La valiosa colección de lápices de Juan Vidal

FERROL CIUDAD

I. VALERIO

Memoria de la escritura... y de la ciudad

22 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

2Lamentablemente poco queda, salvo el solar, de lo que fue el edificio que albergó la Fábrica de Lápices de Ferrol. Una fábrica en la que se llegaron a producir en los buenos tiempos alrededor de 180.000 unidades al día de lápices Johan Sindel, lápices de mina de grafito muy valorados también por la calidad de la madera de cedro americano con la que eran elaborados en la década de los 50. Muchos de los que en algún momento visitaron esa fabrica recordaran su característico olor a maderas nobles que se percibía recorriendo las líneas de producción de los lápices. Pero en Hispania se fabricaron también bolígrafos a partir de los años 50, dado que anteriormente se fabricaban plumillas. La evolución de los mercados, así como los elevados costes de producción junto con la competencia a través de la importación, hicieron que la fabrica cerrase en el año 1986. Y aunque nada queda de lo que fue una fábrica que muchos recordarán haber visitado, lo que ha quedado para siempre, gracias a los coleccionistas, es un amplio muestrario de los maravillosos lápices y pinturas de colores que salían a diario de la fábrica del muelle. Uno de esos coleccionistas es Juan Vidal, el responsable de Falso Techo, la tienda de piezas vintage de la calle Magdalena 81. Aunque tiene a la venta algunas unidades, a nivel personal atesora una importante colección de lápices de las marcas Johan Sindel e Hispania producidas entre los años 1934 y 1986. Es más, también conserva una caja de lápices producidos en la otra fábrica, tal vez menos recordada, que en 1964 fue fundada en Canido, Ilasa, y que también fabricó lápices que Juan conserva como parte de lo que es la historia industrial de Ferrol más allá de la construcción naval.