Quince personas a las órdenes de un arqueólogo retomarán el viejo proyecto del castro del Elviña
16 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Andaba Jesús predicando y en Elviña unos 2.000 individuos trataban de levantar una ciudad. ¿Cómo era aquella urbe que hoy se le conoce como castro? Por el momento, hay que imaginársela. Pese a que bastante se ha destapado ya, queda mucho por escarbar. Ya sabemos que entre 1947 y 1985, hombres como Luis Monteagudo, Jose María Luengo y Felipe Senén descubrieron, con perseverancia, mucho esfuerzo y con pocos más recursos que los de sus propias manos, las primeras construcciones del castro: el templo del ídolo fálico, el aljibe, la casa de la exedra... Que luego, el abandono y la maleza se comieron su trabajo hasta que en el 2002 volvió el esplendor a Elviña y aparecieron las casas de la croa, las murallas, el taller de metalurgia y miles de piezas de cerámica, metal y vidrio. Los restos más destacados están expuestos, junto al tesoro de Elviña y al ídolo fálico, en el Museo Arqueolóxico del castillo de San Antón.
Como se ve, la exploración ha ido a empujones. Al ritmo actual, la Casa de los Antepasados de Elviña tendrá que contar con un espacio dedicado a ella misma, con una historia que arrancaba a finales del siglo pasado, continuó con la convocatoria de media docena de destacadas figuras mundiales de la arquitectura para que presentaran sus proyectos y concluyó, al menos por ahora, con la elección del edificio firmado por Manuel Gallego Jorreto, premio nacional de Arquitectura por el edificio que alberga el Museo de Belas Artes.
Partida presupuestaria
Desde que en el 2003 el Ayuntamiento coruñés adjudicó dicho proyecto con el nombre de Artabria, la puesta en marcha del mismo se ha ido dilatando. Pero tan pronto la ciudad se olvida de su castro, vuelve sus ojos hacia él. Ahora se acaba de dar otro espaldarazo, pues el Ayuntamiento sacó a concurso, por 235.000 euros, una nueva fase de actuación, unas obras que ejecutarán un arqueólogo, seis técnicos y nueve peones durante cuatro meses y medio. El plazo de ejecución para el desarrollo de la intervención arqueológica será de dos meses y medio, mientras que para la elaboración de los informes pertinentes el proyecto reserva los otros dos meses.
Esos hombres y mujeres, en ese tiempo, tienen la encomienda la creación de un parque arqueológico de una superficie de 65 hectáreas. Ahí se tendrá que levantar el museo de la historia, que ocupará 10.000 metros cuadrados.
Esta actuación forma parte del proyecto Artabria, iniciativa puesta en marcha por el Ayuntamiento y que, en esta fase, cuenta con el apoyo económico del Ministerio de Fomento, en la que se tratará de dilucidar la cronología y funcionalidad de una sepultura que, según dijo el arqueólogo José María Luengo Martínez, pertenece al período megalítico.
Hay que partir de la base de que los datos de los que se disponen son insuficientes para establecer la funcionalidad y la cronología del castro, por lo que está previsto llevar a cabo diversas prospecciones en la zona para establecer su relación con el asentamiento castreño, declarado Bien de Interés Cultural.
La actuación se completará con una tercera excavación al sur de la muralla del recinto central, en la que se tratará de unir el área en la que se trabajó durante la campaña desarrollada en el castro de Elviña durante los años 2005 y 2006 con la zona excavada a mediados del siglo pasado para, de esta forma, poder ofrecer al visitante una vista completa de la fortificación de la croa por la parte sur del monumento.
Casa de los Antepasados
Aún no se había hecho el tránsito de la peseta al euro cuando se planteó en A Coruña la creación de un gran parque arqueológico en Elviña que permitiese desenterrar y limpiar de maleza el yacimiento castreño más importante de la ciudad. El primer convenio con la Xunta para recuperar el entorno, que llevaba más de 15 años totalmente abandonado, se firmó en el año 2000. El entonces alcalde, Francisco Vázquez, proyectaba en ese parque un museo que permitiera exponer al visitante la historia más remota de la ciudad con la tecnología más moderna. Al edificio lo bautizó como Casa de los Antepasados, aunque posteriormente cambió de nombre y adoptó el de Casa de la Historia o Artabria. Aunque el actual gobierno municipal mantiene este proyecto en su programa, lo cierto es que los avances son muy pocos y muy lentos. El proyecto es demasiado caro (38 millones, al margen de las expropiaciones) y no es fácil encontrar financiación.
Expropiaciones
Su construcción se mantiene paralizada no solo por la falta de financiación. La expropiación de los terrenos también ha dado problemas y, en ocasiones, conflictos abiertos con los vecinos y propietarios de la zona. Se trata de un proceso administrativo lento que, a día de hoy, solo ha puesto a disposición del Ayuntamiento unas 30 hectáreas de terreno.
Para la elaboración del proyecto, el Ayuntamiento coruñés convocó en 2003 un concurso internacional que ganó Manuel Gallego Jorreto. Su ejecución estaba presupuestada en algo más de 14,5 millones y debería estar concluido en el 2007. Ni se empezó ni hay visos de que se empiece en los próximos años.
El espaldarazo al proyecto salió a concurso y concluirá en solo cuatro meses