El Gobierno autoriza el cierre completo de la central térmica de As Pontes
AS PONTES
Asegura que no entraña riesgos para la seguridad del suministro eléctrico
19 ago 2023 . Actualizado a las 18:56 h.La central térmica de As Pontes quema sus últimas reservas de carbón, una remesa de 200.000 toneladas, de la que apenas quedan 100.000, que han mantenido la chimenea de la planta humeante este verano. Cuando se agoten, Endesa —su propietaria— apagará las luces definitivamente.
La compañía, que solicitó a finales del 2019 autorización para cerrar las instalaciones, ya cuenta con la luz verde del Ministerio para la Transición Ecológica, según ha publicado este sábado el Boletín Oficial del Estado (BOE). El Gobierno ha accedido a desconectar toda la planta tras recibir el correspondiente informe favorable de Red Eléctrica de España (REE). El operador del sistema estima que su cierre no entraña riesgos para la seguridad del suministro eléctrico.
El Ejecutivo había condicionado su visto bueno a un aumento de la cogeneración o el establecimiento de un mecanismo de respuesta activa de la demanda. El pasado mes de septiembre autorizó el cierre de dos grupos de la planta, pero obligó a Endesa a mantener los otros dos en activo para hacer frente a la crisis energética. El desabastecimiento de gas ruso en Europa a causa de la guerra en Ucrania —que disparó los precios del hidrocarburo y, por consiguiente, de la electricidad—, la sequía y la paralización de buena parte del parque nuclear francés, aconsejaba tener As Pontes como planta de respaldo. De hecho, la térmica volvió a entrar en acción en noviembre. Endesa tuvo que reforzar la plantilla incorporando a 60 personas y prolongó los contratos de las empresas auxiliares.
En la última reunión entre la dirección de la empresa y los sindicatos, la compañía comunicó la ampliación del período de ocupación hasta el próximo 30 de noviembre. La idea es quemar el carbón que queda entre septiembre y octubre. Después se procederá al acondicionamiento necesario de las instalaciones para iniciar las labores de desmantelamiento.
Desmantelamiento
Esta tarea se prolongará cuatro años, según estima Endesa, y participarán en ella 130 trabajadores escogidos a través de planes de formación. As Pontes dirá adiós a la mayor central térmica de España, que lleva 47 años en funcionamiento, y Galicia se despide de 1.469 megavatios (MW) de potencia instalada —el 13,4 % del total en la comunidad—, si bien es cierto que solo la mitad de esa capacidad sigue disponible.
¿Significa eso que Galicia perderá potencial de generación? No. La compañía energética y el Gobierno acordaron un plan de reconversión industrial para la zona. Están previstas inversiones de casi 2.700 millones de euros con las que se generarán, previsiblemente, 1.300 empleos directos. Para garantizar el abastecimiento de la industria, el desmantelamiento de la central discurrirá de forma paralela al despliegue de nuevos proyectos renovables. Endesa tiene previsto sustituir esos 1.469 megavatios de la térmica por 1.300 procedentes de parques eólicos en tramitación. Eso sí: solo se podrán conectar a la red si la burocracia y la Justicia lo permiten.
Ayudas públicas
Esto último es clave, porque varios iniciativas industriales proyectadas en Galicia, como el de la china Sentury o la reactivación de la factoría de Alcoa, dependen del abastecimiento de la electricidad generada por esos parques.
Todas las comarcas afectadas por el cierre de las centrales de carbón tienen derecho a ser compensadas. Las ayudas deberán destinarlas a iniciativas empresariales o de capacitación que permiten crear nuevas oportunidades de empleo. El Gobierno también ha dado prioridad en el acceso a los fondos de recuperación de la UE a los proyectos energéticos situados en estas zonas. De hecho, ya se han asignado 15 millones de euros a EDP y Reganosa para la primera fase de construcción de una planta de hidrógeno verde (H2Pole), que requerirá una inversión de 156 millones de euros.
Otras de las iniciativas a las que se han destinado subvenciones son el despliegue de un centro logístico en el polígono industrial Penapurreira —para ayudar a las empresas con problemas de almacenaje—, y a los transportistas afectados por el cierre de la planta.
