116 concellos gallegos se suman al Pacto de los Alcaldes contra el cambio climático

FAI GALICIA VERDE

ANGEL MANSO

A finales de junio, la gestión de la Xunta fue puesta como ejemplo de buenas prácticas en la lucha contra el fenómeno. Su objetivo, reducir las emisiones de CO2 en un 40 %

12 jul 2019 . Actualizado a las 08:16 h.

Reducir las emisiones de CO2 en un 40 % para 2030. Este es uno de los principales objetivos del Pacto de los Alcaldes para el Clima y la Energía, el mayor movimiento mundial de ciudades por la acción local en clima y energías. Un pacto al que la Xunta se sumó a finales del 2017, con una exitosa acogida. Y es que, en la actualidad, son ya los 116 ayuntamientos los que forman parte de esta iniciativa, mientras que 23 están en trámites de adhesión. Una cifra que acerca a Galicia hacia el objetivo final de que, el año que viene, el 90 % de los municipios gallegos estén integrados en el Pacto.

Los objetivos, marcados por Europa, y asumidos por cada ayuntamiento que forma parte del Pacto, no son otros que presentar un Plan de Acción para el Clima y la Energía Sustentable (PACES) en un plazo de dos años (a partir de la fecha de la decisión de cada ayuntamiento), y elaborar un informe de situación, al menos cada dos años. Unas condiciones indispensables para que dicho ayuntamiento siga formando parte del Pacto de los Alcaldes.

«Pensar global, actuar local». Así rezaba la premisa defendida en Bruselas el día 25 de junio por la directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático, María Cruz Ferreira. Mostrándose a favor del municipalismo como forma de combatir el cambio climático y respondiendo a los objetivos establecidos, la Xunta expuso su gestión al haber sido escogida como ejemplo de buenas prácticas en la lucha contra el fenómeno.

Un municipalismo sobre el que Ferreira apunta: «As solucións locais aos retos enerxéticos e climáticos axudan a promover unha enerxía segura, sustentable, competitiva e accesible para os cidadáns e, polo tanto, contribúen a reducir a dependencia enerxética e a protexer os consumidores máis vulnerables». De este modo, la Xunta les apoya proporcionando los recursos y las oportunidades de redes necesarios para impulsar los compromisos relativos a la energía y al clima a un nivel superior.

La Xunta, coordinadora del Pacto en Galicia desde el 28 de noviembre del 2017, se ha servido de la oficina técnica, cuya gestión es fundamental. Y es que esta «asume unha serie de tarefas que pasan por informar e asesorar aos concellos sobre a iniciativa», explica la directora. Guiando al ayuntamiento desde el primer momento, se encargan de impulsar su adhesión. Para que se pueda efectuar este proceso, los ayuntamientos deberán asumir una serie de compromisos y realizar tanto un inventario de emisiones como una evaluación de riesgos y vulnerabilidades (procedentes del cambio climático). De este modo, la oficina presta su apoyo a través de distintos métodos:

  1. Visitando cada ayuntamiento en dos ocasiones. En la primera de ellas, se explican los parámetros y las herramientas con las que cuentan para redactar el Plan. Una vez ya se encuentre redactado, y antes de ser aprobado en un pleno, se realizará dicha segunda visita.
  2. El desarrollo de jornadas de formación e intercambio de experiencias.
  3. Asesorando con cualquier duda surgida.
  4. A través del Observatorio de Fondos y Convocatorias, con el que se avisa a todos los ayuntamientos de la convocatoria de ayudas públicas.

Hasta el momento, ¿qué políticas, estrategias climáticas y de sostenibilidad se han implementado? Por ahora, «estanse a desenvolver reunións presenciais cos concellos de cara a establecer a folla de ruta a seguir», concluye Ferreira. Sin embargo, los objetivos sí están fijados. Además del ya expresado, reducir las emisiones de dióxido de carbono, y otros gases de efecto invernadero, en un 40 % para 2030, y aumentar su resiliencia a través de la adaptación a las repercusiones del cambio climático.

Como expresaba la directora en su visita a Bruselas, «el futuro será sostenible, o no será».