Se multiplican los negocios en Ferrol que recogen paqueteria: «Llegamos a recoger y entregar 150 paquetes al día, se necesita a una persona solo para eso»

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL / LA VOZ

FERROL

C. ELÍAS

Ante el aumento de la compra y venta por Internet proliferan los locales que, con otra actividad, también recogen o entregan paquetería; ya son más de una treintena

29 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Para la cafetería María 51, su servicio de recogida de paquetes empezó de forma «natural» hace tres años. «Ya nos los dejaban muchas veces los vecinos cuando no estaban en casa y siempre pensábamos, ‘si cobramos un euro, nos hacemos ricos’. Ricos, ricos... no nos vamos a hacer, la verdad, pero nos decidimos a hacernos punto de recogida de paquetes a raíz de una vez que me tocó ir hasta Fajardo, creo, a recoger uno mío», recuerda Daniel López, al frente del establecimiento. Así fue como empezó el hostelero de forma precoz a dar un servicio, ellos de recogida de paquetes de la compañía UPS, que se ha expandido como la espuma por el centro de la ciudad.

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Tres años después, las compras y ventas de productos de segunda mano por aplicaciones móviles se ha convertido en una acción más del día a día. Por ejemplo, según un estudio del INE, casi 373.000 gallegos de 16 a 74 años emplean plataformas de internet para dar salida a productos que no necesitan, por ejemplo, en aplicaciones mundialmente conocidas como Vinted o Wallapop. «Creemos que es una buena manera de que la gente entre en la tienda y conozca el negocio al venir a recoger el paquete», explica Iago Gómez, uno de los responsables de la tienda de ropa vintage Chavs Clothing, que se sumó hace una semana al listado de empresas Punto Pack, de In Post. ¿Lo han notado ya? «Es muy pronto, pero la verdad es que hay mucho tránsito de paquetes y entra mucha gente», valora.

Los municipios de la ría cuentan ya con una treintena de locales que funcionan como Punto Pack o Locker de InPost. ¿En qué consiste este último? Es quizás el servicio más novedoso ya que facilita al extremo recoger o mandar el paquete. Solo es necesario introducir un código con unos dígitos que envíe la empresa al particular por correo electrónico. Suprime colas y horarios. Punto Celeritas, otra marca, cuenta con media decena de locales adheridos.

«Vengo corriendo en un hueco que tengo en la universidad», comenta con prisas Natalia Álvarez, vecina del barrio de Esteiro. Se dispone a recoger un paquete de Amazon en el locker instalado desde hace meses en la lavandería A Fervenza del barrio, donde también cuenta con espacio InPost —el paquete se recoge acercando el móvil y abriendo la aplicación. «Es comodísimo porque en mi casa nunca estamos, así que no tienes que preocuparte por el repartidor, y la lavandería tiene un horario súper amplio de lunes a domingo. Para mi es genial. Nosotras —por sus compañeras de piso universitarias— acabamos haciendo mucha compra de productos de casa por Amazon, con rebaja, y lo recoges aquí al día siguiente. Aunque ahora, cada vez más, hay rachas en las que está lleno y no se puede pedir. Se ha puesto demasiado de moda», explica.

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A este servicio de recogida en cabinas con un móvil y un código se ha sumado también Correos con sus Citypaq ubicados en sus oficinas y en el campus universitario de Esteiro.

También ha incrementado exponencialmente el volumen de paquetes que recogen las tiendas con estos servicios firmas como del imperio de Inditex como Zara, H&M o compañías chinas como Shein, Temu o AliExpress, que también disponen de esta opción de recogida en vez de obligar al cliente a esperar en casa o ir a la tienda.

Pero el volumen es tan grande en Ferrol que ha habido negocios que se han visto obligados a parar. «Nos vinieron a preguntar si nos interesaba ser Punto Pack por nuestra hora, porque estamos en horario de 9 a seis de la tarde continuado. Nos dijeron que no nos preocupásemos porque sería más o menos una saca de paquetes diarios. Al final estábamos con cuatro o cinco», recuerda Estefanía Vázquez, de la Zapatería Miguel. Su negocio duró así ocho meses.

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«Supone, aproximadamente, 150 paquetes diarios, 150 personas que vienen cada día a recogerlos, más quienes los traen. Era una locura. Tendríamos que tener a una persona solo exclusivamente para atenderlo. Y económicamente es inviable. Pagan muy poquito por cada paquete», explica. Lo mejor, la exposición que le dio al negocio. «Notamos un aumento de cliente más joven, que eran los que menos venían. Al venir con los paquetes se sorprendían con lo que se puede hacer con un zapato o un bolso».