En Pedroso

Ramón Loureiro Calvo
Ramón Loureiro CAFÉ SOLO

NARÓN

JOSE PARDO

23 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

A pesar de que, por suerte, conservo ejemplares de casi todo cuanto libro publicó Enrique Cal Pardo —que fue uno de los más grandes medievalistas gallegos, deán de la catedral mindoniense y, además, uno de los mejores amigos de cuantos he tenido a lo largo de mi vida: un amigo del que me acuerdo todos los días—, no tengo, ni he conseguido encontrar, su monografía sobre el desaparecido monasterio de San Salvador de Pedroso. Cosa que hoy me desasosiega más que nunca, porque cada vez que releo a Cal Pardo aprendo cosas nuevas y descubro aspectos de su obra que antes me habían pasado desapercibidos. Y porque desde hace unos días no dejo de pensar en lo asombroso (tristemente asombroso, todo sea dicho de paso) que resulta el hecho de que ni siquiera seamos capaces de determinar dónde se encontraba un centro monástico que tuvo un papel fundamental en la historia de Galicia.

Por cierto: una de las personas a las que más quiero en este mundo siempre me dice que la historia (como ciencia, claro) hay que dejarla en manos de los historiadores, porque soñar el pasado no permite conocerlo mejor. Y yo le respondo que en lo esencial estoy de acuerdo con esa afirmación, claro. Pero también le digo que, conforme los años pasan y uno se va quedando sin futuro, se tiende a percibir el pasado como algo más cercano. Algo que, de alguna misteriosa manera, también nos habla. Y con el monasterio de Pedroso, al que aun sin haberlo visto nunca le quiero tanto, me pasa precisamente eso: que, sin dato alguno, creo que debió de estar por donde hoy está la iglesia parroquial. No sé qué diría Cal Pardo....