La aventura con final feliz de la perrita Kasi: «La buscamos toda la noche por Mugardos porque es nuestra familia»

La odisea vivida por la perrita Kasi ha tenido final feliz. Pero también demuestra una vez más que los perros forman parte de las familias. Desapareció el miércoles a las 20.30 horas de su casa en A Pedreira (Mugardos). Y durante toda una noche hasta el amanecer fue buscada por los cinco miembros de su familia, siempre acompañados por dos efectivos del GES, e incluso por la madre y el hermano de la perra. La búsqueda duró horas «bajo la lluvia, cortando zarzas y ante jabalís». Hasta que Kasi fue encontrada y llevada hasta casa entre besos y abrazos. «Mis perros son como mis hijos, hace tres semanas ya se nos murió Dylan que era el papá de Kasi y perder a su hija lo llevaríamos muy mal», admite Verónica Vilaboa, su dueña.

Esta border collie blanquinegra de dos años salió de casa ese miércoles acompañada de su mamá Nora y su hermano Canelo, porque el portal quedó abierto un momento. Los vecinos consiguieron retener a Nora y Canelo, con ayuda de efectivos del GES que estaban por allí. Pero Kasi se escapó hacia la zona de O Seixo, con la furgoneta del GES detrás para tratar de detenerla. Toda la familia salió en varios coches en su busca: Verónica, su pareja, su hermano y sus padres. Y tras media hora en los vehículos sin resultado, decidieron continuar la búsqueda a pie con los perritos para seguirle el rastro.

Así estuvieron varias horas, hasta que a la 01.30 se organizaron para ir varios a pie y otros en coche. Descubrieron a Kasi en la carretera pero se asustó tanto que se adentró por el monte. Volvieron a casa por linternas y como la zona era de barrancos y zarzas decidieron avisar al GES de Mugardos. Dos efectivos del Grupo de Emergencias Supramunicipal «nos ayudaron muchísimo y les estaremos eternamente agradecidos». Los lloros de Kasi guiaron a la comitiva hasta la zona por donde se movía la perra. «Y durante horas estuvimos con una hoz cortando zarzas y haciendo túneles entre la maleza para dar con ella, nos llenamos de arañazos pero los del GES nunca se rindieron y nosotros tampoco en una noche muy complicada por el temporal», explica Verónica. 

En la búsqueda participaron así siete personas, además de los perros Nora y Canelo, pero también colaboraron vecinos que pararon sus coches para ayudarles y que después los llamaron para ver cómo se había solucionado todo: «Como un padre y su hijo que nos ayudaron a buscarla en coche». En redes sociales empezó a movilizarse el dispositivo desde muy pronto, por si alguien podía ayudar. Y una chica alertó de que la perra había sido vista cerca de Reganosa, facilitando indicaciones por GPS. «Gracias a esa detalle la buscamos por allí, estábamos muy preocupados porque es una perra muy casera y familiar», indica Verónica.

También había miedo a los jabalís, «los escuchamos durante toda la noche, y mi madre y mi pareja se cruzaron con uno». La preocupación aumentaba por la reciente muerte de Dylan, «Kasi era la que más se parecía a él y el GES nos dio en todo momento mucho apoyo psicológico diciéndonos que todo saldría bien». Cuando finalmente encontraron a Kasi, «mi madre la apretó muy fuerte entre abrazos y los efectivos del GES no dejaban de sonreír». Verónica y su pareja decidieron retrasar su regreso a Madrid donde trabajan, «porque no nos íbamos de aquí sin encontrar a mi perra». Y finalmente esta historia a las puertas de esta Navidad ha tenido el final más feliz. 

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