Si todavía no te has animado a conocer el municipio coruñés de Ares, hoy te ofrecemos una breve guía para que puedas hacerlo.
20 ago 2018 . Actualizado a las 17:43 h.Ares (A Coruña) es una de las localidades del Golfo Ártabro que ve multiplicada su población durante los días de verano. No es de extrañar si tenemos en cuenta el entorno donde se ubica, la placidez de sus núcleos de población y las maravillosas playas que la rodean.
Si todavía no te has animado a descubrir este municipio coruñés, te facilitamos una breve guía para conocer Ares y disfrutar del paseo en cualquier momento del año. No olvides que cada primavera aquí se celebran las fiestas del Corpus con sus espectaculares alfombras florales.
Ponte da Ciscada
Con una cantinela popular que reza En Redes non te quedes, en Ares non te pares e en Caamouco para pouco, aunque el orden de factores varía según a quien se la escuches, hay que proclamar que es necesario ignorar el dicho y detenerse en este municipio costero, cuya villa ofrece sitios y rincones de interés que merecen la pena.
La primera parada en Ares, la capital municipal, es el Ponte da Ciscada, en el Parque Rosalía de Castro, justo antes de llegar al paseo marítimo, en la desembocadura del río Xunqueira. Este puente consta de un solo arco y la construcción es propia de época medieval, aunque siempre se le ha denominado «romano».
Paseo marítimo
Si avanzas unos pasos hacia el mar, podrás caminar por uno de los paseos marítimos más hermosos de los que encontramos en esta esquina norte. El paseo marítimo de Ares es perfecto para recorrer en cualquier momento del año, junto a la playa de la localidad. Si llegas al final alcanzarás el puerto y el Club Náutico, siempre llenos de vida. De igual modo, el paseo suele ser escenario de algunos mercados y ferias marineras que se organizan en la villa.
Además de la playa urbana, en cuyo último tramo se ha delimitado una zona en la que se permiten mascotas, Ares cuenta con diversas calas y arenales perfectos para todos los gustos, como Seselle, Ribada, Estacas y Río Sandeu, entre otras.
Alianza Aresana
Catalogado como edificio singular, la Alianza Aresana es uno de los más emblemáticos de los numerosos ejemplos de arquitectura indiana que podemos encontrar en el municipio. Con más de un siglo de historia a su espalda, se construyó gracias a la asociación Alianza Aresana, fundada en 1904 en Cuba, quien lo financió y convirtió en un colegio infantil, inaugurándolo en 1911. En la actualidad, alberga la biblioteca municipal y en él se organizan diversas actividades culturales.
A pocos metros, se encuentra la iglesia parroquial de San José de Ares, y si enfilas tus pasos hacia la calle Real, podrás callejear por el centro, donde verás los edificios característicos de esta villa marinera. Las viviendas de una sola planta, con galerías de madera, son inconfundibles. De igual modo, no dejes de acercarte hasta el mercado de Ares, también catalogado como edificio singular.
Parque fluvial A Xunqueira
En el mismo núcleo de Ares se inicia un recomendable paseo que conduce hasta uno de los espacios naturales que no te puedes perder en su entorno. El parque fluvial de los humedales de A Xunqueira abarca 12.000 metros cuadrados que pueden recorrerse a través de una senda peatonal de madera, en la que también encontrarás un par de puestos de observación de aves. A los aficionados a la ornitología les entusiasmará.
Ermita de la Merced
A 10 minutos en coche del centro de Ares, se encuentra el monasterio de Santa Catalina de Montefaro, fundado por Fernán Pérez de Andrade en el siglo XIV, y que estuvo en uso hasta el siglo XIX, cuando pasó a ser propiedad del Ejército. En la actualidad, es posible visitarlo y asistir a alguno de los eventos que organiza en él la Asociación de Amigos Monasterio de Santa Catalina.
Dejando atrás el monasterio, hacia las antiguas baterías militares, a 600 metros se alcanza uno de los puntos más emblemáticos de la comarca para ver las panorámicas de la ría de Ferrol: el mirador de A Bailadora. A unos tres kilómetros no dejes de acercarte a la ermita de Nosa Señora da Merced, a poca distancia de la playa de Chanteiro, y a la punta Coitelada, desde donde contemplar preciosas puestas de sol.
Iglesia de Lubre
De vuelta hacia la capital municipal, puedes detenerte a contemplar la bonita iglesia de Santa Eulalia (Olaia) de Lubre, del siglo XV, uno de los templos en los que se refugiaban los delincuentes cuando escapaban de la justicia, y la iglesia de San Pedro de Cervás, de la segunda mitad del siglo XII.
De igual modo, no olvides reservar una tarde para ir a visitar el hermoso pueblo de Redes, a poco más de cuatro kilómetros de Ares, uno de los diez pueblos gallegos que debes conocer. Seguro que no te arrepentirás.