Más de dos mil personas se acercaron hasta el polígono de Río do Pozo para ver frente a frente a dos de las mejores orquestas gallegas, París de Noia contra Panorama
13 dic 2010 . Actualizado a las 15:18 h.Pasada la medianoche sonaron los primeros acordes de la versión en español de Angel, de Robie Williams, y cientos de fans de la París de Noia enloquecieron. La noche no había hecho más que comenzar pero, con un cartel que anunciaba a dos de las orquestas con más seguidores en toda Galicia, la fiesta estaba asegurada.
París de Noia inauguró el primer Festival de Invierno en Narón, con un repertorio dirigido al público de más edad, cargado de salsa, merengue, rancheras y pasodobles, aunque también interpretaron canciones de actualidad para los jóvenes. Pablo Puentes es un devoto de la París, y convenció a sus amigos para ir al concierto. «Nos quedaremos toda la noche, hasta que cierre la discoteca móvil de madrugada», aseguraban los amigos.
«Es la sexta vez que veo a Panorama este año», reconocía Bea, una de sus fans más incondicionales. Lo mejor, «el espectáculo que montan con luces, fuegos, y la variedad musical». Muchos de los que ayer se acercaron hasta Río do Pozo viajaron desde puntos de toda la geografía gallega para disfrutar de la noche. Fans venidos desde A Mariña lucense, Verín, Ourense o Foz se marcharon más que satisfechos, a la espera de la siguiente actuación.
Panorama abrió su primera sesión simulando una queimada en directo, mientras interpretaban Negra Sombra, uno de los poemas más reconocidos de Rosalía de Castro, que popularizó en forma de canción Luz Casal. Quemaron literalmente el escenario durante la performance inaugural. En el repertorio incluyeron el tema propio, Cómo está el panorama, e interpretaron versiones de artistas del momento, como Shaquira, Beyoncé, Lady Gaga o David Gueta.
Las agrupaciones se fueron alternando en sesiones de hora y media, hasta llegar la madrugada. Y por si hiciera falta animar aún más al público, el espectáculo estuvo acompañado en momentos puntuales por fuegos artificiales.
París de Noia se despidió del público con un final lleno de ritmo, percusión y muchos fuegos. «Es un honor que la gente nos venga a ver sin importar donde actuemos, es fruto de un trabajo de muchos años», agradecía durante uno de los descansos Andrés Blas, cantante de la agrupación desde hace más de 30 años.
La orquesta Panorama fue la encargada de cerrar el show con un remix de los últimos éxitos para bailar. «Intentaremos que sea un final por todo lo alto para que la gente se marche con buen sabor de boca», aseguraba el vocalista del grupo, Lito Garrido, minutos antes de empezar con la actuación. Tras el festival, una discoteca móvil cogió el testigo de la noche, y animó al público hasta el amanecer.
La comisión de fiestas estima que acudieron al evento sobre dos mil quinientas personas. La policía local de Narón, con efectivos de Protección Civil y una ambulancia de Cruz Roja velaron durante toda la noche por la seguridad de los asistentes. El dispositivo comenzó pasadas las ocho de la tarde, y se mantuvo en alerta hasta las seis de la madrugada.