Un «lavado de cara» para el megabuque Juan Carlos I

FERROL

Imagen de archivo del Juan Carlos I en el Arsenal de Ferrol.
Imagen de archivo del Juan Carlos I en el Arsenal de Ferrol. ANGEL MANSO

Se abordan tareas de mantenimiento en el mayor navío de la Armada y el pintado de los 202 metros de su cubierta de vuelo

11 abr 2023 . Actualizado a las 14:24 h.

El megabuque Juan Carlos I, fabricado en los astilleros de Navantia en Ferrol, ha entrado recientemente en las instalaciones de la compañía en Cádiz donde, tal y como informa la empresa pública, «se someterá al mantenimiento y pintado de su cubierta de vuelo». En otras palabras, hasta mediados de mayo se abordarán tareas ya programadas con anterioridad en el buque insignia de la Armada española y un lavado de cara en una de sus zonas más sensibles, la rampa que utilizan los aviones militares. Pero, en este Goliat de la Marina, todo es superlativo. La cubierta de vuelo, en concreto, tiene algo más de 202 metros de largo y alcanza los 32 metros en sus puntos de mayor anchura. Casi 5.500 metros cuadrados para pintar. Y de forma meticulosa. 

Si todo va según lo previsto, el buque multipropósito, que incluye la función de portaviones, estará afinado para, a comienzos del mes de junio, poder participar ya en las maniobras denominadas Flotex, habitualmente las de mayor envergadura de la Armada española. 

Recientemente ha cumplido el Juan Carlos I quince años desde su botadura en los astilleros de Ferrol, hito que tuvo lugar el 10 de marzo del 2008. Una botadura que, en la práctica, supuso un cambio histórico para la Armada española, ya que con la posterior entrada en servicio del megabuque se aceleró el proceso de baja del emblemático portaviones Príncipe de Asturias, que acabó sus días siendo pasto del desguace en un astillero turco.

Justo antes de esta inmovilización programada, el portaviones Juan Carlos I estuvo liderando durante el arranque del ejercicio el grupo expedicionario Dédalo-23, cuyas unidades integrantes zarparon el 16 de enero «como parte de la contribución española a la seguridad marítima en el Mediterráneo y a la disuasión y defensa de la OTAN». En el transcurso de ese operativo, se produjo una variación de ruta para poder prestar ayuda humanitaria tras el terremoto que tuvo lugar en Turquía y Siria. Posteriormente, realizó misiones coordinadas con los portaviones George H.W. Bush de los Estados Unidos y el Cavour de Italia para proyectar aviones a los espacios aéreos de Rumanía, Hungría, Croacia, Eslovaquia, Macedonia del Norte, Albania, Italia y Grecia.

El grupo Dédalo-23 participó además en el ejercicio francés Hemex Orión junto con una veintena de buques y 20.000 militares y, días más tarde, lideró cinco jornadas de adiestramientos de una fuerza anfibia hispano-italiana.

Ahora, como ya se ha mencionado, toca esa varada para tareas de mantenimiento y pintado de la enorme cubierta de vuelo del Juan Carlos I y, posteriormente, la participación en el Flotex. Ya se estudia, además, la posibilidad de seguir afinando las capacidades del portaviones con otro nuevo grupo expedicionario en el segundo semestre de este ejercicio.