Del gimnasio de Pull & Bear a emprender con un estudio de barre, la disciplina de moda que combina pilates y ballet

¿Quién dijo miedo? «Sé que es arriesgado dejar un trabajo estable para emprender con un proyecto propio... ¡Pero es que este es el proyecto de mi vida! No tengo hipoteca ni ataduras de ningún tipo y parece que Ferrol está creciendo. Sin ninguna duda, era el momento adecuado, tenía que tirarme a la piscina sí o sí». Con más ilusión que un niño con zapatos nuevos, Candela Otero (Pontevedra, 27 años) desgrana los detalles del nuevo centro entrenamiento que abrirá el próximo mes de noviembre, si todo sale según lo previsto, en el local comercial del 120 de la calle Real, un precioso bajo de cantería labrada en la fachada y techos altos en el que antaño abría sus puertas la zapatería Centromoda.

«Habrá clases de pilates, ciclo indoor (spinning) y también barre, que es la gran novedad, porque no hay ningún otro estudio que lo ofrezca en Ferrol. Se trata de una disciplina que ya está muy de moda en grandes ciudades como Barcelona y Madrid y que combina el trabajo de barra del ballet con ejercicios de pilates y entrenamiento funcional. Es bastante cañero, las clases se dan con música y solemos usar pesas, gomas elásticas o soft balls», explica entusiasmada.

 

 

 

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El estudio se llamará Dale Candela, y con su puesta en marcha, esta joven graduada en Fisioterapia y Ciencias de las Actividades Físicas y del Deporte tendrá que despedirse de las clases que imparte ahora en una clínica de fisioterapia del barrio de A Magdalena y de su trabajo como monitora en el gimnasio de la central de Pull & Bear en el polígono Río do Pozo (Narón). «Me da mucho pena dejarlo porque estaba feliz, pero me apetecía montar algo propio y este era el momento», insiste Candela.

Con la apertura del estudio de la calle Real, la joven da un paso hacia adelante en el proyecto de Dale Candela, que nació hace pocos meses para la organización de eventos puntuales de diferentes métodos de entrenamiento. «El primer encuentro que organizamos estuvo dedicado al barre. Lo hicimos en el Studio Follow de A Coruña y en cinco minutos se vendieron todas las entradas», rememora.

Aquella fue la primera señal que le puso sobre la pista de la buena acogida que podría tener el barre en Ferrol. Y más, tarde, con sus clases en la clínica de fisioterapia y en el gimnasio de Pull & Bear —donde además de barre, también imparte pilates, ciclo y GAP para el personal—, se terminó de convencer. «Fue tal el bum que ya comencé a plantearme en serio la posibilidad de montar el estudio», explica.

Esa idea fue ganando fuerza en su cabeza y cuando surgió la posibilidad de alquilar el bajo del 120 de la calle Real no lo dudó. «Vi el local y fue un amor a primera vista», reconoce. Allí espera recibir a alumnado de todas las edades, porque, aunque el barre es «muy cañero», advierte de nuevo, sus ejercicios se pueden adaptar en función de la condición física de cada persona para que resulte «más suave». «Por ejemplo, si en un determinado ejercicio alguien no es capaz de saltar, lo puede hacer de puntillas», apunta a modo de ejemplo esta enamorada de todo lo relacionado con el deporte y la actividad física desde que era niña.

Antes de estudiar el doble grado en Madrid, probó con el tenis, el ballet, el balonmano playa... Y también compitió como gimnasta de rítmica a nivel gallego. «Mi madre siempre me dice que era una niña terremoto», comenta ente risas. Sigue con los mismos bríos y está dispuesta a hacer temblar al personal en su nuevo estudio de la calle Real.

Un entrenamiento «muy dinámico, completo, exigente y divertido»

Aunque aún poco conocido en Galicia, el barre es una disciplina que ya está de moda en grandes ciudades de España, donde gana adeptos al combinar ejercicios de fuerza, cardio y resistencia. «El barre engancha porque es un tipo de entrenamiento muy dinámico, completo y exigente al mismo tiempo que divertido», dice Candela Otero.

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