Emprender tras casi 20 años como empleado en el sector hostelero: «Con experiencia todo resulta más fácil»

El sector hostelero de Esteiro está más vivo que nunca y prueba de ello es el gran número de establecimientos que se asoman a su avenida principal. Si uno echa el cerrojo, otro no tarda en subir la persiana. Y eso es lo que ha ocurrido precisamente al principio de esa vía, en el bajo que hace esquina con Taxonera y Carlos III, donde hace años abría el bar Kairos y más recientemente la brasería O Encontro do Soriano, que se trasladó a Narón. En ese local, que tiene como «vecino» en el piso superior a Ernesto Barrio y su Monique Coffee, acaba de abrir sus puertas el café La Mano Negra, un nombre que remite al amuleto del mismo nombre que dicen que ahuyenta el mal de ojo y trae buena suerte. «Emprender siempre supone arriesgar, pero yo llevo trabajando en hostelería desde hace ya 19 años y con esa experiencia todo resulta más fácil. Además, después de tantos años como empleado, me apetecía tener mi propio negocio», dice ilusionado el responsable del local, Andoni San Miguel Valiente.

Y es que este profesional oriundo de Bilbao no es un novato ni en el sector ni tampoco en el barrio. Cuenta que con solo 16 años comenzó a trabajar en la hostelería de su tierra natal, y tras coger experiencia en diferentes establecimientos (desde una discoteca a un asador de pollos), con 25 se trasladó a Galicia para reunirse con su pareja, un ferrolano de San Xoán. Al poco de llegar, consiguió trabajo en la jamonería La Bellota de Esteiro, donde se ha ganado el pan durante los últimos nueve años. «La verdad es que me dio mucha pena irme, porque estuve muy contento y me ayudaron mucho, pero sentía que a mis 35 años ya había llegado el momento de montar algo por mi cuenta», explica Andoni.

Desde el principio tuvo claro que quería que su café abriese en Esteiro —«porque ya conozco a muchos clientes de la zona y me parece un barrio con mucho movimiento», valora—, así que, al enterarse de que el semisótano de Taxonera había quedado libre, no lo dudó ni un momento. Tras una reforma integral, el local luce como nuevo con muebles de madera clara, persianas de bambú y lámparas de cuerda. Y la carta refleja a un simple golpe de vista la principal apuesta del café, que son los desayunos. Hay un total de nueve propuestas y entre ellas se pueden encontrar variedades saladas con tostas de aceite y jamón o con crema de aguacate, mozarela y semillas hasta desayunos dulces con tostadas con nutella o crema de cacahuete. Todas estas propuestas se pueden servir con pan sin gluten y también admiten «extras» como huevo poché, frutas o miel. «Y además tenemos boles de yogur con frutas», apostilla Andoni.

Al margen de los desayunos, las consumiciones siempre se sirven con un pincho de cocina (este lunes tocaba fabada, pero el hostelero ya anuncia que otros días habrá albóndigas, raxo o callos ) y la carta también ofrece tapas de diferentes tipos de tortilla. Se puede elegir entre «la de la abuela», al estilo tradicional; la «Aliloveyou», con alioli; y «Rellenita», con lechuga, tomate, jamón tierno, queso y «una suave capa de mahonesa». La Mano Negra abre mañana y tarde y aspira a convertirse en un punto de reunión dentro del efervescente Esteiro. «Yo creo que la competencia siempre es buena y cuantos más seamos más dinámico será el barrio», dice con optimismo Andoni.

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