Brotes de vida en el tejo eumés

Nieves Rodeiro, A.U. PONTEDEUME

PONTEDEUME

ángel manso

Una vecina de Pontedeume lleva desde hace un año aplicando un producto al emblemático árbol

09 ago 2016 . Actualizado a las 11:13 h.

«Dada la evolución del árbol en los últimos años no parece factible su recuperación mediante cualquier tipo de actuación». Estas eran las palabras recogidas hace un año en el informe de la Estación Fitopatológica de Areeiro y que preveía el futuro desafortunado del emblemático tejo de Pontedeume. En ese mismo mes, la eumesa Antonia Veiga empezaba a aplicar al árbol el denominado líquido rojo, un producto de su laboratorio y que, según dice la investigadora, ha llevado a cambiar la evolución negativa del árbol, que ahora presenta brotes verdes de hasta cuatro metros de altura.

«El bosque gallego está curando este tejo tan histórico para Pontedeume y del que tantos recuerdos guardamos los eumeses», explica Antonia Veiga, vecina y gerente de los laboratorios Lage y Veiga y que tras más de 40 años comprobando los efectos en humanos del líquido rojo -producto de la gama de cosmética natural Piabeli, con la que trabaja- decidió probarlo en plantas. «Es la extensión del trabajo acreditado en las personas durante muchos años. El líquido contiene activos del propio bosque autóctono, como puede ser el abedul, la lavanda, las rosas... que recolectamos por la zona, incluso en las propias fragas», detalla.

Fue el año pasado cuando esta eumesa emprendió los cuidados del histórico tejo. Desde entonces, lleva acudiendo «por propia vocación» y aplicando al árbol este remedio natural. Junto con ella, el ingeniero agrícola Jorge Juan Álvarez ha ido constatando los cambios que se producen, de lo que concluye mediante un informe que «tras una evolución negativa durante años, el tratamiento aplicado por Antonia Veiga ha propiciado un cambio evolutivo favorable que ha revertido su estado progresivo de enfermedad». El ingeniero agrícola explica que lo que se hace mediante el tratamiento natural es «una especie de transfusión, al inyectarle sustancias de árboles sanos que permiten su recuperación». Por su parte, el alcalde de la villa, Bernardo Fernández, opta por la prudencia. Afirma que el inicio de los brotes verdes es una buena noticia, pero esperarán a ver la evolución «para encargar un novo informe aos profesionais competentes e que comprobe a que se debe esta mellora».

El emblemático tejo de la Casa Tenreiro se trata de un ejemplar de Taxus baccata al que se le calculan unos quinientos años de antigüedad. Incluido en el Catálogo Galego de Árbores Senlleiras es una joya no solo por sus características sino por su historia. En él se celebró un banquete por el Gobierno que presidía Santiago Casares Quiroga durante la II República, protagonizó también una novela de la escritora gallega Emilia Pardo Bazán y se varió por él la traza del tramo Miño-Fene de la Autopista del Atlántico.

Su interés ha hecho que miles de personas lo hayan visitado a lo largo del tiempo y que sea a día de hoy un símbolo para el municipio, que a punto de morir, parece ahora recuperarse.