Alberto Rey, enfermero de Urgencias: «Nunca puedes decir 'ya he visto de todo', siempre hay casos que te sorprenden»
FERROL
Al profesional le toca comer las uvas trabajando en el Marcide en una de las noches más complicadas del año
31 dic 2024 . Actualizado a las 19:53 h.El ferrolano Alberto Rey tomará las uvas de la suerte esta noche en Urgencias del Marcide. No sabe si podrá comérselas una a una tranquilamente al son de las doce campanadas que marcarán la llegada del Año Nuevo. No depende de él. Y es que Alberto, de 41 años, es enfermero desde el 2009 y le toca hacer guardia esta noche en observación de Urgencias, donde trabaja desde el 2018. En ese servicio pasarán la Nochevieja 25 profesionales, entre médicos, enfermeros, celadores y personal de admisión. «Las uvas intentaremos tomarlas por todos los medios, si no se puede, porque entra un paciente, lo haremos por turnos. No es la primera vez que las tomo con el horario de Canarias», relata.
Alberto entra a trabajar a las diez de esta noche y se irá para casa a las ocho de la mañana del 1 de enero. Aunque lleva un día de maratón de trabajo porque también le hizo el turno de mañana a una compañera que prefería librar. «No me importa trabajar en Fin de Año si hay gente que lo prefiere librar para estar con la familia y los hijos; yo no tengo hijos, para mí es como otra noche cualquiera», aclara. De hecho, suele hacer guardia cada Nochevieja para que sus compañeros puedan cenar en casa.
Pero, ¿cómo será trabajar en Urgencias en el hospital de referencia de una comarca con 200.000 habitantes? Alberto confirma que «es una de las guardias del año con más trabajo», junto a las del verano cuando son las fiestas de Ferrol o las de O Alto, que suelen ser «noches muy movidas por accidentes de coche, peleas o agresiones».
En Nochevieja, en cambio, el apuro suele comenzar después de las campanadas. «Sobre las doce de la noche no suele haber mucho trabajo, pero después sí, a partir de la una o las dos de la madrugada empieza lo de todos los años: gente con atragantamientos en las cenas, con dolor torácico, síncopes, quemaduras haciendo la cena...», avanza.
A partir de las cinco o las seis de la mañana suelen llegar otro tipo de pacientes, los que han abusado del alcohol. «Por eso, hago un llamamiento para que la gente tenga sentidiño tanto en las comidas como en las bebidas. Se puede comer y se puede beber, pero siempre con sentido, brindando lo justo», aconseja.
Para afrontar esta noche de excesos en la comida y en la bebida, el servicio de Urgencias del Marcide refuerza personal. «Aquí se está alerta siempre porque nunca se sabe cuándo puede llegar un paciente, tenemos que estar prevenidos las 24 horas del día, pero sí hay un refuerzo de enfermería, si se necesita se puede avisar a la supervisora de guardia en caso de que lo necesitemos», explica el enfermero.
Pese a los momentos de estrés que se deben de vivir en Urgencias, Alberto Rey asegura que le encanta trabajar en el hospital de Ferrol y hacer lo que hace para atender a pacientes que necesitan una atención inmediata. Aunque confiesa que su trabajo puede resultar algo traumático: «Nunca puedes decir ‘ya he visto de todo’, siempre hay casos que te sorprenden, pero, sobre todo al principio, cuando empiezas a trabajar, sí que te impresiona un poco más. Con el tiempo, vas controlando tus emociones para ofrecer la mejor atención al paciente».