Miami no es Mugardos

MUGARDOS

cedida

El castigo por un mismo comportamiento varía según el país: desde no poder beber alcohol para conducir a penas de 6 años de cárcel por resistencia a la autoridad

06 feb 2019 . Actualizado a las 09:03 h.

Las leyes penales vigentes en un estado son aplicables a todas las personas que cometan un delito dentro de su territorio, independientemente de que sean turistas, residentes o nacionalizados. Partiendo de esa premisa, expertos en Derecho Penal recomiendan ser conscientes de a qué país se va cuando se viaja. Porque como ha quedado demostrado con el caso del joven de Mugardos detenido la semana pasada durante un partido de la NBA en Miami, un delito de resistencia a la autoridad como del que le acusan y por el que, como explica el penalista Jorge Vázquez Vila, una persona que no tiene antecedentes en España no acabaría en cárcel, en el estado de Florida «puede tener consecuencias mucho más duras».

¿Qué implica enfrentarse a un agente de la autoridad con violencia?

Este es un delito castigado en prácticamente todo el mundo. En España, como apunta Jorge Vázquez Vila, un atentado contra un agente de la autoridad está penado con entre uno y cuatro años de cárcel, «pero lo habitual cuando no hay antecedentes penales es que la defensa llegue a un acuerdo con la Fiscalía y acaben reduciendo la pena al mínimo y cambiando la cárcel por trabajos en favor de la comunidad. No suelen cumplir cárcel». En Estados Unidos, la norma es diferente y varía en función del estado en el que se cometa el delito. «En Florida ?dice Vázquez Vila? puede exponerse a entre tres y seis años de cárcel».

Pero no hay que olvidar que más allá de eso, como explica el decano de la Facultade de Dereito de la Universidade de Santiago y profesor de Derecho Penal, Gumersindo Guinarte, «a diferenza non só a hai que ver nas normas penais, tamén con como é o modelo de procedemento penal».

En el caso de Estados Unidos, añade, hay penas de cárcel de corta duración que aquí, cuando no hay antecedentes, el condenado no llega a ingresar. Pero eso, parece que en líneas generales, no ocurre tanto en Estados Unidos: «Pode caerche un ano de cárcere e é doado, en xeral, que haxa que cumprir a condena», dice.

Hay que tener en cuenta que en ese país norteamericano, provocar desorden público por estar bajo el efecto del alcohol puede entenderse como un agravante y no como un atenuante. Todo depende del juez.

¿Qué pasa por conducir con dos cervezas de más en el extranjero?

Guinarte hace una advertencia a quienes piensen coger el coche en el extranjero: «Hai que ter moi presente que hai países nos que xa hai taxa cero de alcohol. Non podes coller o coche nin despois de tomar unha única cervexa». En España el límite está en los 0,25 miligramos de alcohol en la prueba de aire, aunque a partir de 0,60 la infracción se convierte en delito penado con cárcel.

En Estados Unidos depende de la legislación de cada Estado. En general, el límite máximo legal es muy bajo (0,08 % de alcohol en sangre). Beber 100 centilitros de cerveza podría ya sobrepasarla. Pero en Utah, por ejemplo, el baremo es todavía menor porque no se permite sobrepasar el 0,05 %, cuando en España esa misma tasa es de 0,50 gramos en sangre. En Florida, los menores de 21 años no pueden superar los 0,02.

¿Cuáles son las consecuencias de consumir drogas?

Es una de las prácticas con las que hay que tener más cuidado. Guinarte explica que tener drogas para consumo propio no es delito en España, al igual que en la mayor parte de los países de Europa. En Estados Unidos, el consumo de sustancias como la marihuana para uso recreativo es legal en muchos estados. Colorado fue uno de los pioneros. Otra cosa es el tráfico.

En España, dice Guinarte, depende de la cantidad hallada, pero en otros países sobre todo en el sur de Asia las penas por este delito pueden incluso conllevar la pena de muerte. «Non é ningunha broma. Nalgúns deses estados o consumo tamén está penado», apunta.

Basta recordar el caso de María Nieves García Alcaraz, quien acaba de llegar a España tras pasar ocho años en una cárcel de Tailandia. En su día fue detenida con poco más de tres kilos de metanfetamina guardados en una maleta que le había dado un ciudadano de Ghana para llevar a Bali. Ahora podrá cumplir el resto de su condena en España.