Los expresidentes también son bien tratados tras abandonar la política en los principales países europeos. Tienen asignaciones públicas vitalicias más cuantiosas que la española y el régimen de incompatibilidades para trabajar en una empresa privada no se aplica, en la mayoría de las situaciones.
francia
El caso más parecido a España. Los expresidentes de la República tienen derecho a percibir una pensión vitalicia que le supone ingresar unos 18.000 euros mensuales. Además, forman parte del Consejo Constitucional, un organismo parecido al Consejo de Estado, y participan en fundaciones y otras entidades de carácter institucional, todas ellas remuneradas.
reino unido
Sin regulación. En este país no existe un régimen específico que determine las asignaciones que reciben sus ex primeros ministros, pero su futuro está resuelto. Un ejemplo es Tony Blair, convertido en el orador mejor pagado del planeta al cobrar una media de 200.000 libras (238.000 euros) por conferencia. El ex primer ministro británico ha ganado, desde que dejó su cargo, unos 18 millones de libras (más de 21 millones de euros) con actividades como asesorías a múltiples empresas británicas.
alemania
No existe la incompatibilidad. Los excancilleres están muy bien tratados y cobran un pensión vitalicia de 230.000 euros anuales, casi tres veces mayor que la establecida en España. Además, pueden ser contratados por empresas privadas nada más dejar el cargo. Ocurrió con Gerhard Schröder en el 2006, que a los pocos meses de abandonar la política entró como consejero en un consorcio creado por la empresa rusa Gazprom. Schröder recuperó su profesión de abogado y representa a clientes importantes.
estados unidos
Pensión y papel institucional. Los expresidentes estadounidenses son cargos reconocidos y su bagaje político se sigue aprovechando. Es costumbre que colaboren en misiones específicas con las Administraciones posteriores. Tienen una pensión anual de 200.000 dólares (unos 150.00 euros).