Cristales, discos, zapatillas o juguetes son algunos de los objetos que generan más dudas
25 abr 2019 . Actualizado a las 23:43 h.Son muchas las personas que, a la hora de reciclar, se preguntan si derivan los residuos al contenedor adecuado o si, por el contrario, estos acaban en bidones inadecuados que dificultan su posterior recuperación.
Según la organización medioambiental Ecoembes, existe una serie de productos que acaban en el contenedor erróneo, algo que se podría evitar con un poco de información y cuidado. Un pequeño gesto diario puede cambiar la vida de millones de animales, ayudar al planeta y mejorar el futuro de las próximas generaciones.
El contenedor amarillo
La creencia de que todos los objetos que contienen plástico deben acabar en el contenedor amarillo es algo extendido, pero esto no es así. Aquí solo deben ir a parar envases de plástico, latas metálicas y briks.
Esto quiere decir que los juguetes de plástico, cubos de plástico, utensilios de cocina, biberones o chupetes deben ir al container de restos. El contenedor amarillo tampoco puede ser el destino de discos, zapatillas o batidoras, ya que su deposición en este tipo de recipientes no permite que se pueda llevar a cabo un reciclaje adecuado.
El contenedor azul
El principal error a la hora de depositar algún residuo en el contenedor azul gira en torno a los envases de leche o zumo. Los briks siempre van al contenedor amarillo, ya que están compuestos por cartón, plástico y aluminio. Las servilletas o papeles sucios deben ir al vagón de desechos orgánicos, al igual que los pañales. El azul tampoco debe ser el color elegido para tirar papel de aluminio o restos de poda.
El contenedor verde
Lo más importante a la hora de utilizar el contenedor verde es diferenciar entre vidrio y cristal, ya que este primer material es el único que debe ir a parar a este container. Las bombillas, cristales rotos, espejos o vajillas deben reciclarse en un punto limpio específicamente destinado a este fin.
El contenedor de residuos orgánicos
Los residuos biodegradables, es decir, restos de comida, posos de café, verdura o pieles de frutas deben ir a parar al contenedor orgánico, así como los cartones manchados de aceite, los tapones de corcho o los restos vegetales de flores y hojas. Para reciclar es indispensable no depositar en este container colillas, textil sanitario o residuos de curas domésticas.
Todos aquellos residuos que no sean envases ni tengan un sistema específico de recogida deberán depositiarse en el contenedor de resto de residuos. Y, ante la duda, es importante consultar al ayuntamiento pertinente o llevarlos hasta un punto limpio.
Los últimos datos hechos públicos por Ecoembes indican que el 78,8% de los envases ligeros pasaron a una mejor vida sin dañar el medio ambiente en el año 2018. Los gallegos, en concreto, llevaron al contenedor amarillo el pasado ejercicio 11,7 kilos de envases ligeros de media, lo que supone un 11 % más que el año. anterior.