Piden cárcel para un brigadista del servicio contraincendios de Fene que volcó, bebido, la motobomba municipal y su copiloto quedó grave

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL

Imagen de archivo del Concello de Fene
Imagen de archivo del Concello de Fene CÉSAR GALDO

La fiscala solicita seis meses de prisión y compensaciones por las secuelas a su colega, al que le dijo que le iba a enseñar a manejar la camioneta

12 nov 2024 . Actualizado a las 12:47 h.

El Juzgado de lo Penal 2 de Ferrol dejó visto para sentencia el caso de la rocambolesca salida de un brigadista del servicio contraincendios de Fene. Sucedió el 13 de septiembre de 2019, a las nueve menos cuarto de la noche: se puso al volante de la camioneta motobomba municipal, sin estar de servicio y después de haber estado bebiendo. También se llevó a un colega del grupo al que dijo que le iba a instruir en el manejo del vehículo contraincendios. La aventura terminó mal. Tuvieron un accidente y el hombre que viajaba como copiloto sufrió heridas serias.

En el juicio se personaron una larga lista de peritos y representantes de las aseguradoras, entre otros testigos. La fiscala del caso considera que el encausado, de 54 años, es autor de dos delitos: uno de lesiones por imprudencia grave y otro contra la seguridad vial. En consecuencia, le pide seis meses de prisión, con una inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. Asimismo, pide que le retiren el carné de conducir, ya que se solicita la privación del derecho a guiar vehículos a motor y ciclomotores durante cuatro años, con la consiguiente pérdida de vigencia del permiso que habilita para la conducción.

Capítulo aparte son las indemnizaciones para los perjudicados de un paseo que no estaba motivado por ningún servicio, ni se realizó durante una guardia.

El escrito de acusación solicita que el procesado compense con 92.550 euros a su compañero herido y corra con los gastos generados al Sergas, ya que los dos tuvieron que ser trasladados al Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol en ambulancias medicalizadas. En el año 2020 una de las aseguradoras abonó al herido 67.859,49 euros en concepto de anticipo a cuenta de la indemnización. La fiscala solicita que el procesado abone la diferencia (hasta los 92.550 euros) por las secuelas del accidente.

La escapada terminó con un vuelco en una leira. La documentación del caso describe que circulaban a velocidad excesiva y la camioneta se salió de la vía, primero se arrastró sobre uno de sus costados y después lo hizo también sobre el techo del vehículo. El hombre que viajaba como copiloto tiene 35 años, pero lleva cinco años afectado por las heridas del siniestro. Tras al accidente estuvo casi un año convaleciente (540 días). Y durante más de una semana su estado fue muy grave. Lo tuvieron que operar varias veces. Las valoraciones determinan que le quedan secuelas, aunque moderadas, después de pasar muchos meses de rehabilitación.

Justo después del accidente, evacuaron a ambos con urgencia al hospital y sin tiempo para las pruebas de detección de alcohol o drogas al conductor. No obstante, la Guardia Civil pidió al Juzgado de Instrucción número 2 de Ferrol que el personal sanitario se las realizasen en el hospital mientras estaba ingresado. La muestra se envió a analizar al Instituto de Ciencias Forenses Luis Concheiro de la Universidad de Santiago de Compostela y el resultado fue contundente: un positivo de 1,62 gramos por litro de etanol concentrado en sangre, es decir, multiplicaba con mucho la tasa permitida en ese momento y que en la actualidad se acaba de rebajar al 0,25.

El atestado detalla que «debido al estado en que se encontraba el encausado no prestaba la atención debida a la conducción y circulaba a una velocidad excesiva después de haber ingerido varias bebidas».