«Nos permitió equipar a todos los barrios sin que costara nada la ciudad»
27 may 2013 . Actualizado a las 21:51 h.En el trigésimo aniversario de la primera victoria socialista en las urnas, Francisco Vázquez (A Coruña, 1946), hace memoria de la transformación de la ciudad en las últimas tres décadas. Asegura estar preparando las memorias de su etapa como embajador, «porque las políticas aún hay que reposarlas un poco». Conserva una memoria prodigiosa y saluda sin parar. «¿Qué tal, jefe?», le pregunta un funcionario poco antes de iniciar la conversación.
-¿En qué ha cambiado la ciudad en estos 30 años?
-Viendo la comparación con cuando entramos, mucho. Me siento muy orgulloso de haber dejado una ciudad distinta y diferente, orientada al progreso, líder en Galicia y referente en muchos aspectos en España. Teníamos un proyecto definido, hicimos una planificación rigurosa, con retos concretos y dispuestos a romper moldes. Tanto que iniciamos proyectos e infraestructuras criticadísimas que luego fueron copiadas por todas partes.
-¿Qué recuerdo tiene usted de aquel 23 de mayo de 1983?
-En lo personal, el de la presencia de mis padres a mi lado. En lo político, la enorme responsabilidad de echarme una ciudad a mis espaldas que estaba desolada, crispada y desmoralizada por el debate de la capitalidad y que salía de cuatro años de pésima actividad con una corporación fragmentada.
-¿De qué puede presumir?
-Más que de lo que hice, me pregunto muchas veces qué hubiera sido de La Coruña si hubieran ganado los profetas del no. Los que no querían ni la Casa de las Ciencias, ni el Palacio de la Ópera, ni ampliar Alfonso Molina o hacer los aparcamientos. Aquellos que se opusieron a todo, incluso al puerto exterior, que es una obra imprescindible. La Coruña hubiera sido otra. Y eso es lo que nos convirtió en un instrumento político de referencia. Eso es lo que no nos perdonan, que desde el centro izquierda hubiésemos sido capaces de llevar adelante ese proyecto en un territorio afín al PP. Por eso se ataca el legado, aunque ahí está el legado y se puede ver lo destructivos que son esos grupos que carecen de modelo y se instalan en la contra.
-Le cuestionan por Someso.
-De lo que más satisfecho me siento es de la política urbanística y de la transformación de los barrios. Me siento orgulloso. Con el urbanismo conseguimos equipar todos los barrios de toda la ciudad sin que a la ciudad le costara dinero. ¡Y vivimos crisis peores incluso que la actual! Pero cambiamos la calidad de vida de los coruñeses y la mejoramos. Nuestra política fue un ejemplo a seguir, copiado en Barcelona, Sevilla y muchas otras ciudades. Y es esa política la que explica nuestra condición de referentes, pese a ser un Ayuntamiento pequeño, con pocos medios y recursos.
-¿Se siente señalado?
-La mirada hacia atrás refleja la incapacidad de afrontar el presente. Es una huida fácil para intentar deslegitimar un proyecto que molesta, porque sigue siendo un referente. El silencio de unos y la complicidad o cobardía de otros permite que se utilice la calumnia y la injuria.
-¿Le molestan las sospechas?
-Me molesta la impunidad con la que se puede injuriar y calumniar y que se preste oídos a esas mentiras e insidias vertidas con una clara intencionalidad política, pero nada más. En 35 años de servicio público, he acreditado una trayectoria marcada por una brillante gestión y la máxima honradez y transparencia en todas mis actuaciones y en mi patrimonio.
FRANCISCO VÁZQUEZ EXALCALDE DE A CORUÑA