Las tarjetas telefónicas, las pilas y los pañales pueden tardar hasta un siglo en deshacerse
28 may 2019 . Actualizado a las 10:17 h.Hay muchos tipos de residuos. Algunos son peligrosos y otros tardan miles de años en descomponerse. El plástico es uno de los materiales más contaminantes y se acumula en cualquier rincón del planeta. Los océanos también están amenazados por el vertido de materiales y toneladas de residuos se acumulan en el mar. Además, no todos los productos se degradan a la misma velocidad. Esto depende de varios factores y de las condiciones ambientales del lugar en el que estén depositados los residuos.
Los mecheros de acero y plástico tardan un siglo en desaparecer y son altamente contaminantes. Lo mismo ocurre con las tarjetas telefónicas y con las toallitas deshechables. El hilo de pescar tardaría 600 años y, una botella de plástico, medio siglo. A veces cuesta encontrar el contenedor adecuado en el que depositar estos residuos. Algunos cuentan con depósitos especiales y, otros, requieren de un tratamiento específico para no dañar al medio ambiente una vez se acaba su vida útil.
Una lata de refresco puede tardar alrededor de 200 años en descomponerse por completo. Además, lo que cuesta reciclar 20 unidades requiere la mima energía que hacer una sola nata nueva. Las botellas de plástico que contienen tereftalato de polietileno (PET) nunca se degradan por completo y dejan residuos venenosos en el suelo. Las pilas son altamente contaminantes y, si el mercurio que contienen entra en contacto con el agua, este compuesto afecta a los seres vivos y contamina enormes cantidades de agua.
Un gesto habitual y peligroso
Tirar un chicle al suelo genera feísmo y, además, contamina. La mayoría acaban en el suelo y tardan una media de cinco años en descomponerse.
Los trozos de vidrio son prácticamente eternos y este es el único material reciclable al 100%. Los pañales, toallitas y derivados pueden permanecer hasta medio siglo en el basurero antes de descomponerse por completo. Por ello, es recomendable optar por alternativas reutilizables, de tela o de papel, que permitan un reciclaje adecuado.
El impacto ambiental de todos estos productos es altamente evitable si se incorpora el ecodiseño en su momento de fabricación. Ecoembes trabaja en estas acciones con el fin de lograr que los envases sean más ligeros, lo que facilitaría su descomposición posterior. Esto permitiría crear envases más reciclables y biodegradables.