pasa por la extirpación de la lesión, alcanza el 20 % .
«Cada persona y cada edad tienen su medida y sus circunstancias», puntualiza Fonseca, quien expone que hay quien no tolera ni un minuto de exposición al sol y quien, en cambio, como las personas de raza negra, tienen menos propensión a desarrollar un melanoma por exposición solar. En este sentido, informa de que los riesgos disminuyen con la edad y reconoce que a las personas mayores sí se les recomienda la exposición solar por los problemas de asimilación del calcio, teniendo en cuenta, además, que el «riesgo de melanoma a esa edad ya es mínimo, ya que se necesitan años de evolución».
Evitar las quemaduras
«Lo importante es evitar las quemaduras solares en la infancia y en la adolescencia», indica este dermatólogo, que considera que hay una «conciencia muy desigual» respecto a los factores de riesgo. «Las madres, generalmente, están muy concienciadas, se preocupan por los niños, mientras que las personas adultas, incluso en algunos casos, se pasan de prevención y deterioran su calidad de vida de una forma excesiva, pero el grupo de más de riesgo, que son los adolescentes y adultos jóvenes no es que estén poco concienciados, sino que no siguen las recomendaciones, al igual que no siguen la del consumo excesivo de alcohol u otras muchas. Ahí es donde se producen las mayores prácticas de riesgo que, a la larga, son las que dan los problemas», admite, exponiendo que el paciente tipo por melanomas están entre los 50 y 60 años, y son personas que han cometido riesgos décadas antes.
Para Eduardo Fonseca, en estos momentos, no se puede considerar que los problemas deriven de un desconocimiento, sino de no cumplir las pautas porque, a su entender, priman otras decisiones. «En general no creo que haya un problema de falta de información, sino que el problema es no asimilarla o no querer aceptarla. Priman más mayores estéticos, valores grupales o el exhibicionismo de grupo», estima y lo equipara con otras situaciones de riesgo como el consumo de alcohol o drogas. «Todo el mundo sabe lo que debe hacerse para no quemarse, pero no siguen las recomendaciones», dice. Asimismo, aunque destaca los beneficios de las cremas fotoprotectoras insiste en que protegen parcialmente, «ninguna da una protección total, sino que sirven para minimizar riesgos dentro de un orden, dentro de una practica cuidadosa». Recuerda que las hay que aplicar con frecuencia y «tampoco sirven para estar 24 horas tumbado al sol, para eso no hay crema que sirva», sentencia.
Campaña veraniega
Otro de los colectivos que hace hincapié todos los años en la necesidad de tomar medidas de protección contra el sol son los farmacéuticos. Marga Muñoz, vicepresidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña (COFC) y experta en Dermofarmacia, reconoce que, aunque cada vez la población tiene más conciencia sobre los riesgos del abuso en tomar el sol, considera necesario recordar las precauciones básicas, como es el uso de protector solar, el que sea adecuado a cada piel, el que la crema debe darse media hora antes de exponerse y se debe de renovar la aplicación periódicamente.
Si el año pasado la campaña del COFC estuvo centrada en recordarle a la población que se debe usar protección aunque la exposición no sea en los arenales, en este año se centra en los niños y para ello se valen de una mascota, el perro Farmasolete, para lograr su implicación. Los farmacéuticos hacen hincapié en que «los pequeños sufren de manera especial los efectos del sol porque son más vulnerables, porque tienen más actividad física al aire libre y porque no perciben las quemaduras y la deshidratación y por ello es importante que el adulto esté muy pendiente», explica Muñoz, que cree que además es importante que «a los niños desde pequeños les hagamos entender que el protector solar es importante, para que cuando crezcan lo hayan asimilado».
Esta farmacéutica señala como el principal fallo que se produce en estos momentos en cuanto a prevención la falta de reposición de las cremas, que recomienda que se haga más o menos cada dos horas. «Falla la asiduidad y la cantidad, porque es imposible que un protector solar de 50 mililitros nos dure todo el verano», remarca.