Organiza celebraciones «íntimas, especiales», para no más de treinta comensales. La primera se oficiará el día 21 de mayo, con catorce personas
10 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.«Esta parte de la costa es idílica, un espectáculo, por la orografía, el verde, los rincones...», comenta la persona que se encargará de coordinar la celebración de bodas en el hotel de naturaleza Semáforo de Bares, en Mañón, mano a mano con el gerente, Francisco Javier Pardo Obra. Esta colaboradora, que prefiere no identificarse, también ejercerá de oficiante, si los novios lo piden. «Ya tenemos fecha para la primera, el 21 de mayo, una pareja de cedeireses que vive en Alemania. Serán 14 personas», explica el responsable del negocio ubicado en la punta de Estaca de Bares. La idea es albergar casamientos «íntimos, especiales, con no más de treinta comensales». Si el tiempo lo permite, su intención es que se desarrollen en los jardines, tanto la ceremonia como el banquete, que podría trasladarse al interior si fuera necesario e incluso bajo una carpa en el exterior.
Los impulsores de esta iniciativa se ocupan de todo lo que la pareja demande, desde la decoración del espacio (con una florista) a la preparación del menú (con el servicio propio de cocina o contando incluso con algún chef externo). Para el debut, en mayo, está previsto alquilar tanto el mobiliario como la vajilla que utilizarán los novios y los invitados. La iluminación, la pastelería, los manteles, la música, el cartel de la boda... «La idea es vestir el espacio... y que la boda fluya», resume la maestra de ceremonias.
Los novios son quienes contratan este servicio, cada vez más demandado por razones de tiempo y, en algún caso, porque quienes se casan residen fuera pero quieren formalizar aquí su unión y no encuentran la manera de organizarlo por su cuenta. «No te vas a casar con los platos de diario ni con el mantel de color salmón... y la comida del día de tu boda no puede ser la del domingo en casa de tus padres», subraya esta experta en casamientos.
Pardo Obra apuesta por este tipo de eventos, sobre todo fuera del período estival. El hotel funciona todo el año, con servicio de cocina para huéspedes (en verano también para personas que no se alojen en el establecimiento) y cafetería con terraza, abierta a todo el mundo. El Semáforo de Bares brinda la oportunidad de casarse en este antiguo centro de control del tráfico marítimo, mirando al Cantábrico y al Atlántico, un lugar donde «prometerse respeto, ayuda, cuidado, lealtad y amor», apunta la oficiante.