Las subidas de los recibos que les depara el 2025 a los vecinos de Ferrol

FERROL

Consumo de agua en un establecimiento hostelero del centro de la ciudad.
Consumo de agua en un establecimiento hostelero del centro de la ciudad. JOSE PARDO

El IBI se actualiza casi un 10 % y el agua modifica las tarifas en función del consumo

02 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Deseos de felicidad, buenos propósitos... y subida de impuestos. Así reciben los ferrolanos este 2025, que deparará algunas sorpresas en su balance doméstico de cuentas. A los incrementos generales que se aplican el precio de los alimentos, la luz o los peajes de la AP-9 se sumará en este ejercicio los de dos de los principales tributos, y de los más habituales, que abonan a la administración municipal. El principal nuevo zarpazo al bolsillo vendrá de la mano del IBI. El Impuesto de Bienes Inmuebles, conocido popularmente como contribución, experimentará este ejercicio un incremento del 9,6 %. El incremento fue aprobado de forma definitiva en la última sesión plenaria del pasado año. Y afectará, al menos, a los 33.839 propietarios que abonan el tributo por unas 55.000 propiedades urbanas en el municipio.

Según los cálculos del Concello, supondrá una subida de 24 euros en el recibo promedio anual, que pasará de 255 a 279 euros. El gobierno sacó adelante la modificación del coeficiente que se aplica para el cálculo del IBI de naturaleza urbana, pasando del 0,63 % al 0,69 %. Con ello, el Ayuntamiento recaudará unos dos millones de euros más, necesarios, según defendía en octubre el ejecutivo de José Manuel Rey Varela, para equilibrar ingresos y gastos y poder hacer frente al gasto corriente que se «disparó», sostiene, en los últimos dos ocho años.

No afectará al IBI rústico. Pero sí al urbano diferenciado, que grava los bienes que superan cierto valor: los comercios de más 110.000 euros de valor catastral, las industrias que superen los 155.000, las oficinas a partir de 200.000 euros y los negocios de ocio y hostelería que rebasan 1,4 millones de euros. Para ellos el tipo pasa este año del 0,80 % al 1 %. Y se elevará hasta el límite el de características especiales, que grava propiedades de otras administraciones o entidades de carácter público, y que se llevará hasta el máximo legal: pasarán de tributar por un 1 % del valor de estos inmuebles y terrenos al 1,3 %. Con ello, el gobierno local busca que sean los organismos y propietarios que más tienen los que absorban la mayor parte de la actualización.

El alcalde trasladaba lo «difícil» que había resultado tomar esta decisión, argumentando, no obstante, la falta de revisión de las ordenanzas fiscales desde el 2015 y otras cuestiones como las reglas fiscales para este 2025 o que en este ejercicio inicio de la devolución de un crédito suscrito el año pasado. No obstante, se mantiene un amplio capítulo de bonificaciones, entre ellos, para familias numerosas, en función del nivel de renta.

Congelación de tributos

El resto de los tributos se congelan: no se aplicará al Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), ni al Impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO), ni tampoco a las plusvalías o el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM, más conocido como rodaje). Y también se quedan como estaban las tasas municipales, con una salvedad.

El bolsillo de los vecinos estrenará en el 2025 además una subida del agua que se aprobaba en junio, pero que aún no se había trasladado al recibo. El siguiente que llegue a los buzones lo hará ya con un incremento que el gobierno local defiende que supondrá solo un euro al mes por hogar, aunque su importe dependerá de cuánta agua se gaste y el tipo de contrato. El consumo se tarificará en nuevos tramos. Y al margen de lo que se pague por consumo —saldrán más baratos los primeros veinte metros cúbicos, pero se encarecen a partir de ahí—, la parte fija del recibo de agua doméstico y comercial se incrementará en un 30 %, mientras que en el industrial se elevará hasta el 60 %. Y en el caso de lo que se paga por saneamiento —alcantarillado— supone porcentajes de un 20 % y un 40 %, respectivamente. En total, se recaudará 1,9 millones de euros más, según el dato desvelado por el BNG: 1,1 millones por abastecimiento y 750.000 euros por el saneamiento.

Con ello el gobierno local intenta hacer frente a la situación «límite» y «catastrófica» de la empresa mixta Emafesa —participada en un 51 % por el Concello y en un 49 % por Socamex—, que arrastra 6,6 millones de euros de pérdidas desde el 2016. Lo que se mantendrá invariable es la tasa de depuración de aguas residuales, como recuerda Emafesa en las cartas enviadas los abonados, informando del nuevo formato del recibo y las modificaciones en las tarifas. En ellas, recuerda que en sus oficinas se informa de las reducciones por exclusión social y familia numerosa.

Plan de control tributario y calendario fiscal del 2025

Otra de las novedades fiscales que trae consigo el 2025 es el inicio de un plan de control tributario con el que el gobierno local quiere poner coto al fraude. Es la primera vez que el Concello se dota de este instrumento, para poner coto al impago de impuestos. No obstante, la finalidad última de estas inspecciones, sostiene el ejecutivo, no es la económica y penalizadora, sino «inducir ao máximo cumprimento voluntario posible por parte dos contribuíntes». Y de esa forma, favorecer, sostiene, la reducción de la presión fiscal sobre los contribuyentes que sí cumplen con sus obligaciones. Además, el Concello publicó el pasado 26 de diciembre el BOP el calendario fiscal para este 2025, que arranca el 8 de enero con la apertura del pago en período voluntario por el párking A Magdalena, los puestos de los mercados, la ayuda en el hogar o el recibo por las viviendas del barrio de Recimil.