Turrones y chocolates con algas, crema de orujo o percebe: «Queremos darles un toque de Galicia»
PONTEDEUME
El obrador eumés Oxóco Chocolates sopla su primera vela con premios europeos
26 dic 2024 . Actualizado a las 12:07 h.Ha soplado su primera vela el obrador eumés Oxóco Chocolates. Detrás está Tomás Rodríguez Díaz (Neda, 1989), que trabaja incesante en la campaña de Navidad con dulces, turrones y chocolates con su sello atlántico. «Estamos en unas fechas en las que no podemos más de trabajo con estos dulces y productos encaminados a regalos y demás. Durante esta época trabajamos más del doble que en verano», valora.
Siempre tuvo claro que quería emprender con un proyecto personal en el que aunase la tradición y cultura gallega con el chocolate, su pasión. Así nació hace un año el concepto de Oxóco Chocolates. «Lo trabajamos de una manera que se llama bean to bar. Compramos cacao de origen único, lo tostamos nosotros, lo molemos a piedra y hacemos todo el proceso. Pero queremos darle un toque que nos gustase gallego, pan, algas...», detalla el artesano. Ahora se suman dos propuestas de turrones con una base clásica de almendra o avellana: Cremiño, con avellanas y crema de orujo, y del Camiño, con almendra marcona tostada, canela y el limón., además de mantecados
Se unen a su propuesta de seis variedades de chocolates. «Tenemos tres con chocolate negro —Nai, chocolate con pan de masa madre; Terra, de eucalipto; y el Atlántico, de algas, percebes y sal marina— dos con leche —El Camiño, con almendra y limón; y Cremiño, con leche tostada y crema de orujo;) y uno blanco (Millo, de maíz con harina de maíz—», describe. Dos de ellos ya con reconocimientos europeos a su espalda. «Nos presentamos a un concurso de catas europeos y ganamos sendas medallas de bronce con el Terra y el Atlántico», agradece Tomás.
Oxóco se distribuye en tiendas gourmet y online en su recién lanzada página web. «Nuestro mayor mercado está de momento en A Coruña, aunque ya tenemos puntos por toda Galicia», detalla.
Regreso a casa
Tomás regresó con su pareja, Almudena Yáñez, a Galicia tras años de formación y un bagaje de experiencias por todo el país. «Con 21 años decidí irme a otros sitios a aprender y estuve mucho tiempo trabajando en la zona del Mediterráneo en hostelería y confitería. Después de ocho años fuera quise montar algo mío, un proyecto personal», recuerda. Antes de volver a casa, Tomás estuvo trabajando en un restaurante de Estrella Michelín en Barcelona donde contaban con su propio huerto y trabajaron con producto local. También trabajó en una multinacional del chocolate. «Uniendo esas dos experiencias, mi pareja y yo decidimos volver a Galicia juntando las dos experiencias que más nos habían motivado, chocolate y producto local», recuerda como concepto inspirador de lo que él quería crear en su tierra. Aunque su idea inicial era asentar el obrador de chocolate en Valdoviño, la pandemia sanitaria y el retraso en las obras, sumado al aumento del coste, le hizo desistir de esa idea para encontrar su local. «La idea inicial de Oxóco fue montarlo en la aldea donde mi vivía mi abuelo, en Valdoviño, por el entorno. Pero entre unas cosas y otras acabamos en Pontedeume gracias al apoyo de unos amigos que tienen la panadería Patricio. Compartimos almacén. Ellos necesitaban ampliarse y a nosotros nos vino genial», agradece.
Y no hay tiempo de descanso ni para parar. Oxóco prepara ya novedades para el 2025 y buscan también lanzar productos que no sean tan estacionales como los turrones. «Tenemos productores muy buenos y a través del dulce y chocolate queremos transmitirlo para el resto de la gente».