Las nuevas industrias que se levantarán en sus terrenos: una planta de biofibras y otra de neumáticos
Al igual que ocurrió con la demolición de la torre de refrigeración de Meirama, el desmantelamiento de la térmica de As Pontes marcará el final de una era para la comarca y la comunidad. En cuatro años, la enorme mole y su chimenea —de las más altas del mundo— ya no formarán parte del paisaje habitual de la zona.
En los terrenos vinculados a la central se levantarán otras industrias. Una de ellas es la fábrica de neumáticos de Sentury Tire, que dispondrá de 26 hectáreas en As Pontes —en la antigua mina— para levantar una planta que exigirá una inversión estimada de 447 millones de euros. De ella depende la creación de unos 750 empleos directos. Endesa, propietaria de la térmica, se encargará de darle suministro con acuerdos a largo plazo.
También cederá 45 hectáreas de terreno del antiguo parque de carbones a Ence, que tiene previsto invertir 355 millones de euros en la construcción de una planta para la recuperación, desarrollo y producción de fibras naturales recicladas a partir de papel y cartón. Hay 550 empleos directos e indirectos vinculados a esta iniciativa empresarial que también supondrá un revulsivo para la industria de la madera.
El futuro de Endesa
«Endesa ni se va ni se desentiende de As Pontes y Galicia», aseguraba la compañía hace casi un año. Sus planes pasan por abandonar definitivamente el carbón y abrazar las renovables. De hecho, está previsto que la empresa construya una planta de hidrógeno verde en la comarca con una potencia de 100 megavatios, aprovechando el gran despliegue eólico que se espera en los próximos años.
¿Qué pasará entonces con la terminal portuaria exterior de Ferrol, dedicada al tráfico de este mineral? El enclave, reconvertido en una terminal granelera, podría multiplicar por tres su tráfico de contenedores con el despliegue de la planta de Sentury.
Otra de las iniciativas que proyecta en As Pontes tiene que ver con la creación de un centro logístico para el mantenimiento de aerogeneradores, que prestará servicio a parques eólicos de toda España. La energética calcula que necesitará contratar al menos a 57 trabajadores.
La térmica funciona estos días a toda máquina con el viento a favor. Quemar el carbón en la temporada de verano, con precios diarios en el mercado mayorista de la electricidad que superan el umbral de los 100 euros el megavatio hora (MWh), resulta más rentable para la compañía. En enero, se pagó una media de 69,45 euros/MWh, la cotización más baja del año. En febrero se alcanzó el pico de 133 euros y los precios se fueron moderando hasta la llegada del verano, cuando volvieron a repuntar, coincidiendo con una mayor actividad en la planta.
Las reservas de gas de la UE ya están al 90 % dos meses y medio antes de la fecha prevista
No solo el Gobierno da por cerrada la crisis energética, a pesar de que en el último mes el gas ha tenido que entrar en el sistema para cubrir el 30% de la demanda y que este sábado se paga el megavatio hora en el mercado mayorista a 109,8 euros, más del doble que antes de la pandemia.
Bruselas también da por neutralizada la amenaza que supuso el recorte del suministro energético ruso en el 2022, aunque empieza a normalizar precios que no se habían visto nunca.
¿Habrá problemas con el suministro de cara al invierno? En contraste con el año pasado, este 2023 los almacenes están mucho mejor pertrechados. Los Veintisiete tienen las reservas al 90 % de su capacidad. Y eso, a dos meses y medio del plazo máximo fijado: «El almacenamiento de gas ha alcanzado el 90 % bastante antes de lo necesario. Esto nos ayudará a estar seguros este invierno. Juntos, nos estamos liberando del gas ruso y seguimos trabajando en paralelo en más fuentes de energía diversas para el futuro», celebró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en redes sociales. El año pasado año ese umbral no se alcanzó hasta principios de octubre y, se logró pagando un precio muy caro. Obligó a los países europeos a abonar tarifas históricas por el hidrocarburo.
De todos los Estados miembros, es España el que tiene sus almacenes más llenos a estas alturas de verano. Las reservas están rozando el 100%. Austria, Alemania, Italia, Portugal, Polonia, los Países Bajos o Suecia superan el 90%. Francia y Dinamarca, el 80%. Letonia se sitúa a la cola. Los almacenes de la república báltica están al 77%, según los datos actualizados de AGSI.