Los acantilados de Loiba son un auténtico museo al aire libre de algas. Hay gran variedad de especies y abundancia de las mismas. La más común en esta zona es la conocida como raspa riza, cuyo nombre científico es chondrus crispus. También recibe otros nombres como musgo de Irlanda o pata de galiña.
Es un alga perenne, muy cartilaginosa que forma matas de hasta veinte centímetros de altura, de color rojo-violáceo oscuro. También es muy común otra especie conocida por los recolectores como raña.
Esta zona del litoral tan rica en biodiversidad incluye un total de seis playas: Ribeira Grande, Ribeira do Carro, Os Castros, Gaivoteira, O Coitelo y O Picón. En Céltigos, otra localidad ortegana, también se pueden encontrar algas con frecuencia.
Método
El método de trabajo sigue siendo el mismo desde hace décadas. Los vecinos de Loiba se meten en el agua, cuando está la marea baja y las rocas quedan al descubierto, para arrancar el sargazo y meterlo en sacos, que luego son cargados por los burros hasta la parte alta de los acantilados.
Siempre las recopilan en el agua, ya que las que están en la arena no valen porque están pasadas.
Han comprobado, con el paso del tiempo, que los burros son el mejor medio de transporte para las algas. Hubo un tiempo en que los vecinos emplearon lanchas, pero perdían parte del material recogido en el arenal, con lo que las desecharon.