El nuevo dirigente de la FEB todavía no ha decidido cuándo convocará la primera reunión, aunque su intención es ponerse al día cuanto antes para empezar a trabajar de inmediato.
-Las subvenciones se han visto drásticamente recortadas y una asignatura pendiente es la financiación de la FEB, ¿se cobrará una cuota?
-La intención no es pedirles a los socios el pago de una cuota para la patronal comarcal. Es cierto que hay un problema económico y que hasta ahora la vía de financiación son las subvenciones que, como dices, se han visto muy recortadas. La intención es buscar otras alternativas. Hay que moverse y llamar a todas las puertas para conseguir fondos. Este no es un buen momento para pedirles a los socios un esfuerzo mayor. Además, hay que tener en cuenta las diferencias existentes entre cada una de las entidades que conforman la federación.
-Usted dijo que la FEB debe ser un grupo de presión, ¿en qué se traduce esa idea?
-La FEB no debe limitarse solo al ámbito local, debe tener presencia autonómica. Cuanta más fuerza tengamos más presión podemos hacer. Debemos diseñar una estrategia bien orquestada, mejorar las relaciones con los distintos organismos de las Administraciones. Además, la FEB tiene que tener una participación activa en entidades representativas y jugar un papel reivindicativo a todos los niveles.
-¿A qué se refiere con la participación activa?
-La FEB tiene que intervenir en la toma de decisiones. Pertenece a entidades importantes como la Confederación de Empresarios de A Coruña o la Federación Galega de Comercio, pero no basta con estar ahí. Hay que estar en los órganos de gobierno y tener una participación activa defendiendo los intereses de los diversos colectivos. Su presencia en distintos ámbitos ha de aumentarse.
«Debemos jugar un papel reivindicativo a todos los niveles»